Josep Colom: «La cultura es uno de los sectores más castigados»

Josep Colom (Barcelona 1947) es uno de los pianistas españoles más afamados de las últimas décadas. El domingo 8 de noviembre, interpreta en Godella el tercer concierto para piano de Beethoven junto a Moonwinds Simfònic bajo la dirección de Joan Enric Lluna. Supondrá el cierre del Festival Internacional de Música de Cámara de Godella del presente año. Moonwinds, en esta ocasión, amplía la plantilla para presentarse como orquesta sinfónica y en el concierto se interpretará también la quinta sinfonía de Beetoven y 'The Blue Flask' de Óscar Colomina.

¿Cómo ha afectado en su trabajo una crisis sanitaria como la que estamos atravesando?

Afortunadamente en lo personal no me ha afectado ni en mi persona, ni a nadie de mi familia. He tenido suerte. Pero, profesionalmente, pues como a todos: tener que dar clases online, que me suspendan conciertos, tocar con menos público… además se dan contradicciones en las normativas y parece que somos uno de los colectivos (la cultura) más perjudicados sin ningún motivo claro. ¿Qué vas a hacer? Aguantarte…

¿Cómo pasó el confinamiento? ¿Aprovechó para estudiar?

Sí, claro. Como muchos. A nivel individual ha sido incluso provechoso. Me ha permitido centrarme en estudiar obras con todo el tiempo del mundo. Ha coincidido con que nos habíamos mudado fuera de Barcelona a una casa pequeña, pero con terraza en la que da el sol todo el día. Lo he pasado leyendo, con un buen piano, con una pantalla de cine en la que ver películas que nunca había tenido tiempo de ver… enriquecedor, pero bueno… por contra, hemos estado privados de la comunicación auténtica personal: todo online. No he podido ver a mi nieto durante este tiempo porque vive en Alemania, igual que a mi hija. Situaciones similares a las de todos. Nos ha truncado mucho, pero a nivel de enriquecimiento personal no me ha venido mal. Esa es la verdad.

¿Cómo está yendo el trabajo para preparar el concierto?

Trabajar con Moonwinds es una satisfacción. Las expectativas son muy altas. He colaborado muchas veces con Joan Enric Lluna como clarinetista, aunque no como director. Es un excelente músico y siempre nuestras colaboraciones han sido placenteras y enriquecedoras. Seguro que como director de orquesta nos entendemos bien, porque la música es la música.

El programa incluye la quinta de Beethoven y el tercer concierto, dos obras en do menor… ¿Qué puede decir de este concierto del que tantas cosas se han dicho ya?

Tantísimas durante dos siglos. Es difícil añadir algo interesante... Desde el punto de vista personal, resulta que este es el primer concierto para piano y orquesta que aprendí, con 13 años. Así que he convivido con él durante 55 años. Es una de las primeras obras en las que Beethoven demuestra una clarísima personalidad, desmarcada de Haydn y Mozart; aunque sí guarda un parentesco con el concierto en do menor de Mozart, no solo en la tonalidad, sino en el tema. Pero ya hay rasgo puramente beethovenianos como esa irrupción del piano desafiando a la orquesta. Eso inaugura el concierto romántico.

En esos 55 años con este concierto, ¿qué interpretaciones recuerda especialmente?

No sé… uno no puede comprometerse en fecha y hora para estar inspirado. Pero cuando viene la inspiración, como decía Stravinski, que te pille habiendo trabajado. En cuanto a una ocasión concreta, recuerdo una vez con Edmon Colomer y la JONDE, hará unos 25 años. Recuerdo que el entusiasmo de los músicos jóvenes y mi relativa madurez, hizo un cóctel emotivo. No sé si es mi mejor ejecución, pero recuerdo el entusiasmo del trabajo.

Este iba a ser el año Beethoven, pero la pandemia lo ha frustrado… ¿Tenía algún proyecto que se ha truncado?

Bastantes. Como todos mis colegas. Aparte del confinamiento en el que se canceló todo, pues este verano solo he tenido alguna actuación que se había postpuesto. Otras se han aplazado sine die. Desde luego la cultura es uno de los sectores más castigados con esta pandemia.

El concierto es en Godella, ¿cómo valora que pueblos pequeños organicen conciertos con artístas de primera línea?

Es espléndido. Es descentralizar la música, que los conciertos de primera calidad no solo estén en las grandes ciudades. Pero en eso no tengo mérito. El mérito es de Joan Enric Lluna que me ha invitado. Godella es su ciudad natal y ya he tenido oportunidad de venir en varias ocasiones, además es un plus de incentivo el tocar para un público que no siempre tiene ocasión de asistir a conciertos de primera calidad.