Los libreros valencianos se renuevan

El Gremi de Llibrers de Valencia celebra elecciones el próximo martes, el día 28 de julio, en busca de la renovación de su junta directiva. Hasta ahora sólo se ha presentado una candidatura, la encabezada por Juan Pedro Font de Mora, propietario de la librería Railowsky, pero el plazo sigue abierto hasta final de esta semana. Son 77 las librerías que podrán votar y entre ellas se encuentran dos (Ramon Llull y Gaia) que fueron expulsadas en 2012 y que, según pudo confirmar LAS PROVINCIAS, recientemente han sido readmitidas en el gremio. Con la incorporación de las librerías disidentes, que denunciaron la falta de transparencia del Gremi, se abre un nuevo ciclo en la entidad pero sin cambios bruscos.

Font de Mora ya formaba parte de la anterior junta de la asociación gremial. David Cases aspira a la vicepresidencia, puesto que ha ocupado durante los últimos cuatro años, si bien ahora ostenta la presidencia tras la dimisión hace aproximadamente mes y medio de Nacho Larraz por, según Cases, «motivos personales». Los tres aspirantes a vocal también han sido miembros del equipo anterior.

Font de Mora habla de una línea de continuidad pero marcará su propio camino como la reducción del número de componentes de la directiva, que pasará de ocho a cinco. Se ha optado por la reducción al considerar que así se puede trabajar «de una manera más eficaz».

El programa de acción que defiende el hasta ahora único candidato a presidir el gremio incluye como líneas definitorias iniciativas en las que se quiere profundizar. Habla del interés por ofrecer «más servicios a los miembros del gremio», organismo que hace unos años inició un proceso de «profesionalización con la contratación de una secretaria técnica, ahora directora técnica y otras dos personas» para ayudar a las librerías a gestionarse. Contar con profesionales también se ha sopesado a la hora de optar por una directiva de cinco y no de ocho miembros, en tanto que el apoyo es mayor.

Ese interés por dar más servicios se concreta en líneas para ayudar a los establecimientos a «realizar actividades culturales» como, por ejemplo, presentación de libros, lecturas o encuentros con autores a fin de atraer al público y resultar más competitivos. También contemplan en su programa la búsqueda de ayudas para la «modernización de los negocios, no sólo en cuestiones tecnológicas, también para la adaptación de las librerías para poder acoger actividades culturales», explicó Font de Mora.

A estas iniciativas que conforman el plan de acción con el que se presenta a las elecciones persigue conceder más contenido al gremio, que en palabras de Font de Mora, a fin de que sus objetivos «sean algo más, trasciendan a la organización de la Fira del Llibre». El interés por trabajar en este sentido parte de haber observado que había librerías que únicamente se acercaban a la organización de cara a participar en el popular certamen anual, cita que este año como consecuencia de la crisis sanitaria del Covid-19 se celebrará en noviembre en la plaza del Ayuntamiento de Valencia y no en Viveros como es habitual.

La renovación de la junta llegará tras un proceso en el que ya podrán votar las librerías expulsadas en 2012 por su posición crítica con la directiva y con ello se ha recuperado una situación de normalidad. Según pudo saber LAS PROVINCIAS los establecimientos se reincorporaron al gremio hace aproximadamente mes y medio cuando la directiva aprobó su regreso después de que en varias ocasiones lo solicitaran sin éxito.

No ha sido ese el único cambio experimentado en la junta ahora saliente en el último mes y medio, ya que además de la readmisión de los negocios, llegó la dimisión de Nacho Larraz como presidente, puesto que desde entonces ocupa David Cases.