![«No sé por qué me atrae la violencia»](https://s3.ppllstatics.com/rc/www/multimedia/2023/06/05/Ellis2-RWZGf1bJXapr55b6WYFaJJL-1200x840@RC.jpg)
Bret Easton Ellis
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Bret Easton Ellis
«Me atrae la violencia, pero aún no sé por qué». Chocante declaración en boca de Bret Easton Ellis (Los Ángeles, 1964), uno de los autores quizá más sanguinolentos de las letras estadounidenses del último medio siglo. Llenó de crímenes espeluznantes y chorros de sangre ... y cocaína novelas como 'American Psycho' y 'Menos que cero'. Ahora hace lo propio con 'Los destrozos' (Random House), novelón con el que fuera el 'enfant terrible' y hoy autor de culto rompe trece años de silencio. El terror, la violencia, el sexo, la obsesión y las drogas arman de nuevo este perverso juego de autoficción sobre la pérdida de la inocencia en la inquietante cuidad de Los Ángeles a principios de los años 80.
Asegura Easton Ellis que cada libro «sale de un lugar doloroso» y que para esta novela el detonante ha sido la vuelta a su tumultuosa adolescencia, cuando el odio hacia su padre alcohólico se aliaba con su desconcierto ante la vida, su necesidad de hallar un lugar en el mundo y su inmensa capacidad para fantasear y desfasar con las drogas, el sexo, la mentira y el porno.
«Ansiaba ser escritor desde niño y escribí dos novelas antes que 'Menos que cero'. Escribir era mi obsesión para escapar del dolor de mi casa, del alcoholismo de mi padre y de su divorcio», asegura. «Con diecisiete años descontrolé, me convertí en un mentiroso terrible. Vivía en la mentira. Tenía la novia más maciza del instituto pero era gay. Como adolescente era puro postureo, una patraña. Pero era muy convincente como mentiroso», dice con una maliciosa y fugaz sonrisa.
Con gesto adusto, explica que 'Los destrozos' llevaba en su cabeza más de cuarenta años. «El paso del tiempo ha hecho que escriba esta carta de amor a una época. Es mi manera de explicar quién soy, y al hacerlo he sentido la libertad del escritor como nunca», se felicita por esta gran novela de iniciación. «No ha sido tan doloroso. Lo doloroso habría sido no escribirlo», se contradice.
Si mira atrás, al joven autor de 'American Psycho que revolucionó el panorama literario en los ochenta le diría que «has de vivir con tus errores, con las controversias y amores no correspondidos que te toquen». «También le diría que no era necesario meterse tanta coca para escribir ese libro», dice. Admite a renglón seguido que «no lo habría escrito si mi padre no fuera tan gilipollas, el gran cabronazo que fue». Y eso que hoy dice «comprenderle de alguna manera». «No tuvo el hijo que deseaba y eso le decepcionó», apunta.
La violencia está en la esencia de su literatura, pero asegura que no sabe por qué le atrae y por qué los asesinos en serie y los psicópatas se adueñan de sus libros, como ocurre de nuevo con 'Los destrozos'. Tampoco se tiene por un provocador. «Provocar es pulsar un botón para causar una reacción en alguien y nunca he querido tocarlo». «Provocar es falso. No es genuino. No es real. No es arte. No me interesa. No soy un provocador, que es algo muy fácil», insiste.
«'American Psycho' no es un libro sobre la violencia. Es una comedia social sobre los modelos de la época; sobre cómo buscar un sitio en el mundo y cómo ser un machote y cumplir ese sueño 'yuppie', con mucho dinero, abdominales esculpidos, vivir en un casoplón y ser amigo de Trump. Lo escribí con 24 años cuando buscaba modelos», explica hoy, con el pelo blanco y profundas entradas. «Me puse en la piel de Patrick Bateman, pero no quería escribir sobre cómo matar mujeres», dice reconociendo que los asesinatos del ejecutivo psicópata que narra «se convirtieron en una especie de espectáculos operísticos». «Me atrae la violencia, es cierto, pero aún no sé por qué», insiste.
Asegura no arrepentirse «de nada». «No creo en el arrepentimiento, y si me arrepintiera de algo debería arrepentirme de todo. La vida avanza y has de asumir lo que has hecho y quién has sido», dice el escritor, que tampoco cree «que la literatura vaya a cambiar nada».
En la frontera de los sesenta años, se presenta una y otra vez como «un hombre mayor». Y como tal, asume que han cambiado sus prioridades. ¿Le mueve más el dinero, el sexo, el amor o el éxito en su madurez?. «La gente cree que los escritores de éxito somos multimillonarios. Piensan que estamos forrados y hay que desterrar esa idea. No me falta dinero, claro, pero no es así. Los autores solo nos llevamos el 10% y el 90% de la pasta del negocio editorial se quedan en otras partes de la industria», señala. «También es una falacia que el sexo ordene nuestra vida a estas edades. Tengo un novio desde hace trece años y el sexo no es parte de la ecuación. Ya no es un problema», ironiza sin sonreír.
Su temprana vocación literaria ha convivido con la cinematográfica. Easton Ellis siempre quiso ser cineasta y de adolescente devoraba grandes películas como 'Apocalipse Now', 'El cazador', 'Alien' o 'Manhattan'. Aún anhela ser director y está convencido de que «las series son las nuevas novelas». «Me frustra que mis ideas, en las que he trabajado en estos años, no estén en las series. Siempre quise ser cineasta y se nota en mis libros», dice el autor de 'Las leyes de la atracción', 'Los confidentes', 'Glamourama', 'Lunar Park', 'Suites imperiales' y 'Blanco'. Ha vendido los derechos de 'Los destrozos' a HBO para una serie de la que podría ser guionista o productor». La dirigirá Luca Guadagnino, responsable de la película 'Call me by your name'.
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