El espíritu rebelde de Pinazo

Se trabaja casi a contrarreloj para instalar las más de 200 obras que conforman la exposición que el IVAM inaugura el próximo jueves. Meses de preparación para volver a abrir las puertas de la sala de la Muralla, rebautizada como sala Pinazo, y que vuelve a demostrar que la producción pictórica y artística del creador valenciano es inagotable.

«Se trata de una muestra que presenta al Pinazo que más sentido tiene dentro de la colección del IVAM», asegura a LAS PROVINCIAS el comisario de la muestra, Josep Salvador. Inmerso en la organización de la exhibición, el experto revela que este nuevo proyecto, que lleva el título 'El espíritu de una época: Ignacio Pinazo en la colección del IVAM', presenta a un artista «libre y moderno, que no atiende a reglas ni fórmulas y que quiere ser testigo de lo que está pasando en ese momento», afirma.

Para ello, el IVAM ha desempolvado más de 200 piezas, la mayoría dibujos pero también lienzos y tablas, de la gran colección de obras de Ignacio Pinazo (Valencia, 1849-Godella, 1916) que posee la pinacoteca. Llama la atención que también una importante parte de las piezas elegidas es de pequeño formato. «En ellas se hace presente el estilo peculiar de Pinazo, un autor que abandonó el tono más academicista para abrir nuevos caminos. Es un creador muy moderno para la época», destaca Salvador.

Es más, si de algo ejemplifica esta exposición es el carácter innovador y menos academicista del autor. «Algunos de los dibujos son apenas unos trazos. Con unas pinceladas crea todo un paisaje. Uno de sus autorretratos, por ejemplo, da la sensación de que puede ser un cuadro inacabado. Pero no es así. Todo tiene su intención», asevera el comisario.

'El espíritu de una época: Ignacio Pinazo en la colección del IVAM' demuestra que estamos frente a un artista de trazos ágiles, que transmiten la realidad en movimiento para alcanzar un estilo tan personal «caracterizado por las formas libres y la defensa de la autonomía del arte». Es más, no hay que olvidar que en el parlamento con el que Pinazo accedió a la Academia de Bellas Artes de San Carlos, 'De la ignorancia en el arte', ya suscitó la crítica por lo polémico de sus palabras. «Es un creador con una técnica muy avanzada, cuyos bocetos o dibujos abrazaban la innovación, con elementos impresionistas pero con un discurso propio», afirma.

Mientras los operarios cuelgan los cuadros y miden con precisión que todo es correcto, se afanan en colocar un conjunto de obras en el que también hay espacio para piezas de otros autores como Sorolla, Esteban Vicente o Mompó. Es más en el caso de la comparativa de entre Sorolla y Pinazo las diferencias son notables. «Son dos formas diferentes de entender la pintura», cuenta el experto. Aunque lo que es indiscutible es que Pinazo inspiró a otros autores, quizás porque, como reivindica esta muestra, fue un verso suelto en la producción artística.

La nueva propuesta del museo de arte contemporáneo valenciano para la sala que lleva el nombre del pintor valenciano completa una especie de tríada de artistas rebeldes gracias a esta exposición y a otras dos más: las de Miró y la de Julio González . «Son artistas que no atendían a las normas», reitera Salvador. Pinazo ha vuelto al IVAM. A rebelarse. A luchar contra los tópicos. A demostrar que fue un pintor moderno, con un universo tan personal que siempre requiere de una nueva visita.