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Escif, junto a los artistas falleros Manolo Martín y José Ramón Espuig, instalará una falla móvil en la plaza del Ayuntamiento, un escultura de una mujer meditando que reflexionará sobre el silencio en un momento en el que Valencia es casi un campo de batalla. El monumento, que lleva por título 'Açò també passarà', se conecta con 'Qué pasa con los insectos después de la guerra' la exhibición en la que el creador urbano ha desplegado un jardín del horror lleno de obras móviles que giran de forma inesperada mediante un algoritmo basado en un hecho muy curioso. Lo cierto es que la muestra se inicia se inicia con un vídeo que proyecta los horrores en Alepo y Gaza. Así, cada vez que nace un niño en Gaza una de las piezas se mueve. Y nacen 144 niños cada día. «Es un símbolo de resistencia, pero también de esperanza este territorio asediado, que tiene el cuarto mayor índice de natalidad del mundo», confesó ayer Escif, quien puso de relieve que, al final, la obra que presenta en la sala Dormitori del Carmen «es un símbolo de resistencia, pero también de esperanza en este territorio asediado, que tiene el cuarto mayor índice de natalidad del mundo».
Para él, este proyecto se trata de una reflexión sobre la idea de impermanencia. Todo se mueve, hasta la roca más dura. Pero también llena la estancia de trazos negros, realizados por niños que, con apenas dos segundos, tuvieron que pintar estos rallajos. Las flores quedan fuera de este jardín, en el mural del exterior.
Por otra parte, la inauguración de la muestra tuvo lugar ayer en un acto que no fue una apertura al uso. Es más, y como sorpresa, el cantante de 'Operación Triunfo' Alfred ofreció un inesperado concierto.
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