Juan Dávila, el monologuista que ha colapsado Valencia

Juan Dávila ha colapsado Valencia. Al menos durante las cuatro sesiones que tiene para el mes de mayo en el Teatro Olympia de Valencia después de arrasar estos días en el Talía. La capital del pecado 2.0, su espectáculo, 'lo peta' en toda España. En Valencia hubo que poner entradas a la venta para una cuarta sesión -el 18 de mayo, tras colgar el no hay billetes el 19, 20 y 28 de mayo- y se agotaron en cuestión de minutos. Hay tanta demanda que el propio Dávila, en sus stories de Instagram, pide al público que no compre en reventa, donde se han llegado a ofrecer las entradas por 200 euros.

¿Pero quién es Juan Dávila? Ahora mismo es un actor pero hasta hace diez años era un policía local de Alcobendas. Un día se quitó el uniforme y decidió subirse a las tablas o dar un salto al vacío, y con trabajo, improvisación y mucho esfuerzo ha logrado la recompensa de llenar los teatros de toda España con un espectáculo cañero y gamberro.

Para pecar o para ir a ver el espectáculo de este actor hay que estar preparado por lo que pueda pasar. La capital del pecado está basada en la improvisación y el público juega un papel fundamental, participa y debe de estar ágil para entrar en ese juego que, desde el primer momento, propone el actor madrileño.

En el Teatro Talía apareció con un blusón fallero con el escudo de la comisión Peset Aleixandre-En Guillen Ferrer que le regaló el presidente antes de la actuación. A partir de ahí, se desarrolló el espectáculo. También hubo cazalla, algo que no puede faltar en todo evento que se precie en la Comunitat Valenciana.

Dávila triunfó en La Chocita del Loro en Madrid con su espectáculo, que reunió a más de 100.000 espectadores. Es una nueva forma de hacer humor, donde la improvisación aguanta todo un espectáculo que se ha convertido en la gran sensación del monólogo a nivel nacional. Ninguna de las sesiones es igual, por lo que nadie puede saber ni cómo empieza ni cómo acaba el espectáculo. Tras La Chocita del Loro se mudó al Teatro Arlequín de Madrid, donde tuvo que salir a la calle a buscar espectadores. Dávila, en el fondo, es un buscavidas.

Entre sus víctimas, alguno de los concursantes de La Isla de las Tentaciones o los futbolistas del Levante UD Roberto Soldado y Dani Cárdenas, que formaron parte del espectáculo hace unas semanas. Pero Dávila, que recorre España en una furgoneta tuneada, tiene el peligro de que no se fija sólo en los famosos, sino que cualquiera puede ser carne de espectáculo.

El riesgo, que luego sea protagonista principal de algunos de sus reels en Instagram, donde acumula más de 345.000 seguidores, una auténtica legión de pecadores.

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