La Fiscalía archiva la investigación del extravío de los cuadros del Círculo

La investigación sobre el extravío de 93 obras de la colección pictórica del Círculo de Bellas Artes se ha archivado. La Fiscalía no ha observado «suficientes indicios de la comisión de un ilícito penal», según el escrito al que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS. Las obras cuyo paradero se desconocía y entre las que se encontraban piezas de Santiago Rusiñol, José Benlliure o Ignacio Pinazo, han sido localizadas, aunque se desconoce el destino dado a 31 obras. Es la conclusión que se desprende de los resultados de la investigación.

Es el resultado de un asunto que este periódico sacó a la luz el pasado octubre a raíz de la subasta de la colección de obras de la extinta entidad que el Juzgado número 4 de lo Mercantil acordó dentro del procedimiento de concurso de acreedores al que se vio abocado el Círculo de Bellas Artes cuando no pudo hacer frente a sus deudas con la Administración, hecho que desencadenó la extinción de la entidad.

Como desveló LAS PROVINCIAS, en el listado de obras que salían a subasta no estaban todas las piezas que en 2007 se incluían en el catálogo descriptivo de la colección del Círculo de Bellas Artes. En esa fecha la colección recogía cerca de 200 obras, mientras que el listado de la subasta para saldar la deuda lo formaban 103 piezas.

¿Dónde se encontraban las obras que resultaban de esa diferencia? La búsqueda de respuesta a este interrogante abrió una investigación policial, que como se desprende del documento, arrancó a instancia de la directora general de Cultura y Patrimonio, quien «informó de la posible desaparición de 90 obras del inventario de la colección artística del Círculo de Bellas Artes».

La investigación policial incluyó las declaraciones del último presidente de la extinta entidad, Gerardo Stübing, así como de otros representantes de la misma directiva, y del presidente precedente, Juan Antonio Sienra. Como resultado de las pesquisas, se conoció que las obras de mayor interés cultural y valor económico que no aparecían en el listado de la subasta, pero si en el catálogo de 2007, formaban parte de un acuerdo de donación realizado en junio de 2019 entre el Círculo y un tercero. A esta conclusión, a la que se llegó a raíz de las investigaciones, se añaden otras como que algunas piezas fueron retiradas por sus autores y otras subastadas en zocos celebrados por el Círculo en 2010. Además, también se pudo comprobar que dos obras fueron destruidas dado su estado de deterioro. Otras se localizaron en inmuebles de dos municipios de la Comunitat.

Otra cuestión que aclara la información a la que ha tenido acceso este periódico es que de algunas otras piezas –concretamente 31– se «ignora el destino» si bien sobre esta particularidad las conclusiones del fiscal dejan claro que se trata de obras de «escaso valor económico y no se excluye la posibilidad de que hubieran podido ser vendidas en algún momento como en el zoco realizado alguno de los domingos de 2010».

Todas estas circunstancias, puntualizadas en el escrito, son las que han llevado a que no se haya observado razón para seguir adelante con la investigación, a archivar el asunto. Además, también se ha podido confirmar, respecto a estas obras, que no cabe pensar que tengan que ser subastadas, puesto que se observa que ya no pertenecían al Círculo de Bellas Artes cuando se inició el camino .

Como informó ayer LASPROVINCIAS, una veintena de obras de la colección del extinto Círculo de Bellas Artes –entre 20 y 25 piezas– han recibido pujas por parte de personas interesadas en su adquisición. Entre las piezas que no han despertado el interés de posibles compradores se encuentran obras de Sorolla y Muñoz Degrain.

El periodo de pujas finalizó el pasado día 31, y ahora se pondrá en conocimiento de la Conselleria de Cultura el resultado de las mismas en tanto que la Administración tiene derecho de tanteo para poder adquirir las obras por el precio del mejor postor. Se producirá en los próximos días. Cuando la Generalitat reciba la información, dispondrá de un mes para ejercitar su derecho. Todo apunta a que la Conselleria de Cultura no descarta optar a la adquisición de las obras. Así se desprende de la información facilitada por este departamento al explicar que «cuando el administrador concursal nos haga llegar la información de las obras y la relación de precios, se hará una valoración y daremos a conocer si se realiza alguna compra».