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Damián Torres
¿Por qué ha escogido Almodóvar Paterna para rodar?

¿Por qué ha escogido Almodóvar Paterna para rodar?

El director reconoce que los exteriores «excitan» su imaginación. Los pueblos son un símbolo de una filmografía plagada, sin embargo, de personajes urbanitas

MIKEL LABASTIDA

Domingo, 22 de julio 2018

A pesar de que la mayoría de personajes que pueblan el cine de Almodóvar son urbanitas –Pepa en 'Mujeres...', Sexilia en 'Laberinto...', Leo en 'La flor de mi secreto', Pablo en 'La ley del deseo', Kika…- muchos suelen tener un fuerte vínculo con los pueblos. Es un símbolo recurrente en su filmografía. El pueblo es aquel lugar del que huir –porque oprime, porque no entiende, porque no representa- pero también es, más adelante, el sitio al que volver, en el que refugiarse, en el que encontrarse con uno mismo. Posiblemente esta dicotomía tenga mucho que ver con la experiencia del propio realizador. «Jamás viviré en un pueblo», cuentan, en el ensayo 'Universo Almodóvar' (de José Luis Sánchez Noriega), que el cineasta gritó de adolescente a su padre. Y, sin embargo, años más tarde no cesó de rendirle tributos y de regresar a él incluso a estrenar alguna película. El pueblo pesa.

Hace unos días Almodóvar inició el rodaje de su vigésimo primer largometraje y lo hizo rodando unas secuencias en Paterna, una localidad de poco más de 60.000 habitantes. ¿Qué tiene este lugar para haber seducido al director? No hay misterio, se ha desvelado: una torre moruna y unas cuevas que permiten transportar al espectador a un enclave y tiempo pasado concreto. A Paterna, pese a no ser un lugar especialmente pequeño, le ha tocado esta vez el papel de pueblo y sus exteriores han sido determinantes para ello.

«En decorados naturales hay una especie de planificación a la que te obliga la propia geografía del lugar», explicaba Almodóvar a Frédéric Strauss en unas conversaciones recogidas en el libro 'Un cine visceral', cuando el entrevistador le preguntaba si los exteriores «excitaban» su imaginación. Y sí, lo hacen. Porque el director indica que a veces el hecho de no poder manipular un decorado le ha obligado a optar por recursos que después han aportado a la escena, como cuando en el piso de Marisa en 'La flor de mi secreto', que era real y no un estudio, tuvo que poner varios espejos para rodar una secuencia porque el vestíbulo era pequeño. De aquel apaño surgió una de las imágenes icónicas de la filmografía del director, el beso fragmentado de Marisa Paredes e Imanol Arias como pareja.

Damián Torres

Sobre 'Dolor y Gloria' –así se llama la nueva cinta- se han dado datos generales (narra una serie de reencuentros, algunos físicos y otros recordados después de décadas, de un director de cine en su ocaso) pero no se ha descrito el argumento pormenorizado. Por ello no se puede especificar el papel concreto que juega Paterna, más allá de hacer las veces de una localidad en los años 60 (a juzgar por los utensilios y vestimentas que han usado los intérpretes trasladados hasta allí).

El pueblo en el universo de Almodóvar remite a los orígenes, al principio de todo, a la tranquilidad frente al trajín y el alboroto de la gran ciudad. El pueblo es abandonado por los protagonistas de sus películas en un momento dado y por motivos diversos, que suelen tener con la falta de oportunidades para desarrollar un determinado estilo de vida. Leo se va para convertirse en una escritora de éxito, Raimunda para superar la ausencia de su madre, Ignacio para asumir su identidad sexual. Y el pueblo es retomado cuando suceden malos acontecimientos, cuando se encadenan fracasos, cuando el cuerpo pide descansar. Leo regresa tras el fin definitivo de su matrimonio, Raimunda para descubrir qué pasó con sus padres, la abuela de '¿Qué he hecho yo…?' para superar la muerte de su hijo y para reposar lo que le quede de vida.

Este último propósito lo comparten otros personajes, que retornan a sus lugares de origen cuando la muerte se asoma (lo hacía Agustina en 'Volver', por ejemplo), algo que Almodóvar tomó 'prestado' de una situación real: su padre al ir a fallecer quiso hacerlo en el pueblo que lo vio nacer.

A la espera de comprobar el rol de Paterna y lo determinante que será en la trama de 'Dolor y Gloria' repasamos ahora el papel que han jugado diversos pueblos en los títulos de Almodóvar.

LP

En las películas de este director hay pueblos fantasma y pueblos con fantasma, que no es lo mismo aunque pueda sonar similar. En el primer grupo está Granadilla, una villa amurallada de origen medieval de la que huyeron sus habitantes a mediados del siglo pasado por la amenaza del agua de un embalse cercano. Pero ahí sigue resistiendo. Quizá por eso en esta localidad de Cáceres recalaban los protagonistas de 'Átame' para cantar la célebre canción del Dúo Dinámico. Con fantasmas conviviendo con los vecinos estaba en 'Volver' en la localidad de Almagro, popular por su festival de teatro. En esta localidad se ubicaba la casa de Agustina y también la de Leo en 'La flor de mi secreto', cuando esta retorna como vaca sin cencerro para intentar superar que no existe ninguna posibilidad 'por pequeña que sea' de salvar lo suyo con su marido.

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Por razones obvias La Mancha tiene un peso específico en la filmografía de Almodóvar. Nació y se crío allí. Y bebe de allí: de sus costumbres, de sus símbolos, de sus expresiones, que salpican sus tramas. En ocasiones La Mancha viaja a Madrid (para inspirar la casa de 'Kika' por ejemplo) y en otras son los personajes de Madrid los que marchan hasta esta región.

La relación de Ignacio y Enrique en 'La mala educación' comienza en un colegio que se ubicó en la localidad catalana de Alella. Es un pueblo, en esta ocasión, que no les permite ser como son. En esta misma cinta el protagonista acude a otro pueblo, el gallego Pontenafonso, para descubrir qué sucedió de verdad con el que fue su amor de niño. A Galicia recurrió Almodóvar también para buscar el pueblo que iba a servir de localización del amor de juventud de Julieta. Es Redes, en Coruña. Allí el pueblo es el principio y el fin de todo, el verdadero enclave al que hay que llegar para conocer los orígenes del drama que vive ya de adulta la protagonista de la hasta ahora última película del cineasta. El pueblo, de nuevo, como cénit. El pueblo es en Almodóvar centro neurálgico de un montón de historias urbanitas que no pueden renunciar a sus orígenes, a su pasado, al lugar que las parió y crió. Y el de Paterna acaba de entrar en esa liga.

LP

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