El almacén que la Generalitat Valenciana tiene en la localidad de Riba-roja de Túria, uno de los municipios más afectados por DANA y donde el Consell guardaba unas 300 obras de arte que han tenido que ser evacuadas por la inundación de la nave -alrededor de unas 170 obras la Colección de Arte Contemporáneo de la Generalitat y un total de 128 piezas del IVAM- ya había sido señalado como un espacio no apto para conservar el patrimonio artístico.
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Así al menos lo denunciaron hace justo un año los técnicos del del Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación (IVCR+i) -organismo dependiente de la Conselleria de Cultura-, quienes en un informe adelantado por LAS PROVINCIAS aseguraron que este enclave en el polígono industrial El Oliveral de este municipio «incumple en numerosos aspectos las normas de organización y conservación de los espacios dedicados a las obras de arte dictados por la Unesco y la ICOM (Consejo Internacional de Museos)».
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Esta fue una primera afirmación en un documento que sirvió para apuntalar los argumentos que se utilizaron para cesar al que hasta noviembre de 2023 fue el director del Consorcio de Museos, José Luis Pérez Pont, quien había sido el artífice de la puesta en marcha de esa Colección de Arte Contemporáneo de la Generalitat. El informe ejemplificaba que la nave de Riba-roja no era apta para salvaguardar el patrimonio artístico que desde 2017 y hasta 2022- momento en el que se dejó de comprar creaciones a autores de la Comunitat- fue adquirido por la Generalitat y exhibido en los espacios del Consorcio de Museos. Ese documento presentaba unas conclusiones demoledoras. «El almacén no proporciona condiciones de almacenamiento apropiadas, carece de orden y limpieza, advirtiéndose que no se trata de un almacén exclusivo para obras de arte». «No es un almacén hermético». «El espacio está compartido con mercancía y material museográfico, así como cajas con catálogos de muestras pertenecientes a multitud de exposiciones del Consorcio de Museos». «La colección además comparte espacio con restos de material de albañilería abierto y en uso». Son sólo algunas de afirmaciones de los técnicos del IVCR+i sobre un almacén del que el día 8 de noviembre, tras la DANA del 29 de octubre, se evacuaron unas 300 obras de arte que, según Cultura, no sufren «daños graves ni irreparables».
Pero los especialistas en conservación del IVCR+i también arrojaron más luz sobre la situación de este espacio, donde también se almacenaban antes de ser retiradas por la inundación unas 128 esculturas de los fondos del IVAM, entre las que hay piezas de autores tan reconocidos como Miquel Navarro, Richard Serra, Martín Chirino, Soledad Sevilla, Sanleón, Jaume Plensa o Gerardo Rueda, entre otros. Entre otras conclusiones, los técnicos también subrayaron que «el almacén no cuenta con sistema de control de condiciones de temperatura y humedad relativa que aseguren una optima conservación de las piezas» -un hecho que, tras verse afectado por la DANA, cobra mayor relevancia. También, que «algunas de las piezas se encuentran mal embaladas, con coberturas rotas y sucias que permiten la entrada de suciedad e infestación de plagas». «Incluso se advierten piezas en cajas abiertas como el caso de la obra de grandes dimensiones 'Aeronave de rescate' de la artista Olga Diego. Se advierte también que algunos de los materiales de embalaje no cumplen con las garantías de conservación de las piezas, deteriorando en un futuro los materiales que componen las propias obras de arte», se asegura en ese informe, realizado por los especialistas tras una visita al almacén el 10 de noviembre de 2023.
Pero aún hay más. Los técnicos pusieron de relieve la inexistencia de un 'box' de emergencia para atender cualquier siniestro; la ausencia también de «una zona de tránsito para el desembalaje e inspección»; o la falta de un «listado físico de las obras contenidas con la localización de las piezas para poder consultar en caso de necesidad de priorizar y actuar por necesidad de evacuación por emergencia» («las cajas que las contienen tampoco están provistas de ninguna etiqueta identificativa con numeración, fotografía y demás datos»). Y, además, no era la primera radiografía que realizaban de esta nave de Riba-roja para comprobar su idoneidad para albergar obras de arte. En el informe también se relataba que ya en 2018, un año después de que se iniciara la compra de obras para crear la Colección de Arte Contemporáneo de la Generalitat, los especialistas redactaron un documento donde se recogían las necesidades de conservación de cada obra, cómo debía ser su almacenaje, su transporte... Desde esta entidad afirmaron que se elaboró un texto «desarrollando una propuesta de continuidad». Sin embargo, el ente que por entonces tutelaba Pérez Pont no volvió a solicitar la colaboración del IVCR+i.
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Ahora, este almacén, donde también se guardan archivos en papel y documentos de otras consellerias, ha tenido que ser evacuado y trasladar las obras de arte a otra nave -de la que Cultura no ha dado datos para garantizar la seguridad de las piezas- ante la inundación sufrida. La conselleria alega que «la inspección de las primeras obras de arte evacuadas revela que las cajas de almacenaje han evitado daños graves o irreparables sobre las esculturas». «Las piezas se conservan en embalajes de madera diseñados específicamente para protegerlas. A su vez, la propia obra de arte está resguardada dentro de la caja con material de amortiguación como plástico de burbujas, planchas de espuma de polietileno o papel Kraft. Asimismo, hay que recordar que las piezas no se almacenan en contacto directo con el suelo, sino sobre estructuras», defienden desde Cultura.
La conselleria ha explicado estos días los pasos que llevó a cabo para rescatar las piezas de arte de esta nave que la Generalitat tiene en Riba-roja. Tras la primera visita de los técnicos, realizada el pasado 1 de noviembre (la DANA se produjo el 29 de octubre), se activó la primera fase del plan de protección de colecciones ante emergencias. Consistió en el estudio de la situación de la nave y de su entorno inmediato y en la definición de los recursos humanos y materiales necesarios. En una segunda fase, debido a la falta de suministro eléctrico en la zona, se contrató un grupo electrógeno para trabajar in situ y proceder a la limpieza del suelo que hacía impracticable el acceso de maquinaria específica. Esta tarea se prolongó durante una semana. Tras diversas reuniones de trabajo se estableció la operativa para la evacuación externa de las obras de arte, que comenzó el pasado viernes 8 de noviembre, siguiendo un estudio de prioridades de intervención. En la tercera, que es la que se está llevando a cabo ahora, los técnicos están realizando informes técnicos de cada una de las piezas para evaluar los daños y escalar el volumen de intervención necesario sobre las obras afectadas.
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