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Ponce señala el retrato pintado por Luis lonjedo. Junto a él, José Luis Benlloch, Víctor Zabala y Vicente Mompó.

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Ponce señala el retrato pintado por Luis lonjedo. Junto a él, José Luis Benlloch, Víctor Zabala y Vicente Mompó. Jesús Signes

Enrique Ponce: «No hay un lienzo más efímero que el del ruedo, por eso es tan grande y tenemos que defenderlo»

El torero valenciano recibe el homenaje de LAS PROVINCIAS en un acto celebrado en el espacio La Rotativa ante su despedida de las plazas españolas I El matador recibe un cerrado aplauso tras un encuentro lleno hasta la bandera

Laura Garcés

Valencia

Jueves, 26 de septiembre 2024, 00:17

El torero valenciano ha bordado esta tarde una faena de gloria, de las que sacan a uno por la puerta grande. Ha lidiado con la conversación con la misma belleza y elegancia con las que acostumbra a agasajar al público que acude a los redondeles a verle torear. Hoy la muleta y los demás trastos han sido la palabra, la frase dicha por la leyenda de la tauromaquia contemporánea que se despide de los ruedos españoles. Se le ha escuchado con entrega en el espacio La Rotativa de LAS PROVINCIAS. Y el lance, como no podía ser de otra manera ante la figura valenciana, ha cosechado el cerrado aplauso de la afición puesta en pie en un particular tendido lleno hasta la bandera.

Y allí ha dicho el diestro Enrique Ponce que «no existe nada que se pueda parecer al espectáculo de una corrida de toros, donde la escenografía es verdad. No hay un lienzo más efímero que el del ruedo, por eso tiene tanta grandeza«. Una afirmación teñida de arte, una frase que ha removido los corazones taurinos. Y después, palabras en favor de que todo siga: »Es tan bonito y tan nuestro que no sólo tenemos la obligación de defenderlo, también de ir con la cabeza bien alta en unos tiempos en los que nos tienen un poco apartados. No hay que achantarse», ante «una pasión, una afición tan nuestra, una tradición de nuestro país que es para sentirnos orgullosos«.

En tan significativa fecha para los valencianos como es el 9 d'Octubre y en el coso de la calle Xàtiva se despedirá de las corridas en España, no del toreo. «Nací torero y moriré torero. No voy a hacer la ceremonia de cortarse la coleta porque la coleta se vendrá conmigo a la tumba», ha asegurado a LAS PROVINCIAS.

Ana Soria, entre Emilio y Enriqueta, padres de Enrique Ponce, y en el centro, el torero de Chiva junto a la madre de su pareja, Rosa, antes de entrar en la sala de La Rotativa de LAS PROVINCIAS, donde se celebró ayer por la tarde el homenaje al matador de toros valenciano. Jesús Signes

Ha sido una cita de homenaje, de reconocimiento que brindado por LAS PROVINCIAS a su trayectoria. En la mesa le acompañaban José Luis Benlloch, crítico taurino de este diario,y el empresario Víctor Zabala de la Serna. La terna ha iniciado la faena -apoyada desde la barrera por el columnista de LAS PROVINCIAS Pedro Toledano- tras la intervención de Héctor Esteban, jefe de Información del diario. Esteban ha presentado al homenajeado refiriendo el origen chivano del torero que nunca se ha desentendido de su tierra de origen. Muy cerca de la mesa, formando parte de la escenografía, estaba el artista Luis Lonjedo, que allí, con la misma vivacidad y verdad absoluta del directo de los alberos, ha pintado a Ponce a partir de la recreación de una fotografía de Berbot Ives durante una faena del maestro en Bayona.

La carrera del diestro, como ha recordado Benlloch, suma más de 15.000 días de tensión y sueños hechos «realidad que le han llevado a disfrutar de la gloria taurina y también de graves percances para mayor mérito de sus gestas. Su despedida supone el remate de una de las grandes obras del toreo contemporáneo».

El triunfo no llega solo. Para que la acción lo alcance siempre necesita aderezo. ¿Cómo ha aderezado Ponce su carrera?. El torero ha hablado de tres ingredientes: «Afán de superación, no conformarse y humildad para saber ver que puedes mejorar, que es posible evolucionar; humildad para aprender», ha apuntado.

Son los mimbres sobre los que ha ido tejiendo su paso de plaza en plaza no sólo en España, sino también en todos los ruedos donde en el mundo se torea. Ha insistido en esa necesidad de no bajar nunca la guardia: «La frescura en la plaza viene por el afán de superación», algo que nunca se ha echado en falta en el hacer de quien ha confesado sin vanagloria alguna: «Me voy en la plenitud de haber alcanzado poder torear como un día soñé».

Erique Ponce en el momento de entrar en el espacio La rotativa, que ha registrado lleno hasta la bandera. Jesús Signes

Se ha escuchado a la referencia de la tauromaquia valenciana, pero también al artista: «Hay mucho de espiritualidad en el toreo»; y al pensador: «Existe un momento en el que la madurez, ese poso que da el tiempo,te permite torear como quieres».

Sí, el amor por el arte de la lidia nació pronto en Ponce. Muy pequeño, cuando tenía diez años saltó por primera vez a una plaza. De ello se ha hablado esta tarde, como también de aquella gran corrida del 28 de julio de 1990 en Valencia de la que se cayeron los dos compañeros de cartel y se lanzó sólo a por los seis sin esperar que un chaparrón todavía lo haría más difícil. El valor le llevó a un triunfo sonado que hoy ha recordado como momento clave de su carrera.

José Luis Benlloch ha glosado la figura de Ponce a quien se ha referido como «generoso con el oponente» y gran compañero, además de respetuoso con la crítica taurina. Le ha descrito como torero «poliédrico». El maestro «cabal, analítico y ajustado a la ley taurina», ha elegido para decir adiós el mismo redondel al que en 1982, con diez años, saltó como aventajado alumno de la Escuela y triunfador de Monte Picayo. Se despedirá de los ruedos patrios desde el de su patria chica, como adelantó en estas páginas José Luis Benlloch, con galas de seda y oro, como corresponde a su rango.

La cita en La Rotativa ha servido para que Enrique Ponce, se acercara a su público, entre quienes se encontraba el presidente de la Diputación, Vicent Mompó, la familia del torero, su pareja, Ana Soria y muchos amigos y seguidores llegados de Chiva y de diversos destinos. A todos, les han acompañado el presidente del Consejo de Administración de LAS PROVINCIAS, Gonzalo Zarranz; el director del periódico, Jesús Trelis y el adjunto al director y jefe de Opinión, Pablo Salazar.

Héctor Eteban, Jefe de Información de LAS PROVINCIAS, durante la introducción del acto. Iván Arlandis

Las últimas palabras han sido las de Vicent Mompó, quien ha dado las gracias al torero a quien ha considerado «un orgullo» para los valencianos. El presidente de la Diputación ha anunciado que en torno al 9 d'Octubre el coso de la calle Xàtiva acogerá una exposición dedicada al gran torero valenciano.

La tarde ha mostrado muy a las claras la grandeza del homenajeado. Lo han dicho los aplausos a sus palabras , la amabilidad en el gesto del maestro y la exquisita atención a cuantos se han acercado a quien ha completado una carrera taurina para la historia de la tauromaquia.

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lasprovincias Enrique Ponce: «No hay un lienzo más efímero que el del ruedo, por eso es tan grande y tenemos que defenderlo»