Otro año perdido para el Museo Bellas Artes de Valencia

El año se prepara para despedirse, un ejercicio para el que la dirección general de Patrimonio y Cultura había anunciado iniciativas con las que enderezar el rumbo del Museo de Bellas Artes. Pero llegado diciembre la pinacoteca, considerada la segunda más importante de España, se encuentra con que las medidas anunciadas aún no han visto la luz. Se ha perdido un año. Los gestores del espacio –de titularidad estatal, pero de gestión autonómica– no han convocado las plazas para disponer de restauradores y conservadores ni tampoco se ha recorrido todo el camino para conseguir la ansiada autonomía del museo a través de una fundación. Por parte del Ministerio de Cultura tampoco se ha redactado, aprobado, adjudicado y licitado el plan museográfico con el que cambiar el discurso expositivo del centro del arte.

Hay más asuntos, quizás de menor trascendencia, que tampoco se han resuelto. No han abierto sus puertas la tienda y la librería anunciadas, no se ha materializado la actualización de la página digital del San Pío V. Y de la finalización de las actuaciones para mejorar el sistema de climatización nada ha comunicado la dirección del museo.

¿Qué respuestas ofrece a todas estas cuestiones abiertas la dirección general de Patrimonio, adscrita a la conselleria que dirige Vicent Marzà? Fuentes de este departamento contestaron a LAS PROVINCIAS que «se está trabajando en todos los temas», a lo que añadieron:«Cuando tengamos novedades las comunicaremos». No hay, pues, novedades.

Esta misma semana, el pasado lunes, el director de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, Román Fernández Baca, durante una visita a Valencia, se refirió al plan museográfico dejando claro que no se ha resuelto todavía. «Está en ejecución», dijo. Añadió que tenían «una reunión pendiente en estos días con la directora general y el coordinador de la dirección general para ver lo que hemos hecho y las necesidades que hay». No facilitó un plazo, al menos previsible, de cuándo podría estar resuelto para poder aplicarse en la pinacoteca valenciana.

De la necesidad de imprimir un nuevo discurso al Bellas Artes de Valencia, una línea de actuaciones que lo convierta en un museo del siglo XXI, se viene hablando desde varias legislaturas. En la anterior, Cultura nombró a Casar Pinazo para que pilotara el resurgir del San Pío V, pero hace justo un año, en diciembre de 2018, decidió apartarlo de la dirección. También hace un año LAS PROVINCIAS desveló la falta de restauradores y conservadores del centro, que tiene un plantilla muy mermada, y la intención de Cultura de cubrir estos perfiles profesionales de alta especialización con una bolsa de trabajo de gestores culturales. Esta situación desencadenó una oleada de críticas por parte de especialistas en arte que lamentaron que la trayectoria de la segunda pinacoteca de España discurría por una vía «errática» que a su juicio revelaba una situación «vegetativa».

La carencia de restauradores y conservadores sigue sin ser paliada, pero el museo sí ha ganado metros expositivos. Este año se abrió el edificio de la V fase de ampliación, cuyas obras finalizaron en enero de 2017. Para la ocasión se celebró la exposición 'El inicio de la pintura moderna en España: Joaquín Sorolla' en el bautizado como edificio Pérez Castiel.

En la presentación del nuevo espacio Carmen Amoraga y la directora provisional del museo, Margarita Vila, manejaron el pasado mes de abril como la fecha prevista para aprobar la norma que abriera la vía a la autonomía del museo. Esto implicaba modificar la normativa de 1991 que regula el patronato ante lo que Amoraga aseguró: «Ya está iniciado el trámite para su modificación». El objetivo último, dijo también, es la constitución de una fundación.

Se dio a conocer además que trabajaban en el desarrollo de una nueva web, así como en la apertura de la tienda –cerrada en marzo de 2017– y en la solución a los problemas de climatización. Y se anunció para el pasado mayo la gran exposición dedicada a Vicente López, muestra que aún no se ha celebrado y de la que no se ha concretado nueva fecha. Sí se ha expuesto la predela del 'Centenar de la ploma'.

Uno de los cambios más significativos del año que concluye es el nombramiento de Carlos Reyero como director del museo. Llegó el verano tras ser nombrado por una comisión en la que no participó el Ministerio de Cultura. Reyero será el encargado de llevar adelante todos los proyectos para conducir al museo por la senda del siglo XXI (más personal, autonomía y nuevo discurso expositivo) y, sobre todo, ganarse aliados políticos en Valencia y Madrid.