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La última sede del Círculo de Bellas Artes, antes de su disolución en mayo de 2019. JESÚS SIGNES

Los expresidentes del Círculo de Bellas Artes se desvinculan del fondo extraviado

Gerardo Stübing y Alfonso de la Ossa aseguran que bajo su mandato no se vendieron piezas de la colección mientras José Antonio Sienra guarda silencio

Noelia Camacho

Valencia

Miércoles, 7 de octubre 2020, 14:19

Seguir el rastro de las obras de Pinazo, Rusiñol o Benlliure desaparecidas del fondo del ya extinto Círculo de Bellas Artes de Valencia parece una misión imposible. Tal y como publicó ayer LAS PROVINCIAS, se desconoce el paradero de unas 90 creaciones de los fondos de la institución de autores de los siglos XIX y XX. El Círculo, que en 2007 inventarió sus creaciones, tenía acreditadas en su fondo unas 200 obras de arte. Pero ahora, en la subasta que el juzgado número 4 de la mercantil realiza para obtener el dinero necesario para pagar la deuda que arrastró al ente a su disolución, apenas aparecen un centenar de pinturas, dibujos y esculturas.

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¿Dónde están las obras de Pinazo, Benlliure y Rusiñol que no figuran en el almacén? El último responsable del Círculo de Bellas Artes, Gerardo Stübing, afirma que «las obras que han salido a subasta son las que formaban los fondos de la institución» cuando él accedió al cargo en 2015 «y fueron las que analizó el administrador concursal».

El antecesor de Stübing, José Antonio Sienra, que tuteló el Círculo entre 2012 y 2015, sin embargo, guarda silencio. LAS PROVINCIAS intentó ayer esclarecer con él las incógnitas ante la desaparición de esas más de 90 piezas de arte de la colección de la institución pero no obtuvo respuesta. El exdirigente del Círculo descolgó la llamada pero emplazó a mantener una conversación minutos más tarde. No volvió a atender las reiteradas llamadas de LAS PROVINCIAS.

Durante su mandato, Sienra vivió cómo se recrudecía la complicada situación económica del Círculo, que arrastraba una fuerte deuda de miles de euros por la hipoteca del palacete de la calle Cadirers que se adquirió a principios de los años 2000. En ese momento, se pedía auxilio para una entidad cultural que, finalmente, se extinguió en mayo de 2019.

El que sí se mostró seguro de que, durante su corta estancia en el cargo, no se cometieron irregularidades fue Alfonso de la Ossa. El exresponsable, que presidió el Círculo entre 2011 y 2012, sostuvo a este diario que «la colección se mantuvo intacta». Desconoce qué pudo ocurrir para que, de las doscientas piezas catalogadas en 2007 y que fueron el resultado de un exhaustivo trabajo de investigación, ahora apenas hayan sido un centenar las que se puedan adquirir en esa subasta por la que se puede pujar hasta el 31 de diciembre. Relata que en la historia del Círculo, algunas obras se cedían para exposiciones y justifica como una posible causa de extravío de alguna pieza que no se devolviera. Aún así, insistió, en que las obras no se podían vender.

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Durante la última década hasta su desaparición hace algo más de un año, el Círculo no sólo vio pasar a distintos presidentes, también cambió de ubicación. Del impresionante palacete se pasó a unos bajos de la calle Maldonado. Debido a la ausencia de espacio, los fondos del Círculo consiguieron ser guardados en un almacén. Allí están desde entonces, según el abogado Andrés Manglano, quien confirmó a LAS PROVINCIAS que las piezas que subasta el juzgado son con las que contaba la institución. Según sus palabras a este periódico, no hay ningún tipo de documentación ni recibos que demuestren qué pudo pasar con estas creaciones de Pinazo, Benlliure y Rusiñol pero también de Esteve Edo o Mongrell, entre otros.

En el almacén donde se guarda la colección del extinto Círculo no figuran 'Jardín', de José Benlliure, ni 'Retrato de Constantí Llombart', de Pinazo, ni 'Pati de Can Falç' de Rusiñol, entre otras piezas. De las obras del fondo pictórico del Círculo que no están ahora en el almacén «no hay ni rastro de recibos, documentación de venta o devolución a las artistas», apuntó Manglano.

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Lo que sí se subastará del Círculo de Bellas Artes son piezas como un apunte de Joaquín Sorolla para el conocido cuadro 'La vuelta de la pesca', que se puede pujar desde 150.000 euros, o un 'Paisaje granadino' de Muñoz Degrain (desde 100. 000 euros). Esas obras, tal y como estaban catalogadas, sí se han mantenido en la colección que ahora, lo más probable, acabará repartida por distintas manos.

«No sé donde están los pinazo. Habrá que averiguar qué pasó»

Los descendientes de Ignacio Pinazo desconocen qué ha sido de obras como el 'Retrato de Constantí Llombart', el 'Retrato de Fernando Richart' o piezas como 'Niño con pelota' que estaban en los fondos de la extinta institución y que, no obstante, no aparecen en el listado de obras que se subastarán. «Es sorprendente lo que ha sucedido con los fondos. No sabemos donde están esos pinazos pero habrá que averiguar qué paso», aseguró ayer el bisnieto del artista valenciano José Ignacio Casar Pinazo.

El arquitecto y exdirector del Museo de Bellas Artes de Valencia destacó la importancia artística y patrimonial que tienen las pinturas de las que se ha perdido el rastro. Consideró que son creaciones muy significativas y que retratan a personajes ilustres de la vida valenciana como Llombart. También, que llegaron a formar parte de exposiciones importantes.

Las obras de Pinazo eran una colección muy considerable dentro de los fondos del Círculo. Algunas de las piezas, según el catálogo de 2007, fueron legadas por los herederos del genial pintor.

Cabe destacar en la subasta se podrá pujar por casi una veintena de cuadros y dibujos del artista de Godella, entre ellas, el 'Retrato de Carmelo Lacal', 'Jardín de la casa de Godella', 'El Palau de la Generalitat', o dibujos que van desde un autorretrato a un esbozo de su hijo Ignacio Pinazo Martínez.

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