
Secciones
Servicios
Destacamos
'Klaus', una producción de SPA Studios y Atresmedia, hizo historia al ganar el Bafta como mejor película de animación. El productor Gustavo Ferrada, natural de Burriana, se embarcó en este proyecto en 2013. La cinta. nominada al Oscar, empieza a recoger los reconocimientos por un trabajo en el que han participado más de 300 personas.
–¿Qué porción del Bafta le pertenece?
–Muy poquito. El Bafta es para el director Sergio Pablos, que tiene un talento extraordinario y una capacidad para generar propuestas abiertas y amables como ‘Klaus’. Es él el que ha aportado su saber, su preparación y su experiencia y el resto ha aportado muchísimo a la exigencia del proyecto. El Bafta, como otros galardones, reconoce el esfuerzo compartido.
–¿Cómo se introdujo en este proyecto de animación?
–Yo conocí a Sergio Pablos en ‘Futbolín’, de Juan JoséCampanella. Él era el supervisor de la cinta y yo el productor ejecutivo de la parte española. La primera vez que hablamos de ‘Klaus’ fue en noviembre de 2013, el teaser se realizó en 2015 y de ahí hasta ahora. Mi trabajo ha sido consistido en logar el armado de la coproducción y buscar financiación.
–Un productor de cintas de imagen real, ¿qué lección aprende con una película de animación?
–Muchas, como que para conseguir llegar a lo más alto hay que juntarse con los mejores, dejarles hacer y conseguir los medios.
–¿En cuál se necesita tener más fe: en animación o en imagen real?
–En la animación se hace un acto de fe más grande. Es una liga más pequeña, pero se pelea con los más grandes como Disney y Pixar, que son imposibles de batir. En animación por menos de siete millones y un mínimo de dos años no se levanta una película, pero cuando ya te dan luz verde al proyecto es porque el proyecto es buenos y tiene el respaldo necesario: se han convencido a inversores y explotadores, se han cerrado acuerdos, etcétera.
–‘Klaus’ apenas tuvo exhibición en cines y se popularizó en plataformas. ¿Es un síntoma de la división de la industria y el espectador de salas?
–El público ve las películas que le interesan. Se ha democratizado el acceso a las pantallas y los hábitos de consumo se modifican de forma muy rápida. Veo confluencia entre los gustos del público y la industria pero también hay modos distintos de estructurar la explotación de las películas. Las salas se están quedando para cierto tipo de cintas. Las salas tienen su potencial; otra cosa son las estrategias comerciales de los operadores.
–¿Se demonizan las plataformas y se glorifican a las salas?
–Todo proceso de cambio genera conflicto. Hay una tendencia a maximizar los procesos de reestructuración de negocios audiovisuales y convertirlo en momentos de debacles y catastrofismo. No se debe demonizar a las plataformas. Hay que glorificarlas, como se hace con las salas de cine porque implican más posibilidades de hacer productos audiovisuales y más opciones para llegar al público. El hábito de ir a una sala no sólo no se debería perder porque supone una experiencia social que provoca que las películas sean percibidas por el espectador de otra forma, sino que se debe potenciar. La industria audiovisual no ha de competir entre sí (plataforma o cine) sino con otros modelos de ocio, como el fútbol. Lo ideal sería que ninguna de las nuevas formas elimine a las demás y encontrar los modos de convivir. El desarrollo de cine generalista en plataformas no debe impedir la promoción de películas arriesgadas con historias de distinta sensibilidad en la gran pantalla. Se trata de encontrar a más público, más lejos y en más sitios. La pugna entre ventanas favorecerá al espectador: prefiero la sobreoferta de productos entre operadores que el desierto audiovisual.
–Ha producido ‘Vivir dos veces’, cinta que arrasó en los premios del audiovisual valenciano. ¿Cómo ve el sector local?
–Me gustaría trabajar más aquí e incluso tengo dos proyectos futuros que podrían desarrollarse en la Comunitat. El audiovisual valenciano tiene profesionales con talento y experiencia, se ha dar el siguiente paso: tener la ambición de llegar a mercados más amplios. Las películas si no se ven, no existen.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
«De repente, no sientes nada y no puedes moverte»
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.