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Jueves, 20 de marzo 2025, 01:16
Zainab Fasiki nació en Fez en el año 1994, y a pesar de que ha desarrollado su trayectoria profesional como ilustradora y dibujante, ella se ... graduó en Ingeniería mecánica industrial en Casablanca, logrando la mejor nota del país. «La ingeniería y el arte son dos disciplinas muy similares, en la ingeniería mecánica se dibuja mucho», afirma.
A golpe de 'like', las primeras ilustraciones de Zainab llegaron a un gran número de personas gracias a las redes sociales: «Yo entiendo que el feminismo puede resultar un tema aburrido, sobre todo para los jóvenes, es por ello que las ilustraciones y los dibujos funcionan tan bien, son más amenos». Una de sus primeras publicaciones, la cual denunciaba la agresión sexual que había sufrido una chica con discapacidad en un autobús de Casablanca, consiguió alcanzar 10.000 interacciones.
Fasiki confiesa que sus creaciones artísticas son una consecuencia directa de la discriminación que sufrió desde una temprana edad. Ella explica que «fue muy difícil vivir en Fez siendo una adolescente que quiere leer cómics y dibujar», durante sus estudios también sufrió acoso por parte de compañeros, y posteriormente cuando comenzó a trabajar como ingeniera la discriminación sexista no hizo otra cosa que empeorar: «hay personas que piensan que una mujer no puede trabajar en el campo de la ingeniería».
Es entonces cuando en el año 2019 la ilustradora decide crear 'Hshouma', que en el idioma dariya significa 'vergüenza'. En esta obra, que al mismo tiempo es un proyecto colaborativo, habla sobre todos aquellos temas que son considerados tabúes. «'Hshouma' trata cuestiones como la orientación sexual, la sexualización del cuerpo de la mujer, la secularización, la menstruación o la pubertad». En la actualidad esta obra ha conseguido distribuirse en 15 países y traducirse a cuatro idiomas, el gallego, el italiano, el francés y el inglés, y próximamente llegará en español y en árabe.
Zainab Fasiki explica que cuando viajó a las aldeas de Marruecos para impartir talleres educativos se dio cuenta de que «las feministas no son una exageradas porque hablan de una realidad muy triste». En su paso por una de estas aldeas conoció la historia de una niña de 15 años que en una de sus clases le confesó que sus padres le habían concertado un matrimonio con un hombre de 50 años. Este suceso impactó tanto a Fasiki que decidió ilustrar un nuevo libro dedicado a esta joven, 'Madame Haram', el cual combina el realismo mágico con la denuncia social.
Del mismo modo, Zainab alerta sobre el peligro que presenta que las generaciones más jóvenes defiendan discursos sexistas: «el machismo es un problema que ocurre en todos los países y en todas las culturas del mundo, también lo veo en Europa a través de movimientos fascistas y en EE. UU. con leyes como la que prohíbe el aborto». No obstante, la autora no se corta a la hora de denunciar la crisis humanitaria que están sufriendo las mujeres en algunos países: «En países como Irán y Afganistán el gobierno odia a las mujeres, su situación es mucho peor que la que tenemos en Marruecos, es mucho más triste y la gente no habla lo suficiente sobre esto».
Su tercer libro, 'Iraní: rebelde y orgullosa en la tierra de los Mollahs', también se basa en una historia real, el cómic habla sobre una amiga suya que vive en Irán y que es lesbiana. En todas sus creaciones Zainab juega con los colores y el tamaño del cuerpo de las mujeres para transmitir mensajes cargados de simbolismo, por ejemplo, utiliza el color azul para pintar el color de piel de las protagonistas a modo de metáfora de las diosas hindúes. La autora afirma que ella aboga por un feminismo inteligente que pueda ofrecer resultados positivos y desarrollar espacios de debate.
Asimismo, la autora aclara que su obra no recibe ningún tipo de influencia occidental, sino que ella se ha inspirado en grandes figuras del feminismo como la egipcia Nawal El Saadawi. Ante la pregunta de cómo ha sido recibida su obra en Marruecos, Zainab explica que ha generado dos reacciones distintas y opuestas, mientras que una parte de la sociedad la ha abrazado, la otra parte la ha rechazado.
La autora asegura que la sociedad marroquí está liderando su propia revolución feminista y cultural, la cual tuvo sus comienzos en los año 80 y 90: «Hay que ser pacientes, estos cambios requieren de mucho tiempo, no pueden lograrse en un solo día o año». La política, la historia, el feminismo, la cultura o el colonialismo son algunas de las cuestiones que se tratan en los libros de Zainab. «En Marruecos teníamos nuestra propia historia antes de que llegaran los colonialismos. Albergamos a muchos artistas y personas de todas las edades que quieren expresar sus ideas».
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