John Connolly: «En la novela negra sólo hay muertos o infelices»

Connolly no es celoso. Dice que tendrá que mantener con vida a Parker para pagar la hipoteca. «Tengo dos hijos y una hipoteca, así que tendré que seguir escribiendo», suelta entre carcajadas. El escritor habla de su última novela sobre el famoso detective y reconoce que le apasiona escribir para ver el mundo a través de los personajes de sus novelas. «Cada vez aprendo algo nuevo de ellos en cada libro».

Y puede que ahí está el matiz que el irlandés quiso dejar claro sobre el género de sus libros. «Mis novelas son de detectives, no son novela negra, porque en la novela negra sólo hay muertos o infelices, en mis historias cabe la esperanza de que si hacemos algo, si nos interponemos podemos evitar el mal». Lo compara precisamente con la guerra en Ucrania, dice que comprende que la violencia se afronte con violencia porque «para que el mal triunfe sólo hace falta que el resto de personas buenas no hagan nada».

El escritor estará este sábado 14 de mayo en el Centre del Carme Cultura Contemporánea a las ocho de la tarde en un encuentro con los lectores y seguidores del festival Valencia Negra. Se ha marcado un tanto al declarar que le gusta España «y su lengua». Pero al preguntarle por su miedos ha dicho entre risas que su mayor miedo es «hablar en español».

Lo cierto es que pese a sus libros de terror, fantasía y misterio, su temor es el más humano de todos, el de la enfermedad y la muerte de los seres queridos. En su caso, la literatura sí le ha salvado, sobre todo la escritura, pero se ha mostrado sincero, necesita seguir escribiendo sobre todo por su trabajo. Y pese a que hace tiempo tiene pensado el final de detective Parker «no quiero escribirlo todavía, quiero seguir con más capítulos».

Connolly insiste además en que el escritor necesita el éxito comercial para al mismo tiempo poder seguir dedicándose a lo que le gusta, al mismo tiempo dice que hay que saber ignorar muchas opiniones. «Quiero explorar mis capacidades sin la intrusión de mis lectores o de mis editores pero es complicado, aunque no tengo miedo al fracaso pese a que mis editores sólo me permitirán dos fracasos».

Para él la sociedad no está perdida y aunque haya una parte muy reducida de personas que practican la lectura con asiduidad, el irlandés deposita confianza en los jóvenes. El reto de la literatura es, para él, que los autores no se dejen llevar por la opinión de los lectores.

«Me gusta tener lectores que me escriban y que me critiquen, no me importa, no voy a cambiar mi posición sobre la justicia social o no voy a dejar de tener un discurso moralizante aunque sea sutil por ellos, porque ignorar la justicia social ya es una decisión política, negativa en mi opinión», ha argumentado el escritor.

Agradecido por la invitación al festival y algo nervioso ante las preguntas, el autor se ha sabido defender frente a la prensa, ahora le falta pasar el examen frente a sus lectores este sábado.