Celebrada anteayer la 37 edición de los Goya en el Auditorio Andalucía de Sevilla, esta vez la reiterada deficiencia se subsanó mediante una sensata exigencia: «Los discursos han de tener una duración máxima de un minuto. ¿Entendido?». Sí, se entendió. Por eso, la gala sevillana, presentada por Clara Lago y Antonio de la Torre, duró esta vez tres horas y media, unos tres cuartos de hora menos que en anteriores ediciones. Los telespectadores pudimos irnos a la cama antes de las dos de la madrugada.
La triunfadora de la gala fue 'As bestas', con nueve premios Goya. Un western rural que despierta pasiones. Su director, Rodrigo Sorogoyen (Madrid, 1981), tiene en su filmografía estupendas películas como 'Stockholm' (2013), 'El reino' (2018), 'Madre (2019) y 'Que Dios nos perdone' (2016; en su reparto, la actriz valenciana Teresa Lozano, Premio de Honor de las Artes Escénicas Valencianas 2020 y Premio Honor 2022 del Consell Valencià de Cultura).
Un momento intenso. En la gala del sábado, Sorogoyen tuvo unas justas palabras reivindicativas. Mostró su apoyo a los habitantes de Sabucedo, localidad gallega con unos 200 habitantes, dónde se rodó 'As bestas' y amenazada por el proyecto de construir en esa hermosa zona cuatro parques eólicos. «Energía eólica sí, pero no así», proclamó Sorogoyen. Entre los asistentes a la gala, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, varios ministros y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.
En Sabucedo se celebra anualmente la fiesta de 'la Rapa das bestas', que consiste en bajar los caballos salvajes del monte hasta el pueblo y llevarlos a un recinto cerrado, donde allí son 'aloitados' (se les corta las crines y se les tumba para poder marcarlos). En 2007, la Unesco declaró estas fiestas de interés turístico internacional. «La gente de Sabucedo nos ha hecho amar la fauna y la flora de una manera que no habíamos visto nunca», afirmó Sorogoyen en su defensa de los habitantes y montes de la zona.
El momento más emocionante de la gala fue el largo y sentido aplauso en memoria de Carlos Saura. Muy cariñosas y expresadas con sencillez y excelente dicción (que tomen nota muchos jóvenes actores) las palabras de Carmen Maura en memoria de Saura. Impecable el discurso de Fernando Méndez-Leite, presidente de la Academia de Cine, con el todavía necesario recordatorio de que es necesario y complicado llevar espectadores a las salas de cine. Antonio de la Torre mencionó con gratitud a Santiago Segura.
La crítica está siendo injusta con las muy taquilleras películas de Santiago Segura. Historias que cuentan conflictos cotidianos convertidos en aventuras familiares más maliciosas de lo que parece. ¿Es posible que se le tenga envidia a Segura por sus insistentes éxitos comerciales? Es posible. También lo es que dentro de 30 o 40 años se le premie con un Goya de Honor.
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