Secciones
Servicios
Destacamos
Una foto de la famosa obra de Velazquez en la Iglesia del Patriarca en Valencia es el origen. En ella aparece el director de The National Gallery de Londres, Frederic Kenyon, junto a otros expertos posando al lado de Las Meninas en la entrada de esta iglesia ... en pleno centro de la ciudad. Kenyon había venido a Valencia acompañado por especialistas y un equipo de The Times a raíz de su incredulidad sobre el estado de conservación de las obras trasladadas del Museo del Prado e invitado por el propio Gobierno español, pudo comprobar que se encontraban custodiadas sin ningún problema. El propio Josep Renau, director de Bellas Arte es quien decide enseñarle Las Meninas, el mayor tesoro del Prado.
Esta historia real, inmortalizada en una fotografía, es la que ha inspirado a la literatura. Goya, Velázquez, Tiziano o Durero, sus obras estuvieron custodiadas en las Torres de Serranos y en la Iglesia del Patriarca al inicio de la Guerra Civil. El autor Javier Alandes se preguntó: «¿Y si la parte sublevada, es decir, Franco, al pedir ayuda al ejército alemán nazi, le hubieran pedido a cambio Las Meninas?». La Valencia que salvó esta obra maestra es la inspiración y el arte como moneda de cambio la ficción que surge de ella.
'Los guardianes del Prado', publicado por la editorial Espasa, es la novela en la que Valencia es protagonista junto a obras de arte como 'La familia de Carlos IV' de Goya, el 'Retrato de Carlos V' de Tiziano, o 'El dos de mayo de 1808' de Goya. El autor imagina una trama en la ciudad en la que se tratará de robar las obras maestras para intercambiarlas con los nazis por apoyo en la Guerra Civil.
La ciudad de Valencia, desde las Torres de Serranos hasta la plaza del Patriarca, pasando por la plaza de la Virgen o el Palacio del Marqués de Dos Aguas, es la protagonista en la que la trama transita entre la Guerra Civil y los años 80 y con la que Alanes consigue enlazar la importancia histórica de la Capital del Turia. La fotografía de 'Las Meninas' en el Patriarca le sirve de excusa para unir a un periodista de los años 80 con los guardianes de las obras de arte del Prado.
«La historia real es la excusa que me da para que los personajes estén enlazados, se mezcla lo real y lo ficticio pero haciéndolo verosímil y poniendo a la ciudad de Valencia en el centro de la trama», destaca el autor.
En la otra trama, la que transcurre en los años 80, un periodista en horas bajas le encargan un reportaje sobre un empresario valenciano al que le hacen un homenaje porque en el 37 habría viajado a Alemania para intentar convencer al Tercer Reich de que no interviniera en la Guerra Civil española o al menos esa era la versión oficial. Rascando sobre esos hechos, el periodista descubre el complot para robar 'Las Meninas' custodiadas en Valencia. Esa parte de la novela trata de acortar el tiempo «con el alzamiento del 81, que parece alejado a la Guerra Civil, pero que en realidad son parecidos, y busco así de alguna manera de argumentarlos e hilarlos esos dos hechos, en los dos además Valencia es importante porque fue la primera en sacar los tanques a la calle en el 23 F, es una forma de demostrar que Valencia ha sido importante durante hechos históricos de este país», explica Alandes.
Valencia fue refugio durante la guerra no sólo de un gobierno asediado y con la necesidad de abandonar Madrid, sino también de las obras de arte más importantes y de la mayor colección numismática del momento del Museo Arqueológico Nacional, una colección que alberga monedas visigodas, romanas precolombinas, y que tras su paso por Valencia se perdió al intentar ser enviado a México.
Del Prado llegaron 600 obras de arte a la ciudad de Valencia junto al Gobierno que se vio asediado y con la necesidad de abandonar Madrid para que el país siguiera funcionando. El estado tomó la decisión que para algunos historiadores fue por preservar las obras mientras que para otros estuvo motivada por la necesidad de llamar la atención de la comunidad internacional sobre lo que estaba ocurriendo en España.
«No es una novela de bandos buenos ni malos, ni de tratados políticos ni históricos, es una novela de personajes, historias reales y de ficción, protagonistas cuya ambición les lleva a hacer cualquier cosa y otros personajes que desde su humilde puesto, en vez de mirar a otro lado, deciden arriesgarse pese a que sus vidas están en juego», comenta el autor.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.