Glòria Tello califica de «telenovela» el conflicto con el legado de Blasco Ibáñez

«Una telenovela curiosa». Con estas palabras definió ayer la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Valencia, Glòria Tello, el conflicto sobre el legado de los fondos de Vicente Blasco Ibáñez, que tiene enfrentados al Consistorio y a la Fundación que vela por la memoria del escritor por la propiedad de este legado.

Tello mostró su desagrado por «la tourneé mediática» de la entidad blasquista. «No tiene sentido y no va a poder cambiar la posición del Ayuntamiento porque no hay político que firme una cosa contraria a un informe jurídico como el que hay», afirmó en relación a los documentos que tiene el gobierno municipal en los que, según el abogado de la ciudad, el 'cap i casal' es propietario de los fondos. Un archivo que, según la Fundación, les pertenece. En concreto, el de la donación realizada por la nieta del escritor, Gloria Llorca, en 1997.

Asimismo, y pese a que, como ayer publicó LAS PROVINCIAS, está siendo el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, el que capitanee las negociaciones con los descendientes del novelista para evitar recurrir a la Justicia -ya se han realizado reuniones fuera del Consistorio entre ambas partes- Tello insiste en que espera que «esta telenovela acabe y que el sentido llegue a todos para que sin ningún drama se solvente» la polémica allá donde se tiene que solventar». En lo referente a la relación con la Fundación Blasco Ibáñez, la concejala dijo que le «gustaría que vinieran a la presentación de la revista 'Prometeo'», una nueva publicación impulsada y que será presentado por el propio alcalde el próximo lunes. «Esta no deja de ser una acción más de todas las que en tres años y medio ha hecho el actual equipo de gobierno municipal en favor de la figura del escritor», aseveró.

Por su parte, la candidata del Partido Popular a la alcaldía de Valencia, Mª José Catalá, dijo ayer que si llega a ser alcaldesa de la ciudad «el legado de Blasco Ibáñez permanecerá en su casa-museo, que es el lugar de donde nunca debería salir, porque no tendría ningún sentido alejarlo de la Malvarrosa».