El Sueldazo de la ONCE de este sábado premia con 300.000 euros a un jugador y un sueldo de 5.000 al mes durante los próximos 20 años

'Knolling': el arte de ordenar objetos que da gustillo visual

La fotógrafa afincada en la Vega Baja, Pati Gagarín, se ha convertido en una de las artistas más reconocidas en este arte, que reúne ahora en un libro muy visual

M. Hortelano

Valencia

Martes, 2 de enero 2024, 00:46

El caos se puede convertir en orden. Y el orden en belleza. Así que si ahora mismo tienes el cajón de los calcetines como una ... leonera y tu armario más desordenado que una tienda en rebajas, no desistas. El arte está de tu parte. Que se lo digan si no a la fotógrafa Pati Gagarín, que ha hecho de ordenar el desorden y fotografiarlo de manera artística una de sus señas de identidad. Afincada en Rafal, un pueblo pequeñito de la Vega Baja, en Alicante, se ha convertido en una referencia en una técnica muy vistosa que, como ella dice, genera mucho «gustillo visual». Se llama 'knolling' y tiene toda una historia detrás que ahora ha plasmado en un libro que es un regalo para la vista: «¡Todo en orden!: El arte del Knolling».

Publicidad

La fotógrafa utiliza el 'knolling' como técnica fotográfica desde hace ya más de diez años, pero esta manera de ordenar y disponer todo tipo de objetos para retratarlos viene de finales de los 80. En concreto, del estudio del arquitecto Frank Gehry, donde las herramientas y el material de diseño llenaban las numerosas mesas del despacho desde el que han salido algunas de las obras más destacadas de este siglo. Y allí, el responsable de mantenimiento, un señor llamado Andrew Kromelow, comenzó a ordenar todos esos trastos al final del día, y disponiéndolos de manera muy peculiar, ordenado por materiales y tamaños sobre las mesas para poder ver todo de un vistazo. Eso, en cuanto a la técnica. El nombre parece una historia más fortuita. Durante esos años, el estudio trabajaba en el diseño de mobiliario de la marca Knoll, así que del orden de esos materiales surgió el 'knolling', que no es ni más ni menos que agrupar y colocar objetos por temática, forma o color, para organizarlos, formando ángulos rectos. Poco después, el artista Tom Sachs le sacó partido. Sachs había trabajado en el despacho de Gehry y decidió aplicarla a algunas de sus obras. Llegó incluso a escribir un manifiesto con las claves de este protocolo titulado 'Always be knolling'. La técnica pasó de ser un método para ordenar a una corriente artística. Y de ahí, nació esta técnica fotográfica que inmortaliza esas colocaciones, en la que Pati Gagarín se ha hecho una experta. Una especie de collages con todo tipo de chismes, pero siempre con una intencionalidad.

Cómo hacer 'knolling'

El artista Tom Sachs publicó en su día un manifiesto titulado «Always be Knolling» (abreviado como ABK) como mantra para su estudio. En él daba cuatro consejos para llevar a cabo esta técnica.

1. Escanee su entorno en busca de materiales, herramientas, libros, música, etc. que no estén en uso.

2. Aparte todo lo que no use. Si no está seguro de si incluirlo o no, omítalo.

3. Agrupe todos los objetos que le gusten

4. Alinee y forme ángulos rectos con todos los objetos, sobre la superficie en la que los coloque.

Pati no llegó a la fotografía como un sueño infantil. Lo suyo con las cámaras llegó unos años después, aunque de niña lo que le encantaba era ver las fotos que otros hacían. Años después, cuando empezó la universidad para cursar estudios de Arquitectura Técnica («porque con algo había que ganarse la vida»), le regalaron una Kodak digital. Ahí comenzó también a trastear con webs como Flickr y Fotolog, y descubrió artistas que despertaban su interés. Y ahí también le entró el gusanillo, pero con cierta dosis de realismo. «Todos hemos crecido con la idea de que hay que dedicarse a algo que te permita ganar dinero y eso nunca es lo artístico», cuenta. Pero a punto de acabar la carrera, encontró en la fotografía su verdadera vocación y lo que ha acabado siendo su trabajo. El empujón se lo dieron los primeros encargos. A partir de ahí, campañas con marcas conocidas como Adidas, y trabajos para biblias del diseño como Vogue, combinados con intervenciones más pequeñas para comercios locales o particulares que querían que el ojo de Pati Gagarín disparara sobre sus productos. Y así, poco a poco, encontró su voz creativa, amplificada por las redes sociales, sobre todo Instagram, que se convirtió en un altavoz de su trabajo. «Además de producir hay que consumir mucho arte. Y así descubrí el 'knolling», cuenta en una conversación con este diario.

La fotógrafa Pati Gagarín LP

«Yo soy muy de coleccionar cosas y el 'knolling' me ayuda a conectar con mi infancia. Al final, ordenas todo lo que tienes por casa y aparecen un montón de cosas de cuando eras pequeña, joyitas, trastos...Yo lo veo como algo terapéutico. Si tienes paciencia sacas cosas muy chulas«, cuenta Pati, que se estrenó en el knolling con una limpieza de armarios. »Empecé con la típica limpieza de primavera. Como soy fotógrafa, acumulos muchos objetos de atrezzo, cosas que compro por si acaso para producciones. Y así hice mi primera foto de este tipo«. Una foto que ahora tiene colgada en la pared de su casa, donde acumula tesoros. Pati explica que lo más difícil es siempre empezar, porque hay que tener paciencia. Pero sugiere que miremos a nuestro alrededor, porque todos solemos tener un pequeño síndrome de diógenes con objetos familiares. A veces, no sólo echa mano de lo que ya tiene por casa para elaborar sus composiciones, sino que cuando tiene una idea hace un llamamiento a amigos y conocidos en busca de algunos tesoros con los que hilar una historia visual. Incluso los compra para completar las series. Lo ha hecho hace poco con perfumes en miniatura, o con relojes. pero también con joyas de su abuela o con cereales de desayuno.

Publicidad

La primera foto con la técnica de 'Knolling' de Pati Gagarín LP

Y esas fotos y algunos consejos para poder hacer 'knolling' los ha incluido en su libro. Tiene dos partes, un de introducción a la técnica, con datos curiosos y la historia del arte de colocar objetos. Y otro con sus propias fotos, enfrentadas con esas composiciones aplicadas a la vida real. Por ejemplo, rescató todas las horquillas del pelo de su infancia y de la de su hermana y realizó una foto siguiendo este método. Pero al margen de la foto, luego dispuso esos utensilios sobre una coleta real. Las ha puesto en su contexto. «Y ahí es cuando conecto de una manera algo más emocional. Con esa nostalgia de cuando éramos pequeñas», cuenta. Unas fotos que, además, provocan el mismo efecto en quienes las contemplan. Las redes sociales se han encargado de ello. «La gente ve las fotos y dice: ostras, eso lo tenía yo», provocando esa llamada nostalgia millenial.

Pero, el 'knolling' no sólo está en las fotos. Está, como bien cuenta Pati Gagarín, en nuestra vida cotidiana. En cómo colocamos los libros en nuestra estantería. Ella lo ve incluso en las pinzas de la ropa o en los armarios. Todo es susceptible de ser ordenador con gracia y criterio. De hecho, mucho antes de ser fotógrafa, cuando era pequeña, ya hizo un ensayo de lo que sería su vida en una visita a la casa de unos amigos de sus padres. «Se ve que apuntaba maneras, porque fuimos de visita a casa de unos amigos que tenían dos hijas pequeñas y no estaban. Así que me dejaron entrar en uno de los cuartos a jugar y acabé ordenándolo», cuenta. «Es una historia de cuando tenía siete años que tenía olvidada, pero sirvió para unir los puntos de su trayectoria.

Publicidad

¿Puede ser un poco TOC esto del 'knolling', le pregunto. «Pues estas cosas, con un poquito de paciencia, te acaban dando tranquilidad. Te generan serotonina como quienes tiene un jardín zen por el que pasar el rastrillo y se relaja. Pues yo esto lo veo igual. Una técnica más con la que, además, los muros de Instagram se quedan muy visuales.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€

Publicidad