Eran un reclamo turístico. Un modelo a reivindicar y a exportar. Y para ello se crearon marcas como Mediterranew Fest y Mediterranew Musix, impulsadas ... desde la Agencia Valenciana de Turismo, para vender su influencia económica y cultural en una tierra, la Comunitat, dada a las grandes citas musicales y a los certámenes repartidos por todos los rincones de la región.
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Sin embargo, los festivales de música valencianos han pasado de ser un valor a sentirse en los más agraviados por las restricciones que aún mantienen pese a que la Comunitat ya abraza ya la nueva normalidad. Además, todo ello tras más de un año y medio de pérdidas millonarias. Porque aunque se han eliminado las limitaciones de aforo, la Conselleria de Sanidad ha abierto la puerta a que se solicite el certificado Covid, si las promotoras así lo consideran, para acceder a ellos. Pero sólo a si los empresarios lo consideran, no es obligatorio, porque la Generalitat, según explicó el presidente del Consell, Ximo Puig, el pasado jueves, se enfrenta a la «falta de seguridad jurídica para su implantación» obligatoria.
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La exigencia del certificado covid es «el buen camino» para «apretar el acelerador hacia la normalidad», dijo Puig. Pero este hecho ha suscitado las dudas de los responsables de los festivales. Aunque algunos como los impulsores del Festival de Les Arts, que se celebra en Valencia los días 5 y 6 de noviembre, y el Love to Rock Experience (22 y 23 de octubre) ya han confirmado que así lo exigirán a sus asistentes (los que no tengan la pauta completa de vacunación deberán aportar una prueba de antígenos realizada 24 horas antes o una PCR hecha, al menos, con dos días de antelación), otros se muestran escépticos ante este hecho.
«Si la Generalitat tiene miedo a que esa exigencia sea tumbada por el Tribunal Superior de Justicia, ¿por qué a los promotores no nos puede pasar lo mismo? Las nuevas medias nos dejan en un agravio comparativo con respecto a otros sectores», defiende el promotor Luis Óscar García. Y pone un ejemplo: «para acceder a un estadio de fútbol no es necesario ningún tipo de certificado y a nosotros se nos dice que lo podemos pedir». «Es injusto. Porque además, para mantener la distancia de seguridad que se pide, se necesitan recintos muy grandes. ¿Qué pasa con las salas de conciertos? Los promotores también programamos en estos espacios y, para mantener esas restricciones, los aforos se reducen a un 20%. Para eso, estábamos mejor antes de que se anunciaran las nuevas medidas», asegura.
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Según se conoció ayer, los festivales de música que exijan el certificado covid o Prueba Rápida de Detección de Antígenos (PRDA) para el acceso tendrán libertad de movimiento en las instalaciones, para el consumo de alimentos y bebidas y para el baile, aunque se deberá mantener la distancia de seguridad interpersonal de dos metros y la mascarilla salvo en el momento del consumo. Así, figura en una resolución de la secretaría autonómica de Salud Pública publicada ayer por la Conselleria de Sanidad para regular el protocolo sanitario en la celebración de eventos y festivales musicales al aire libre. El protocolo, además, establece un aforo del cien por cien, debiendo mantenerse la distancia y la organización deberá establecer una ordenación de los flujos de entrada y salida de las personas asistentes. Además, la mascarilla se usará durante todo el evento, incluido en las entradas y salidas, salvo en el momento del consumo de bebidas y alimentos y la organización dispondrá de geles hidroalcohólicos.
La llegada de esa supuesta 'normalidad' a los conciertos no significa que puedan volver a celebrarse los grandes conciertos y giras internacionales que recalaban en la capital del Turia antes de la pandemia. A falta de menos de tres meses para que finalice el año, no hay tiempo para poner en marcha citas musicales de tal envergadura pese a que, desde ya, se ha eliminado las limitaciones de aforo en los conciertos.
Así que la agenda de grandes actuaciones y 'tours' internacionales, pese a lo avanzado de la vacunación y la menor incidencia de la pandemia, seguirá relegada a 2022, cuando regresen certámenes como el Festival Internacional de Benicàssim, el Low Festival, el Rototom o el Arenal Sound, entre otros. Los responsables de estos eventos decidieron aplazarlos al próximo año a la espera de la mejora de la situación sanitaria.
Lo mismo ocurrió también con los grandes conciertos como las giras de Texas, Foo Fighters, Marc Anthony, Bunbury o Alejandro Sanz, entre otros. Todas ellas también se han trasladado al próximo ejercicio en espacios como la Ciudad de las Artes y las Ciencias o la Marina de Valencia.
No obstante, en las próximas semanas se celebrarán citas como el SanSan, el Love to Rock y el Festival de les Arts. Una prueba de fuego para ver cómo se suceden estas citas. También, conciertos como los de José Luis Perales o el Barrio. Antes, en la ciudad se llevó a cabo el Big Sound, en julio, aunque este festival tuvo que renunciar a las grandes figuras internacionales, que sí llegarán en 2022.
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