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jOSÉ VICENTE PEIRÓ
Valencia
Lunes, 23 de septiembre 2019, 15:26
El filósofo Miguel Catalán ha fallecido a los sesenta y un años de edad. El cáncer se ha llevado a uno de los más ilustres pensadores valencianos, que en sus tres años de lucha contra la enfermedad siguió activo en su trabajo intelectual y siguió regalándonos libros prodigiosos, cuatro de ellos publicados en los ocho primeros meses de este año.
Profesor de Pensamiento Político y Ética de la Facultad de Periodismo de la Universidad Cardenal Herrera-CEU, obtuvo numerosos premios. Por sus ensayos, el Juan Gil-Albert, el de la Institució Alfons el Magnànim y el Juan Andrés. Ganó sin discusión el Premio de la Crítica Literaria Valenciana en tres ediciones, la primera por su novela 'El último Juan Balaguer' en 2003, y las otras dos en ensayo por 'El prestigio de la lejanía' en 2005, y 'La creación burlada' en 2013, ambas parte de su magno proyecto sobre su tema predilecto de investigación, la mentira, sobre la que creó toda una ciencia, la Pseudología. Un proyecto nacido a partir de una de sus primeras obras, 'Diccionario de falsas creencias', capital para entender su sentido inicial.
Sus treinta y cinco obras editadas son compendios de sabiduría, siempre fundamentada en sus ingentes lecturas.
Su estilo poseía un sentido divulgativo; con una lectura atractiva sin caer en la vulgaridad o en la autoayuda fácil. Hace apenas tres semanas publicó su último libro, 'El espía cordial', con dieciséis relatos breves, género donde también se desenvolvía con rica prosa, ficcionalizando a partir de una anécdota histórica, a veces inventada. Era una manera de indagar en el engaño, el arma estratégica de la mentira.
Su débil voz me comentó hace dos semanas que estaba inmerso en la lectura de los autores rusos del siglo XIX y primera mitad del XX, el mejor fresco del ser humano en la literatura según él.
Como dijo en su penúltima obra publicada, 'Diccionario lacónico', «la realidad es una, pero su conocimiento nos llega refractado desde distintos ángulos». Así era el contenido de sus libros.
Nos ha dejado un amigo y un gran conversador. Y un gran jurado de los Premios de la Crítica Valenciana, fijo en ensayo. Queda incompleto su tratado de pseudología, proyectado en veintiún volúmenes, más uno o dos más de bibliografía, de los que se han editado nueve.
Será imposible recoger su testigo intelectual, pero esperemos que se cumpla uno de sus deseos: que quien ocupe el poder, lea sus volúmenes y reflexione, sobre todo 'Mentira y poder político'. Por el bien ciudadano.
Se le puede velar desde el lunes mismo en el Tanatorio Mémora (Sala 1), Camino de Picanya nº 8, en el Polígono de Vara de Quart. Permanecerá en este tanatorio hasta mañana martes, día 24 de septiembre, a las 13 horas. A las 13:30 horas está prevista su incineración en el Cementerio General de Valencia.
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