La Fundación Brines emprende nuevo rumbo

Recuperar la dimensión real de la figura del poeta Francisco Brines, el único Premio Cervantes valenciano. Es el objetivo que se ha marcado la Fundación Brines. Se trata de una apuesta que descubre que la entidad que vela por la memoria y el legado del autor de 'Las brasas' ha emprendido un «cambio de rumbo» tras la salida de la anterior presidenta y la constitución de un nuevo patronato. «Queremos que el legado de Brines vaya más allá de la Comunitat Valenciana», asegura la presidenta de la entidad, Mariona Brines.

En esta línea de acción se enmarca la propuesta que han lanzado para el próximo 9 de octubre. Ese día en el Ateneo de Madrid se celebrará un acto de homenaje al poeta bajo un título tan elocuente que resume la esencia del nuevo camino: 'Brines vuelve a Madrid'. El acto, que encierra el recuerdo al poeta y su obra, contará con la participación de un nutrido grupo de poetas entre quienes se encuentran Luis Antonio de Villena, Joaquín Pérez Azaústre, Abelardo Linares, Antonio Lucas, Javier Lostalé, Ana Castro y Margarita Hernando de Larramendi, entre otros. Asistirán la presidenta y la secretaria de la fundación, Mariona Brines y Rosa Mascarell, respectivamente.

La cita llega cuatro años después de que Brines recibiera el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes. Es el regreso, «invocado por sus amigos a la que fue su casa de lecturas, tertulias y homenajes: el Ateneo de Madrid», según la fundación. La capital fue el destino donde «más años residió. Allí construyó su identidad como hombre y como poeta, vinculado y en conflicto con la nostalgia de sus campos de naranjos y su mar. Ya retirado«.

Si bien con este acto la fundación muestra el «cambio de rumbo» que refiere la presidenta de Fundación Brines, no se puede perder de vista que todavía están pendientes otros movimientos con el objetivo de mantener viva la figura de un autor universal, del único valenciano que ha obtenido la más alta distinción que se concede a la literatura en lengua castellana. Por el momento no se ha nombrado nuevo director y al parecer no es un asunto que vaya a tener pronta solución.

Lo que sí está en marcha, como ha confirmado Mariona Brines, ya está avanzada la primera fase de la catalogación de la biblioteca que el poeta atesoró en el escenario de muchos de sus poemas. Este proyecto, que se lleva a cabo sufragado por la Diputación de Valencia, tiene previsto finalizar con el año la primera etapa de la catalogación que se está centrando en los volúmenes antiguos. Inventariar los bienes y las obras de arte, así como poner en orden una biblioteca de miles de títulos es el primer paso para convertir Elca en espacio visitable,

Hacer de la casa y los naranjales que la rodean un lugar de acogida para investigadores y también para curiosos está en la agenda de trabajo de la fundación como proyecto clave. Pero la meta no se alcanza. Hay asuntos que resolver, reparaciones que realizar para adaptar Elca a las visitas. «Ya hemos contactado con un estudio de arquitectos» para que estudie la situación y poder empezar con alguna intervención. Pero no parece que esta sea la solución definitiva.

Hasta ahora los retrasos se han instalado en las estancias de la última residencia del poeta hasta convertirse en una constante en el contexto de una fundación que no disfruta de la mejor salud económica. Ha llegado a buscar apoyo para financiarse, tanto en las instituciones públicas, como en el mecenazgo. Y no parece que la situación haya mejorado.

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