«Es incomprensible que el museo de Bellas Artes no se conozca más»

Francisco Sebastián Nicolau (Valencia, 1956) lleva más de tres décadas dedicado a la creación artística. Una exposición en Fundación Bancaja reúne hasta el próximo 23 e febrero una buena colección de obras de reciente creación, pero también de etapas anteriores. Bajo el sugerente título 'Land', el artista ofrece al público un viaje hacia su paisaje interior. En esta entrevista habla de esta muestra, además de analizar distintos aspectos de la actividad artística y cultural de la ciudad. Su reflexión sobre estas cuestiones le lleva a llamar la atención sobre la realidad del coleccionismo en la capital del Turia y también a solicitar un impulso para el Museo de Bellas Artes.

–Tiene en estos momentos una exposición en Fundación Bancaja, 'Land', ¿Qué ofrece al público con esta muestra?

–La exposición reúne unas 50 obras. La mayor parte son de los dos últimos años, pero Antonio de la Torre –el comisario de la muestra– pensó que estaría bien dar una referencia anterior. Obras nuevas con otras anteriores, algo que puede dar la impresión de que no tener relación, pero uno se da cuenta de los nexos de los trabajos anteriores con los de ahora.

–¿La vida es abstracción o realidad?

-La vida es sorpresa y adaptación al medio. Uno vive según van cayendo las cosas.

–¿Y el arte?

-No es una cosa ni la otra, sino la del centro. Es saber mirar y saber interpretar, estar siempre atento a todo, tener una postura para ver qué hay más allá de las cosas.

–A lo largo de su trayectoria artística usted ha viajado desde lo real hasta la abstracción, ¿por qué ese tránsito?

–Porque casi es inevitable en una persona inquieta. En general lo que todos intentamos es sintetizar en conceptos breves aquello que es esencial. Lo normal en mi caso es haber pasado a la síntesis formal, que es lo que intentamos casi todos los artistas.

–En la exposición de Bancaja se incluyen tres creaciones audiovisuales, una en 3D. ¿Es ese el futuro del arte?

–El futuro y el presente. El futuro es hacer cosas y no necesariamente tiene que estar sujeto al soporte. Otra cosa es que surjan nuevas oportunidades.

–¿Cómo ve la situación del arte en estos momentos en la Comunitat?

–Cada vez hay más interesados por las exposiciones; las inauguraciones son muy importantes. Al Centro del Carmen va mucha gente, también al IVAM. La respuesta del público es abrumadora para participar del arte, verlo y disfrutarlo. Sin embargo, el coleccionismo lleva unos años retraído.

–¿Y el ambiente cultural de la ciudad?

–Acudes a cualquier actividad y está lleno. El teatro, la ópera… Hay actividad suficiente y también mucho interés.

–Hay opiniones que apuntan que el Museo de Bellas Artes necesita un impulso porque consideran que está olvidado. ¿Qué opinión tiene usted?

–No tiene el menor sentido que no se le dé un impulso, ya debería haberlo tenido hace años. Es incomprensible que un museo de ese nivel, considerado como la segunda pinacoteca de España, no se conozca más. Debería haberse hecho ya la ampliación y tener más financiación. No se corresponde la categoría de las obras que guarda con la repercusión que tiene.

–¿Considera que las instituciones valencianas prestan suficiente atención al arte y a la creación?

–En estos momentos, sí. Aparte de la red de museos que existe con el consorcio y el IVAM, se está favoreciendo el coleccionismo institucional.

–¿Qué proyectos tiene entre manos?

–Voy a tomarme unos meses de relajación. En los últimos años he hecho varias exposiciones, escribí un libro. Han sido años muy densos y ahora voy a visitarme a mí mismo.

-El año pasado escribió el libro 'Mercurio entre los dedos', una obra sobre piedras calavéricas. ¿Qué quería contar con este título?

-Escribí un libro sobre la vida, el paso del tiempo y la muerte. Las piedras servían para hablar de algo más complejo.