Una joya del renacimiento valenciano, a subasta

Es una pieza de gran tamaño que durante años se consideró que estaba perdida. Su rastro se perdió en la Guerra Civil y los estudiosos habían analizando dónde estaba y quien pintó el 'Retablo de los Principados angélicos', una obra del renacimiento valenciano que ahora sale a subasta en la casa Setdart y que se puede adquirir por un valor que asciende a los 50.000 euros.

Esta joya del siglo XVI puede recibir ofertas hasta el próximo 13 de octubre. Perteneció al convento de monjas dominicas de la Consolación de la localidad de Xàtiva. Durante décadas se creyó que se perdió en la Guerra Civil y no fue hasta que en 1983, Díaz Padrón y Padrón Mérida publicaron en la revista 'Archivo Español de Arte', sin saber la procedencia setabense de la obra, una fotografía del conjunto entonces en la colección Vinyals de Valencia, señalando su adscripción al anónimo Maestro de Alzira. Ahí está la clave de esta pieza, que pertenece a un coleccionista privado, y que devuelve a la actualidad a un artista que los investigadores aseguran que fue el pintor Gaspar Godos (1480-1547), quien estuvo activo entre Aragón y Valencia en la primera mitad del siglo XVI. Fue en 2019 cuando el historiador Antonio Gómez Arribas propuso esta identificación. Antes, ya había sido atribuido a este pintor gracias al estudio de un retablo de la capilla de la comunión de la Iglesia de San Agustín de la localidad de Alzira. Y ahora ha sido refrendada por el que fuera conservador del Museo de Bellas Artes de Valencia José Gómez Frechina, que ha estudiado la pieza recientemente tras salir a la luz.

Este retablo del Maestro de Alzira, que reaparece en el mercado del arte, mide más de dos metros. Presenta al Ángel Custodio de Valencia, que preside la composición pictórica. Según relata la casa de subastas Setdart, la obra muestra a numerosos personajes dispuestos en dos estratos: el terrenal y el divino, separados por un paisaje abierto hacia montañas azuladas, con un horizonte bajo». «En la parte superior, el ángel, custodio de Valencia y de su reino, cuyos atributos son la corona y la espada, aparece acompañado por arcángeles (reconocemos a Miguel Arcángel en el que lleva una cruz y armadura militar) y coros colocados en distintos niveles de profundidad, asomando sólo las cabezas angélicas, en los más alejados. Todos ellos portan coronas doradas. En la zona inferior se distribuyen, sobre una tierra pedregosa, separados por género, hombres y mujeres. Sus actitudes, de izquierda y derecha, como en la zona celestial, se replican como en un espejo, pero con sutiles variantes», reza la descripción de la obra.

«Los dos personajes, femenino y masculino, arrodillados en primer término representan probablemente a los donantes. Los demás exhiben distintos estamentos sociales y categorías: obispos, sacerdotes, caballeros, santos, una monja dominica…», señalan desde Setdart, que el próximo 13 de octubre cerrará el periodo de pujas a esta joya del renacimiento valenciano. Asimismo, los expertos señalan que «en las túnicas de los ángeles, en el delicado dibujo de los pies desnudos y los rigurosos perfiles de los semblantes, así como en la brillante y vívida paleta» pueden cotejarse coincidencias con obras del Maestro de Alzira como el 'San Miguel Arcángel' que posee el Museo de Bellas Artes de Valencia o la 'Alegoría de las pasiones' del Bellas Artes de Budapest.

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