Todas las lecturas que buscas y no encuentras llegan a la Gran Vía de Valencia

La apertura del certamen pone ante los ojos de los amantes del libro, lectores y bibliófilos a la caza de piezas de colección, 28 casetas bajo rótulos de establecimientos no sólo valencianos, sino también de toda España. La cifra de participantes se mantiene con respecto a la de 2024, tal como ha señalado Julián Lorenzo, presidente del Gremio de Librerías de Lance en Valencia y propietario de la librería La Guarida de las Maravillas.

«Esre año nos hemos extendido hasta un tramo más de la Gran Vía. La feria ocupa la extensión que discurre entre las calles Félix Pizcueta y Conde Salvatierra. Además, vamos a estar hasta el día 23 de marzo, que este año es domingo», ha puntualizado Lorenzo.

La propuesta, como siempre llega sin miedo al futuro del sector y como oportunidad para impulsar su ya larga tradición. Llega, además, como nueva oportunidad para los libreros que han sufrido los efectos de la dana al ver atrasados sus almacenes en localidades como Torrent o Sedaví. «El gremio les ayudó económicamente con la exención de las cuotas y de los costes para participar en la feria», ha señalado el presidente del Gremio de Librerías de Lance.

En medio de estas circunstancias arranca la cita en «una buena plaza», como describe Luis Lázaro, de la librería madrileña Arranca Telma, un libro habitual de la Gran Vía desde hace ocho años.

La información que facilita Lázaro ayuda a comprender el momento que vive el libro antiguo y de ocasión, que gana espacio entre los jóvenes. «La segunda mano funciona mucho entre la gente joven», tanto que se ha convertido «en la puerta de entrada» de este público en el universo de las lecturas de lance. «Buscan cosas que no encuentran en las librerías convencionales, donde están muy atados por las novedades», apunta el librero madrileño. Cita como ejemplo la poesía, «las librerías convencionales no suelen tener muchos fondos» y los interesados se acercan a las de viejo. Esta circunstancia encierra ventajas para las dos partes. Los vendedores tienen un nicho para este público, además con un producto que dado que es minoritario «aguanta bien el precio». Y los comparadores pueden dar con los versos ansiados a mejor precio.

Es una aportación importante en tanto que supone una renovación generacional para un sector en el que tiene mucho peso el coleccionismo de los bibliófilos, ámbito en el que el público se sitúa en una franja de edad mayor. Eduardo Mengual, propietario de la librería Al Tossal, también habitual de la feria, incide en el público joven que llega a través de la segunda mano ya sea poesía, novela, historia, ensayo o cómic por citar sólo unos cuantos géneros.

Pero más allá de este flujo de público, no se puede perder de vista la gran apuesta de los libreros valencianos por vestir sus casetas de volúmenes para los coleccionistas más exigentes. Basta un paseo por la Gran Vía del Marqués del Turia para descubrir que allí se pueden encontrar joyas de la bibliofilia.

Para todos los gustos y para todos los bolsillos. Una nueva oportunidad para dar con las lecturas deseadas. Desde este jueves 27 de febrero hasta el 23 de marzo, casi un mes para visitarl la feria.