«Pirata VIP Festival a ver cuando nos devuelven las entradas». La frase se ve repetida en las redes sociales y lo que en ... realidad esconde es que los asistentes a este certamen, que en un primer momento iba a celebrarse en la Marina de Valencia el 28 de septiembre de 2024, pero por causas climatológicas se aplazó al 31 de octubre y que también se suspendió a causa de la dana, aún no han recibido el importe de las entradas tres meses después de la cancelación.
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La empresa que está detrás de esta cita musical, cuyo cartel encabezaban artistas como Los Chikos del Maíz, SFDK, Cruz Cafuné o Rels B, es Black Lotus SL, asentada en la localidad valenciana de Gandia. Es la promotora del Pirata Beach, que se celebra cada verano en este municipio, o del Pirata Fallas, otra cita que tendrá lugar el 8 de marzo en los Jardines de Viveros de Valencia. Y es, además, la empresa que sigue sin devolver el importe del evento que se canceló dos veces y cuyos asistentes siguen sin tener de vuelta en sus bolsillos los euros que pagaron por asistir al festival.
Muchas son las quejas de los usuarios en organismos que defienden los derechos de los consumidores y que reclaman el retorno del importe de las localidades. Es más, desde FACUA Comunitat Valenciana ya denunciaron a Black Lotus en diciembre «por demorar en exceso el reembolso de las entradas tras su cancelación definitiva» en referencia al Pirata VIP. «Numerosos afectados están denunciando que Black Lotus sigue sin reembolsarles el dinero de las entradas. La promotora ha emitido un nuevo comunicado excusándose en que «estamos esperando el pago de la aseguradora, que por la situación que están viviendo ahora con la daba y otros eventos, están saturadísimos». La entidad recordó que, según la legislación, «todo reembolso que el empresario deba realizar al consumidor o usuario debido a la reducción del precio o a la resolución del contrato se ejecutará sin demora indebida y, en cualquier caso, en un plazo de catorce días a partir de la fecha en la que el empresario haya sido informado de la decisión del consumidor o usuario de reclamar su correspondiente derecho«. Asimismo, este organismo señaló que la no devolución de las entradas »resulta contrario a la normativa«, por lo que instó al Servicio de Espectáculos y Establecimientos Públicos de la Generalitat Valenciana a que »investigue los hechos e incoe el correspondiente expediente sancionador«, Asimismo, recordó a los afectados que »además de a la devolución pueden tener derecho a intereses de demora«.
Cuatro meses después de la primera cancelación y tres de la segunda, no se ha retornado el importe de las entradas, según confirman también diversas fuentes consultadas por este diario. En este sentido, otros entes como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también han recibido diversas reclamaciones por este hecho. Es más, entre las más recientes se encuentra una denuncia de un usuario, del pasado 22 de enero, en la que se recoge esta problemática.
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Adrián lleva meses no sólo esperando su dinero sino información del proceso de devolución de las entradas del Pirata VIP que se canceló en dos ocasiones. Sólo tiene un correo electrónico y los casi 50 euros que pagó por la entrada siguen sin estar en su bolsillo. «Es bastante vergonzoso que no nos devuelvan el dinero de un evento que no hemos disfrutado», asegura el joven valenciano. Para él, la empresa que no ha retornado el precio de esas entradas sigue vendiendo para otros festivales, con lo que «sigue ingresando dinero sin que a nosotros nos devuelva el nuestro». «Desde noviembre que recibimos un correo electrónico, no hemos tenido ninguna información al respecto. Ellos siguen organizando festivales y nosotros esperando», asevera.
Las fuentes consultadas señalan que tienen un correo electrónico del pasado noviembre en el que se les aseguraba que «en cuanto a los reembolsos, os contamos: a principios de octubre ofrecimos la opción de devolver el dinero a quienes no pudieran venir el 31 de octubre, pero aún no hemos podido procesarlo. Esto es porque estamos esperando el pago de la aseguradora, que por la situación que están viviendo ahora con la Dana y otros eventos, están saturadísimos».
«Sabemos que esta situación no es agradable para nadie, pero os pedimos paciencia: en cuanto se resuelva todo, realizaremos las devoluciones tanto del día 28 de septiembre como las del del 31 de octubre de forma automática (sin necesidad de que hayáis realizado ningún procedimiento) lo más rápido posible. Queremos que sepáis que no nos hemos olvidado de vosotros y que estamos haciendo todo lo posible para solucionar esto lo antes posible», se reflejaba en el mail.
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Todo este conflicto no es un hecho aislado para esta promotora, que sigue vendiendo entradas para otros de los festivales que organiza. El pasado septiembre también suspendieron el Pirata Mallorca, una cita de la que los usuarios también se quejaron de que no habían recibido el importe de las entradas.
Y el no cumplir con la legislación en el retorno de las localidades no es la única denuncia que ha recibido la empresa Black Lotus, promotora de eventos musicales. El pasado mes de marzo, la Federación Provincial de Valencia del sindicato CNT hizo público que «la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Valencia ha emitido una resolución en la que se reconoce que el Pirata Beach Festival encubrió relaciones laborales como voluntariado en su edición de 2023». «Una irregularidad que desde CNT Valencia denunciamos nada más tener constancia al acabar dicho evento el pasado mes de julio (en referencia a 2023). En concreto, notificamos que las personas que participaron como voluntarias realizaron funciones propias de personal debidamente contratado, por lo que la práctica del voluntariado fue utilizada por Black Lotus, S.L., la empresa gestora del Pirata Beach Festival, de manera fraudulenta con el objetivo de reducir costes de personal y cuotas sociales», señalaba la comunicación de la CNT.
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En esta línea, FACUA también denunció en 2023 que el festival Pirata Beach de Gandia, como otros grandes y multitudinarios eventos musicales, no permitía el acceso de comida y bebida a sus instalaciones. «Al igual que en en las ediciones de 2019 y 2022, FACUA entiende que la actividad principal del evento denunciado no es la hostelería, sino el desarrollo de un espectáculo musical, por lo que la prohibición de consumir comida y bebidas adquiridas fuera del recinto no es necesaria para el normal desarrollo de la actividad comercializada, de manera especial cuando en el propio interior del recinto es posible adquirirlas», decían.
LAS PROVINCIAS ha intentado conocer la versión de los responsables de la promotora y aclarar lo sucedido con las entradas a través de diversas vías, pero no ha obtenido respuesta por parte de la empresa.
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