Las palabras que nos iluminan

Le llamará la atención tal vez al lector de este espacio, que hoy lo dedique a un libro de poesía. Lo hago porque la editorial que lo publica tuvo la amabilidad de enviármelo, dado que había reseñado a su autora en calidad de autora de ficción narrativa, hace ya algunos años. Me estoy refiriendo a la escritora y poeta rumana Ana Blandiana (1942). El volumen, que incluye dos libros de su poesía, se titula 'El sol del más allá y El reflujo de los sentidos', ambos publicados en su lengua original en 2000.

El primer contacto que tuve con la obra de esta escritora, a la que desconocía absolutamente, fue a partir de un libro de relatos titulado 'Proyectos del pasado' (Periférica, 2008). Ahora descubro a la Ana Blandiana (a la que seguramente algún día le caerá el premio Nobel) poeta. En este terreno no soy un experto, suponiendo que lo fuera en otros. Pero acometo esta lectura como el lector de poesía que siempre fui y soy. Sin más obligación que la de intentar contagiar el asombro y la emoción que esta poesía me ha producido. Lo que sí sé es que si comentas un libro de poesía, debes como mínimo insertar un poema como paradigma de tu asombro. Aquí va uno, se titula 'Prendidos en las ramas': «Prendidos en las ramas,/ Algunos casi secos,/ Otros comenzando a madurar,/ Pero todos con los vestidos ajados,/ De estambre,/ Y las alas enredadas en el viento,/ Hace tiempo que dejaron de intentar soltarse/ Y caer,/ Como sabiendo/ Que más abajo existen otras ramas/ En las que se marchitan/ Otros ángeles». En su estudio preliminar, la traductora y ensayista rumana Viorica Patea nos habla de «limpidez reflexiva, concisión aforística y profundidad filosófica». Totalmente de acuerdo.