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La directora Elena López Riera, este jueves, en Valencia. J. L. BORT

Elena López Riera: «No conozco a ningún director de cine que viva de ayudas públicas»

La cineasta valenciana, reconocida en festivales como el de Cannes, estrena este viernes en los cines 'Las novias del sur', un documental en el que da voz a mujeres que cuentan sus experiencias con el matrimonio | La cinta, de apenas 40 minutos, está nominada a los Goya y a los premios Lola Gaos del audiovisual valenciano

Noelia Camacho

Valencia

Jueves, 9 de enero 2025, 21:10

Elena López Riera es una de las cineastas españolas del momento. Una directora, nacida en Orihuela, que sabe lo que es triunfar en festivales ... como el de Cannes, desde donde se trajo un reconocimiento por 'Las novias del sur', su última película. Un cortometraje íntimo y muy personal, en el que da voz a mujeres de 60, 70 o más años y en el que cuentan su visión del matrimonio, la maternidad y el sexo. Un altavoz para una generación para las que casarse era lo obligatorio y en el que se escuchan testimonios que sirven, además, para hablar de feminismo, de relaciones, de miedos e imposiciones pero también de libertad. 'Las novias del sur', nominada a los Goya y a los premios Lola Gaos del audiovisual valenciano, llega este viernes a los cines. Casi un «milagro», como lo califica la propia realizadora. Además, López Riera está de actualidad, muy a su pesar, por el parecido que su anterior y aclamado proyecto, 'El agua' (inspirado en las inundaciones que tuvieron lugar en su tierra natal, Orihuela) tiene con la reciente tragedia de la dana en Valencia.

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-Es inevitable decir que 'Las novias del sur' es un proyecto muy personal, en el que sale su voz, su propia madre... ¿Cómo nace este documental?

-Porque me encontraba en un momento de mi vida en la que tenía un montón de preguntas. Quería hablar de la herencia de esa generación, de ese mismo patrón, que se ha repetido generación tras generación y como llega a un eslabón de la cadena que soy yo que ya no va a repetirlo. A través de esas dudas y fragilidades, de esa necesidad de hablar con las mujeres que habían venido antes que yo para entender cómo había sido su vida.

-¿Fue fácil que se abrieran y le hablaran de relaciones, del sexo, de los motivos por los que se casaron? ¿No les habían hecho estas preguntas?

-No creo que yo haya creado algo que no existiera, esos relatos estaban ahí. Lo que pasa es que puede que pensáramos que no eran interesantes para contar en los periódicos, en las películas... No estaban en el espacio público. Pero sí que interesan y ahora me he dado cuenta, con el recorrido que ha tenido la película, de que había mucho interés. Está siendo muy bonito. El hecho de sentirse escuchadas y sentir que lo que les había pasado podía interesar a otras personas nos favorece como mujeres.

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«Cada vez es más difícil estrenar películas arriesgadas o menos comerciales», asegura

-La película apenas tiene artificios, está rodada muy de tú a tú, dando importancia a los testimonios. ¿Era necesario para contar estas historias?

-Me daba igual que los planos fueran más o menos feos. Lo importante para mí es que ellas se sintieran cómodas, anteponer sus testimonios a mi estetización como cineasta. Me parecía que la luz o donde poner la cámara era el menor de los problemas.

-¿Es complicado que una película de estas características llegue a las salas de cine?

-Sí. Y espero que sirva para que cambie la percepción. Ya es difícil de llevar cualquier tipo de película a una sala de cine porque ya sabemos que es complicado con internet, las plataformas... Ha cambiado la forma de consumir audiovisual. Yo no soy nada apocalíptica. Tengo plataformas como todo el mundo y creo que podemos convivir, que está bien que convivan los modelos. Pero es verdad que cada vez es más difícil estrenar películas, digamos, arriesgadas o menos comerciales. Y mucho más una película documental de 40 minutos. Pero ver esta cinta en grupo, en el cine, tiene sentido. Creo que es la que más lo tiene de todas las que he hecho porque se plantea como una conversación. Y está pasando, que la gente me dice que va a preguntar a sus madres, a sus abuelas...

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-¿'Las novias del sur' huele a Goya? Está nominada...

-Hombre, no te voy a decir que no me gustaría que me lo dieran. Entre que te lo den o no, pues si tengo que elegir prefiero que sí... Pero yo siento que esta película ya ha sido premiada desde el minuto cero. Si vienen premios, sobre todo por todas esas mujeres que han participado, pues mejor. Sería un reconocimiento a ellas también. Pero yo, con poder llevarme a mis padres a los Goya, me conformo (ríe).

-¿Siente que es verdad eso de que se dice que se vive un gran momento en el que las directoras españolas están triunfando al fin en el audiovisual?

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-Sí. Eso da una seguridad que yo no tenía cuando tenía 20 años. Han cambiado mucho las cosas. Esto era un páramo donde no había referentes donde mirarte. También de cineastas que, como en mi caso, venían de un pueblo, de familias de clase media que no venían de una familia de cineastas. De hecho yo pensaba que este oficio era hereditario. Abrazo todo lo que está pasando abrazo porque creo que eso es lo que me hace seguir y avanzar y probar cosas nuevas y retarme. Esas cineastas, que muchas son amigas y compartimos cosas, nos pasamos guiones, son una red que te permite lanzarte y no caer al vacío.

-¿Ha sido más difícil labrarse una carrera siendo de la Comunitat?

-No lo sé. Yo soy de aquí, trabajo aquí y siempre me he sentido muy querida aquí. Soy de Orihuela pero estudié la carrera en Valencia, viví ocho años aquí... No tengo ningún tipo de conflicto con eso de no ser profeta en su tierra porque yo me he sentido siempre muy cuidada y apoyada. No me puedo quejar. Pero sí digo que hay que estar alerta y defender que las instituciones públicas y políticas apoyen la cultura porque si le exigimos a la cultura el mismo rendimiento que a las industrias, pues evidentemente siempre vamos a estar en en desventaja. No puede exigirse que hay un beneficio económico de una película porque entonces solamente se producirían películas que obtienen beneficios económicos. Y cuando hablo de películas lo hago también de libros, de exposiciones... El arte no existiría si no hubiera habido otras maneras de hacer obras que no respondiera a las demandas de la industria. Me parece súper importante siempre recalcar esto aunque yo siempre me he sentido muy apoyada por las instituciones valencianas. Pero me parece importantísimo que, esté el gobierno que esté, no se pierdan las políticas culturales porque si no nos morimos. ¿Cuántos directores o directoras de cine son millonarios? Porque yo no conozco ni a uno en España que viva de ayudas públicas. Las películas dan mucho trabajo a muchísimas familias, hay mucha gente viviendo de esto.

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«No creo que le falte nada al audiovisual valenciano. Lo importante es preservar la identidad de cada lugar», afirma

-Este año hay muchos proyectos y profesionales valencianos nominados a los Goya. ¿Es significativo? ¿Qué le falta al audiovisual valenciano para ponerse al nivel de Madrid, Barcelona... Para despegar definitivamente?

-No creo que falte nade. Igualarnos siempre es complicado. Ni Valencia, ni Madrid, ni Barcelona, ni incluso París están al nivel de Hollywood... Al contrario, lo importante es preservar la identidad de cada lugar. Yo trabajo con gente de mi pueblo, con su acento... Eso tiene una riqueza enorme.

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-En los últimos tiempos, muchos nos hemos acordado mucho de su anterior trabajo, 'El agua', en el que hablaba de una inundación, por toda la tragedia que la dana ha dejado en Valencia. ¿Le ha llegado esa sensación de esa casualidad, de esa coincidencia?

-Sí, he recibido muchos mensajes. No quiero hablar de mí porque lo importante son las víctimas y todo lo que ha dejado la dana. Yo todavía estoy en 'shock'. Ha sido muy complicado y empatizo al cien por cien con toda la gente. La verdad es que ha sido raro haber hecho la peli y que luego haya pasado todo lo que ha pasado. Es una especie de mal sabor de boca horrible. No quiero meterme porque me pareció muy desagradable todo lo que se ha montado políticamente pero esto es mucho más amplio y surge otra vez la pregunta de qué estamos haciendo con el planeta. No hacía falta ser futurólogo para saber algo que los científicos llevan años y años y años diciéndonos. El problema del cambio climático no es ninguna broma. Este tema me angustia mucho, por eso rodé 'El agua'.

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-¿En qué proyectos anda? ¿Qué será lo próximo que ruede Elena López Riera?

-Tengo que sentarme a escribir. Debería haberlo hecho pero no esperaba el recorrido que iba a tener 'Las novias del sur'. Así que tengo que ponerme a escribir.

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