Aspecto que ofrece el Pati Obert, espacio destinado a mostrar esculturas. Jesús Signes

El IVAM, un museo de bajo rendimiento

El Pati Obert está en desuso y sin actividades, el restaurante suma un año cerrado y la la sala de la Muralla, que se clausuró en marzo, aguarda una obras tras las filtraciones

Laura Garcés

Valencia

Miércoles, 15 de junio 2022, 18:32

El IVAM, el museo que nació con vocación de éxito para la vida cultural y que en España fue pionero, muestra hoy una imagen alejada de esa aspiración. Un museo no sólo ha de tratar de ofrecer buenas exposiciones y atraer visitas, sino que ha ... de preservar el prestigio de un espacio que está llamado a servir a la ciudad. El jardín de las esculturas está ahora alejado de la vocación de encuentro ciudadano con la que se presentó, el restaurante –un atractivo en otros museos del país– cumple un año cerrado y la Sala de la Muralla, que se clausuró el pasado marzo, está a la espera de obras.

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El restaurante, cerrado desde hace un año. Damián Torres

El restaurante lleva un año cerrado. Si al visitante se le ocurre pasear por las inmediaciones y se acerca al jardín de las esculturas –Pati Obert–, en la parte trasera de la sede del museo, descubrirá un escenario desolador, un paisaje de abandono. El IVAM no programa actividades en dicha área.

Para completar el retrato basta echar la vista atrás y recordar que el pasado marzo el museo tuvo que cerrar la exposición que en la Sala de la Muralla dedicaba a Ignacio Pinazo. Las filtraciones de agua a causa de la lluvia en el espacio aconsejaron retirar la obra y clausurar la muestra que el 30 de junio reabrirá en la galería 6 del museo. El histórico espacio aguarda unas obras que, según la información que facilita el propio museo, en 2022 no estarán terminadas, pues se prevé que «la licitación esté antes de final de año».

El jardín, que hoy vuelve a mostrar su aspecto de solar, se bautizó con el nombre de Pati Obert. Concebido como espacio de convivencia ciudadana y experiencia artística para ir mostrando esculturas de la colección del IVAM hoy se encuentra vacío de contenido y, eso sí, repleto de pintadas sobre un suelo que bien poco se corresponde con el de un jardín. Tardó cinco años en llegar desde que se anunció. Y hoy cuando sólo han pasado dos de la llegada de las primeras esculturas poco más se ha visto en ese espacio.

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La otra herida por la que sangra la gestión del IVAM es el restaurante. Bajó la persiana en julio del año pasado. El motivo era la reforma integral del rincón gastronómico del IVAM. Según ha podido saber LAS PROVINCIAS, por parte de los concesionarios del servicio, la Abogacía de la Generalitat recibió un escrito en el que se solicitaba conocer las características de la intervención de la obra en virtud de la cual se tuvo que cerrar el servicio de restauración. Pero a esa petición de información no ha seguido una respuesta de la Abogacía cuando ya han pasado en torno a cinco meses desde que se planteó la pregunta, siempre según las fuentes. Desde la dirección del museo, anunciaron la semana pasada la reapertura para el 1 de julio, fecha que ahora han puntualizado sin ofrecer otra segura.

El IVAM adelantó ayer a LAS PROVINCIAS que va a actuar contra la adjudicataria de las obras. Aseguraron que la duración de las obras se ha excedido respecto a la «previsión inicial» que señalaba «el final para Navidad», la de 2021. La situación ha llevado al espacio a decidirse por la «imposición de penalidades por incumplimiento muy grave» a la empresa, algo que podría terminar en «la rescisión del contrato y la reclamación de daños y perjuicios por parte del IVAM».

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José Luis Mascaraque es el cocinero que explotaba el restaurante cuando llegaron las obras y que ahora anota en su cuenta 12 meses cerrado. Fuentes consultadas por este periódico aseguraron que la concesión ha sido renovada recientemente por un año, que supone aplicar la prórroga inicialmente prevista en el contrato. Pero queda algo por resolver y que, como ha podido saber este periódico, podría conducir a los concesionarios del servicio de restauración a litigar con el deseo de esclarecer cómo resarcirse, si corresponde, de los 12 meses que estando incluidos en el contrato no han trabajado.

La revisión de las heridas del IVAM conduce a la Sala de la Muralla, espacio que necesita una intervención pendiente de licitación. «El 27 de junio pasará por el Consejo Rector la autorización para la licitación». La obra afectará al acceso y al interior de la sala. Requiere 458.000 euros para acabar con las filtraciones, además de que contempla actuar en la rampa de entrada y en la propia muralla. Es una obra de calado que aún tiene que seguir esperando.

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