Diseño valenciano directo al paladar

A todo cuanto acompaña a la cotidiana acción de comer se consagra la exposición 'El fruit del disseny', propuesta de la Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana (ADCV) que acoge el espacio Las Naves comisariada por Uve Francés y Chavo Roldán. Un centenar de piezas recorren la intrínseca relación entre dos sectores profundamente arraigados en la Comunitat Valenciana: la agroalimentación y el diseño. La muestra viene a escenificar que al paladar no le es ajena la estética, o que ésta no se muestra dispuesta a renunciar a la oportunidad de disfrutar de los sabores.

La vinculación del diseño y la agroalimentación pone ante los ojos del espectador el retrato de la dimensión internacional de ambos sectores. El hecho de que actividades vinculadas a la exportación cuenten con el diseño como aliado convierten a éste en otro producto valenciano que se exporta, que tiene una clara proyección internacional, en este caso bajo las directrices que marcan los creativos valencianos en etiquetas, envoltorios e incluso aparatos como el tan popular exprimidor que recorre cafeterías y supermercados.

La exposición se enmarca en el programa de la València Disseny Week, ADCV), propuesta que cumple 14 años con una edición que ofrecerá cuarenta propuestas incluidas en el programa. El hilo conductor de la semana del diseño responde a una estrategia que pone el acento en los lazos que unen la innovación con la competitividad empresarial con el objetivo de mejorar la vida, tal como se puso de manifiesto ayer en la presentación de la propuesta de ADCV, cuya presidenta Yolanda Herráiz, dio a conocer el programa de exposiciones y conferencias, entre otras acciones que tendrán lugar durante la semana del diseño.

La exposición 'El Fruit del disseny' es un claro ejemplo de la aspiración por alcanzar esa relación que sitúa el trabajo de los creativos en la vida cotidiana. La sala de Las Naves se convierte en el escaparate de una labor innovadora que no pierde de vista la necesaria conexión de las empresas y el mercado, como tampoco olvida costumbres, saberes, usos y procesos tradicionales relacionados con la alimentación o la agricultura de la Comunitat Valenciana que ganan enteros en tanto que se adaptan a las exigencias de los nuevos tiempos con el valor añadido del diseño.