Francia se rinde al arte de Manolo Valdés

Pocos artistas de la Comunitat gozan del reconocimiento de Manolo Valdés (Valencia, 1942). El creador, uno de los autores contemporáneos más respetados, es también un auténtico reclamo para el arte al aire libre. Sus esculturas monumentales son piezas casi de culto, que visten cada plaza, calle o avenida en la que se instalan. En la capital del Turia, por ejemplo, una de sus reconocibles pamelas se ubica en la Marina, demostrando que el Mediterráneo es un aliado de la obra del artista valenciano afincado en Nueva York.

Más allá de las urbes, la creación de Valdés también es capaz de reinar hasta en los lugares más insospechados. Por ejemplo, la reciente exhibición de trece de sus obras de arte en dos hoteles franceses. Y es que el país galo se ha rendido a las 'meninas', pamelas y mujeres con tocados de mariposas que llevan la firma del autor valenciano.

De la mano de Opera Gallery, el establecimiento artístico con el que trabaja Valdés, trece piezas de gran tamaño se han ubicado en los jardines del Hôtel du Cap-Eden-Roc (situado en la localidad francesa de Antibes) y el Château Saint Martin & Spa, del municipio de Verne.

La muestra, que lleva por título 'La Rêverie' (soñador en castellano), fue inicialmente organizada para celebrar el 150 aniversario del Eden-Roc, pero se tuvo que posponer por la pandemia. Ahora, y hasta octubre, estas trece creaciones copan los jardines de ambos enclaves con unas piezas que ya adornaron la Avenue George V de París a la espera de que los establecimientos reabrieran.

Las obras del valenciano, y que se han instalado no sólo para el disfrute de clientes y turistas sino también para despertar la curiosidad de los coleccionistas de arte, están realizadas en materiales como el bronce, el aluminio, la resina o el acero inoxidable. De ellas, nueve toman de referencia el retrato femenino para crear esas ya reconocibles mujeres ataviadas con tocados plagados de mariposas o elementos naturales. Es más, su serie de esculturas con mariposas, de la que se exhiben dos creaciones, está inspirada, según el artista, en una casi alegórica escena que vio en Nueva York. Y es que, como señalan los organizadores de este proyecto, Valdés presenció en una tarde de primavera cómo una mujer, sentada en un banco, estaba rodeada de remolinos de estos insectos.

Pero si alguna de las creaciones de Valdés, exmiembro del grupo artístico Equipo Crónica, son conocidas son sus populares 'meninas'. Es bien sabido que los autores clásicos siempre han inspirado al genio valenciano. Goya, Picasso y, como no, Velázquez, han influenciado el universo creativo de Valdés. Esas 'meninas' también copan la muestra. En este caso se llenan de colores en una serie de piezas realizadas en resina.

Así, la representación de la Infanta Margarita, reproducida en el cuadro de Velázquez, se exhibe en naranja, azul, lila y negro azabache o, lo que es lo mismo, como ópalos de fuego, amatista, zafiro y diamante negro.

Pero Manolo Valdés no se olvida tampoco de los propios miembros de su familia a la hora de crear. En esta muestra se exhibe otra joya, en este caso 'Regina II', que con el nombre de su hija se convierte en un busto estilizado que se rodea de una composición de artos a modo de tocado. La obra se erige en el ya conocido como 'azul Valdés', un tono indispensable y característico en la producción del valenciano.

El pintor y escultor valenciano, residente en Nueva York desde 1989, no ha visto afectada su producción creativa por la pandemia. Aunque, como él mismo reconoció en una entrevista con LAS PROVINCIAS a finales del año pasado, sí que tuvo que crear con menos medios. Aún así, sigue demostrando que es incombustible. Para él, según contó, el arte es «una obsesión, casi como una enfermedad que te convierte en un cazador». «Sales a la calle y piensas en lo que te puede servir de inspiración. Vivo en un estado de constante búsqueda, me alimento de eso», decía el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1983 cuya obra está representada en los grandes museos del mundo y en ciudades como Nueva York, París, Zurich, Madrid y Valencia.

El que fuera el introductor en España de una forma de expresión que combinaba el compromiso político y social con el humor y la ironía y fundador del grupo artístico Equipo Crónica junto con Juan Antonio Toledo y Rafael Solbes, en vigor hasta 1981, sigue trabajando. Prueba de ello no sólo es esta reciente exposición -que se suma a otras en los últimos meses en París, Roma, Miami o Estambul- sino también su capacidad para seguir defendiendo que el arte «es tan necesario como siempre». «Yo sigo manteniendo la conciencia social aunque cuando empezaba sí hice un arte más panfletario, más directo. Pero el arte es más necesario que nunca», respondía el valenciano. Un creador optimista pese a las circunstancias actuales derivadas de la pandemia, que sigue demostrando que su arte es inagotable.