

Secciones
Servicios
Destacamos
Se cobra y se envuelve casi a la vez. Se repone. Se mira que el producto esté alineado. Se escuchan las peticiones del cliente. Se vuelve a empaquetar un regalo. Suena el teléfono y se atiende a una consulta. Luego un consejo, más tarde una búsqueda en el ordenador. No son días normales en los comercios de la ciudad. Es Navidad y hay que comprar regalos. Y uno de los presentes que sigue siendo una de las preferencias de todos aquellos que se han portado bien este año es un libro. Ya sea novela, un cómic o un cuento. Los libros se regalan. Y mucho. E, incluso, se auto regalan. ¿Cómo es una tarde en una librería valenciana? ¿Qué buscan los lectores? ¿Qué regalan? LAS PROVINCIAS ha querido vivir el frenesí de una tarde en un establecimiento mítico e histórico de la capital del Turia: la librería Soriano. Abiertos desde 1947, la tercera generación de los Soriano, en este caso Chelo, recibe al cliente nada más poner un pie en este céntrico local de la calle Xàtiva. Pero antes, el escaparate ya anuncia que el buzón tanto de Papá Noel como de los Reyes Magos espera las peticiones literarias de los valencianos.
En esa vitrina se ve el aperitivo de lo que se va a poder encontrar dentro de Librería Soriano. La propia Chelo da las claves de lo que se va a vivir esa tarde, la del 21 de diciembre, y en una semana con la Nochebuena y el día de Navidad a la vuelta de la esquina. «No paramos. A partir de las seis de la tarde comienza a llenarse la librería. Este se ha convertido en un punto de encuentro para la gente. Hay personas que quedan aquí, que entran sólo a mirar y que saben que la librería ya forma parte de su memoria sentimental», asegura la librera. A estas alturas, y a falta de pocas horas para Navidad, el ajetreo es constante. «A estas alturas, estamos mejor en facturación que el año pasado. Eso es indicativo de que la gente regala libros», afirma. Y tanto que sí.
En Soriano no paran de entrar personas. De todo tipo y condición. María ya está en la cola con dos cuentos infantiles para sus nietos. Son pequeños y han pedido juguetes. «Pero siempre les regalo algún libro», cuenta a este diario. Otro cliente se desplaza a la planta de abajo. Se puede decir que allí se encuentran los ensayos, los libros de historia y filosofía y los clásicos de la literatura. Incluso el reciente libro del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de título 'Tierra firme'. En esta tarde de jueves, nadie le echa un ojo. Y en esta planta, se podría decir que para paladares más exquisitos, un cliente busca una edición de 'Crimen y castigo', de Dostoyevski. El dependiente no duda en mirar el ordenador y encontrar dos volúmenes –«ambos son muy buenos», le dice al lector, que se decanta por el más económico. Luego, pide, en este caso, una edición de 'Las mil y una noches'. De nuevo, el dependiente mira en el ordenador. «Está en la misma colección que este de 'Crimen y castigo'», la cuenta al cliente. Dicho y hecho, se lleva ambos. Son para regalar, así que le son empaquetados y con sus presentes, se marcha de la librería.
Un grupo de tres chicas jóvenes también busca un obsequio para, se les oye, un amigo invisible. Cogen un libro de Alice Kellen y lo ojean. Pero cambian de opinión y deciden marcharse. No se sabe si regresarán más tarde o han cambiado de opinión. De nuevo, ya en la planta de arriba otra vez, el trasiego comienza a ser mayor. Dos personas en caja, más el dependiente de abajo. Chelo supervisando que los libros estén en su sitio. Los clientes, consultando los precios en las máquinas que hay repartidas por el establecimiento. Como dos caras de una misma moneda, una pareja lleva cada uno un libro para pagar. Ella, uno de la superventas Megan Maxwell que lleva por título 'Hola, ¿te acuerdas de mí'?. Él, el 'Ulises', de Joyce. Ambos se van de Soriano contentos.
Sigue entrando gente. Los dependientes son más que meros cobradores. Dan consejos, buscan y recomiendan. Eso a los indecisos que no saben qué comprar o regalar. Los que van a tiro hecho, llegan a la caja con los presentes que se colocarán debajo del árbol estos días. Y todo es multitarea. Porque mientras el cliente paga con tarjeta se aprovecha para envolver el obsequio en el papel que lleva el logotipo de la librería y se pregunta si es necesario marcar cada uno de los regalos para poder diferenciarlos.
«Me voy a hacer un auto regalo», se oye como un joven le dice a otro justo cuando entran por la puerta de la tienda. Se va directo hacia un 'best seller', un tipo de libro que «estos días se vende solo», cuenta Chelo. Y no es de extrañar, porque sólo el primer vistazo al escaparate da buena cuenta de las verdaderas estrellas de la Navidad: las últimas novedades de Juan Gómez-Jurado, Arturo Pérez-Reverte... pero también de valencianos Santiago Posteguillo y su 'Maldita Roma'; de la superventas Alice Kellen; el último cómic de Paco Roca...
¿Qué es lo que más se regala?, surge la pregunta a los responsables de la librería. «De todo, pero sobre todo mucha novela y mucho libro juvenil. Ellos, los jóvenes, son los que más leen. E, incluso, en inglés. Sorprendería ver cómo saben cuándo se lanzan determinadas novedades, las sagas...», cuentan. Lo hacen mientras siguen buscando en el ordenador un libro concreto, envuelven con papel de regalo uno de los ejemplares que pronto dará felicidad a otra persona o entregan el tíquet regalo por si Papá Noel o los Reyes se han equivocado o no han acertado con el género.
La actividad es cada vez más frenética. La cola se hace más larga y Soriano sigue llenándose de ávidos lectores que buscan un presente para un ser querido o, como en el caso de muchos de los que han entrado, auto regalarse la última novedad literaria.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Melchor Sáiz-Pardo y Álex Sánchez
Patricia Cabezuelo | Valencia
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.