A favor de la fusión del arte clásico y contemporáneo

Hay un museo en Valencia donde el arte rompe la barrera del tiempo y donde un centenar de creadores de todas las épocas dialogan entre sí. El arte clásico y el contemporáneo se fusionan en la exposición 'Teníamos todo a nuestro favor'. En once salas se unen, por ejemplo, Muñoz Degraín con Claes Oldenburg & Coosje van Bruggen; las cruces románicas y góticas sacras con la cerámica de Julio González y Miquel Navarro; retablos del siglo XV valenciano con obras de Carmen Calvo; piezas de Equipo Crónica con otras de Nicolás Borrás o Vicente Requena 'El Joven'; los 'Improperios', de El Bosco, con 'Photem Series', de Rauschenberg; Francisco de Goya y Manolo Valdés; y 'María convaleciente', de Sorolla' con 'Kopf der Judith', de Markus Lupertz.

El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) y el Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia presentaron ayer la muestra 'Teníamos todo a nuestro favor', la primera colaboración de ambas entidades y que recoge obras desde el siglo IV al XXI con el objetivo de «generar un diálogo entre los artistas y mostrar cómo las creaciones de los siglos XX y XXI recuperan los géneros clásicos de la pintura a través del bodegón, el retrato y el paisaje». Así lo explicaron el director del IVAM, José Miguel G. Cortés, y los comisarios del proyecto del Museo de Bellas Artes y el IVAM, David Gimilio y Teresa Millet, respectivamente.

La exposición, que permanecerá en el San Pío V hasta el próximo 20 de enero, reúne unas 100 obras, entre pinturas y esculturas de artistas como Joaquín Sorolla, Francisco Ribalta, Joan de Joanes, Pablo Picasso o Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen, entre otros. De ese total, 66 creaciones provienen del IVAM y se han incorporado a la colección del Museo de Bellas Artes de una forma «sutil, pero evidente», ha indicado Millet.

La comisaria explicó que el nombre de la exposición surge de la cita escogida por Oldenburg y Van Bruggen para el exterior de la pieza 'Bottle of Notes', que abre la muestra. Estas palabras, según Millet, «sirven muy bien para esa metáfora del viaje que esta exposición quiere ser», ya que cubre un arco cronológico que comienza en la época ibérica con la escultura 'El León de Bocairent', del siglo IV, y culmina en el siglo XXI.

La muestra discurre a lo largo de 11 salas en las que se «revisan» los géneros y se concluye que los autores «desde el siglo IV hasta el XXI han seguido utilizando los géneros clásicos de la pintura: el retrato, el bodegón y el paisaje», aseguró.

Los comisarios destacaron como «momento sorprendente» la llegada a la sala dedicada al Renacimiento, donde la pieza 'Aro de Oro' de Juan Navarro dialoga con el 'Pentecostés' de Joan de Joanes.

Además, en el recorrido se observa cómo los paisajes de El Bosco dialogan con los de Rauschenberg o cómo la escultura 'Kopf der Judith' de Markus Lupertz se vincula con los retratos de Sorolla.

Asimismo, Gimilio, que ensalzó la «muy buena selección de las piezas», ha explicado que para la muestra también han decidido recuperar 'La Noche' de Equipo Realidad, una obra de la segunda mitad del siglo XXI que forma parte de la colección del Pío V y «casa perfectamente con la pintura barroca valenciana».

Por su parte, Cortés expresó que el arte «no conoce ni de épocas ni de materiales» y ha destacado su «capacidad» de conmover. Por esta razón, recordó que, por primera vez, «los dos grandes museos de València y de la Comunitat trabajan conjuntamente en un proyecto», a su juicio, «muy acertado».

«Teníamos, tenemos y lo tendremos todo a nuestro a favor», asegurócon un guiño al título de la muestra. «No puede ser de otra manera cuando las instituciones culturales y artísticas de esta comunidad colaboran y trabajan juntas», aseguró.