Las librerías no son para los museos

Los museos valencianos no son lugares para librerías. Al cierre de las del MuVIM, IVAM y la inexistente del Bellas Artes desde hace años, hay que sumar la del Museo de Prehistoria, es decir, el establecimiento del centro cultural la Beneficencia, que echó al cierre antes del verano después de que su responsable se jubilara. Más de medio año con el candado puesto que, si todo va sobre lo previsto, volverá a estar accesible a finales del mes que viene.

No obstante, si se mira el panorama museístico de Valencia, parece que sólo el Príncipe Felipe, el museo de las ciencias situado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, es el que continúa manteniendo una tienda. En el resto, nada de nada. Poco margen para que los visitantes puedan llevarse un recuerdo.

Lo cierto es que los asistentes a la Beneficencia que estos días quieran regalar un libro especializado en el Paleolítico o revisitar una tienda en la que había objetos muy especiales como pendientes, no lo pueden hacer. La librería de la Beneficencia está clausurada. Cuando hace unos meses se lanzó la convocatoria, según fuentes consultadas por LAS PROVINCIAS, el proceso quedó desierto. En una segunda tanda, la Diputación ha logrado que se presentaran varias ofertas –entre ellas la de alguna librería muy conocida en Valencia–, por lo que se ha resuelto recientemente y este espacio volverá a ser accesible en unas semanas. Es más, se están acometiendo obras de mejora en la tienda, para reformarla y que vuelva a abrirse al público. Un síntoma de esperanza que, no obstante, choca con la situación que atraviesan otros museos de la ciudad.

La librería del MuVIM se cerró hace apenas unos meses. Fue en mayo cuando los responsables de Dadá anunciaban la pérdida de uno de los pocos oasis culturales de Valencia. «Lamentamos comunicaras que cerramos de forma temporal nuestra librería. Es algo que no nos hubiese gustado tener que anunciar pero motivos de peso, en esta ocasión, nos obligan a ello», rezaba el mensaje de Facebook con el que so conoció la triste noticia. A partir de ahí, según fuentes del museo de la ilustración, se iniciaron los trámites para volver a sacar a concurso la explotación del servicio. Sólo se presentó una oferta, que resultó vencedora y a la que sólo le faltaba completar la documentación. Sin embargo, no lo hizo. De esta forma, el procedimiento quedó desierto –incluso hasta en dos ocasiones– y, según estas mismas fuentes, debe volver a convocarse. «No tardará porque de la anterior vez están todas las bases redactadas», afirman desde el MuVIM sin ofrecer una fecha concreta.

En este sentido, también Dadá se hizo cargo en 2015 de la librería del IVAM aupada por su experiencia en el centro dedicado a la Modernidad y la Ilustración. Resistió cerca de tres años en el museo valenciano de arte moderno, pero en 2018 también cerró el espacio, que sigue así desde entonces.

Entre los museos de la ciudad, el Príncipe Felipe, situado en el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, es el único que mantiene en funcionamiento su tienda. Paradigmático es también el caso del Museo de Bellas Artes de Valencia. Desmanteló la tienda en 2017. La concesionaria del servicio, al que había accedido en 2014, decidió echar el cierre ante la falta de rentabilidad del negocio. Desde entonces, y pese a diversas promesas, sigue sin actividad y clausurada.