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Carlos Aganzo, director de Fundación Vocento junto a Alicia Viladomat, autora de 'Pilar de Valderrama, memorias de un gran secreto', este miércoles en Villa Amparo. IRENE MARSILLA
Guiomar, la musa de Machado, revive en Rocafort

Guiomar, la musa de Machado, revive en Rocafort

Villa Amparo, la casa donde residió el poeta durante la Guerra Civil, acoge la presentación del libro 'Pilar de Valderrama, memorias de un gran secreto'

Laura Garcés

Valencia

Miércoles, 12 de abril 2023, 23:11

Leonor y Guiomar, o Guiomar y Leonor, qué más da, si lo que resulta en torno a estos nombres es la obra del poeta Antonio Machado. Pero hay que elegir. Y nos quedamos con Guiomar, la musa del poeta de quien llegó a pensarse que no existió e incluso a considerar la posibilidad de que fuera «un fantasma». Nada más lejos de la realidad. Guiomar existió y esta tarde ha renacido, revivido en una visita de esencia literaria a la mítica Villa Amparo que el autor de 'Campos de Castilla' habitó en el valenciano Rocafort.

En la casa que durante dieciséis meses acogió a Machado y a su familia en medio de la Guerra Civil antes de partir al exilio de Colliure, localidad francesa donde emprendió el último viaje, se presentó ayer el libro 'Pilar de Valderrama, memorias de un gran secreto', obra de Alicia Viladomat. La escritora, nieta de Pilar de Valderrama, estuvo acompañada del periodista y escritor Carlos Aganzo, subdirector de Fundación Vocento. El experto en la vida y obra del escritor ejerció de moderador en un encuentro de profundo calado poético.

El título invita a escudriñar las entrañas de sus páginas. Antes se hace necesario escuchar a la autora, que convivió con su abuela «durante veintidós años», para comprender las razones que la empujaron a contar la apasionante historia de una mujer que, además de ser la musa del artista, ella misma tuvo una interesante vida literaria que no sólo la llevó a escribir, sino también a agitar tertulias y encuentros con grandes nombres «de la Generación del 98 y también del 27», apunta Alicia Viladomat en su conversación con LAS PROVINCIAS. «Fue de las primeras académicas de Hispanoamérica en 1930 y fue defensora del voto de la mujer con Clara Campoamor», añade.

El «secreto» al que apunta el título del libro es el que «mi abuela nunca me confió» a pesar de las dos décadas que convivió con ella. Pero Alicia no se conformó con ese silencio, pese a que se conocía que Pilar de Valderrama era ni más ni menos que Guiomar. La nieta quiso saber más y se puso a investigar «cómo era mi abuela, cómo se comportaba, la relación que tenía con los intelectuales de la época y la que tuvo con el gran poeta». Con Machado había iniciado su relación al trasladarse a Segovia, donde él ejercía como profesor de francés, después de que «una amante de su marido se suicidara. Cuando mi abuelo le confesó la infidelidad, se marchó a Segovia».

Una colección de cartas, «más de 500» que conservaba la familia, de la que sólo Alicia Viladomat es heredera, sirvió de pista para ir profundizando en las relaciones de una figura de la que dice la autora de 'Pilar de Valderrama, memorias de un gran secreto' que tuvo un «amor muy potente» con Machado, si bien la nieta no se ocupa «de la relación física porque no me consta».

El libro que se ha presentado, y del que Carlos Aganzo explicó a LAS PROVINCIAS que llega para «humanizar» al personaje, para romper «el mito» y recuperar a la mujer que fue «escritora y como otras quedó olvidada y sepultada», incluye la obra 'Sí, soy Guiomar', publicada en 1981, y en la que Pilar de Valderrama da a conocer cartas con el poeta y la confesión de su secreto..

Y, sobre todo, quedan los versos, los que Machado escribió en Rocafort en vísperas de partir a Colliure en los que cita a la que fue su gran amor tras la muerte de Leonor: «De mar a mar entre los dos la guerra, / más honda que la mar. En mi parterre, / miro a la mar que el horizonte cierra. / Tú asomada, Guiomar, a un finisterre,..». Creía entonces el poeta que Pilar de Valderrama seguía exiliada en Estoril. Los versos, entre los últimos del poeta, resonaron ayer en Villa Amparo, la casa de los poetas que por una tarde ha recibido a Pilar de Valderrama, a Guiomar si se prefiere.

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