LAURA GARCÉS
Viernes, 15 de octubre 2021, 00:15
Valencia. Los Jardines de Viveros vivieron ayer una nueva primavera. En el emblemático espacio de la ciudad de nuevo florecieron los libros. Y lo hicieron un día que, a pesar del otoño, el sol no faltó a la cita. Los amantes de la literatura, del papel impreso se reencontraron con uno de los eventos culturales más esperados de la ciudad, la 56 Fira del Llibre, a la que el año pasado la pandemia les impidió acudir. El público, los libros y los libreros volvieron a la vida.
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Son sesenta los expositores que a lo largo de 83 casetas muestran su oferta, un abanico de títulos que despliegan historias para todos los públicos y los gustos más diversos. Está previsto que desde ayer y hasta su cierre, el próximo 24 de octubre, numerosos autores se citen con sus lectores en Viveros, donde se respetará un aforo de 800 personas. En esta ocasión la propuesta cuenta con dos nuevas librerías entre los expositores: Imperio y Bangarang, una y otra se quedaron el año pasado en las puertas de inaugurar su trayectoria en la Fira del Llibre.
Mamen Monsoriu, propietaria de Imperio, recordó que su actividad como librera empezó a finales de 2019 y no le dio tiempo a participar en la de 2020, Ayer se mostraba «muy feliz e ilusionada» por poder participar en el certamen. Monsoriu destacó la «auténtica locura» que ha supuesto preparar la participación. La propietaria de Imperio espera que la Fira le ofrezca el aprendizaje necesario para seguir en las siguientes convocatorias.
También Estela Sanchis, copropietaria de Bangarang, acude al certamen con el deseo de «aprender». La librera, satisfecha por formar parte del encuentro de Viveros, ha preparado un puesto con una amplia selección de novedades pero también otros títulos que no lo son «porque los libros no caducan».
Acompañando a los libreros, no pocos visitantes decidieron acercarse al certamen en el día de su estreno. No quisieron esperar más. Desde Requena llegó Mila Navarro llamada por la ilusión de que la autora Julia Navarro, que ayer estaba en Viveros, le firmara las dos novelas de la autora que ya ha leído. Sólo una hora después de la apertura de los puestos, Mila ya llevaba en sus manos la bolsa que la delataba como compradora. Había adquirido 'Chocolate en tiempos de guerra'de la autora Miriam Najm, con quien se llevó la sorpresa de poder hablar.
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Andrés Aguilar y Paco Montáñez, dos jóvenes estudiantes de Jérez de la Frontera y de Palma del Río, respectivamente, también encontraron un hueco en su agenda para acercarse a Viveros. Andrés buscaba un regalo para su hermano y en medio de tantos libros dio con lo que necesitaba. José Manuel Roselló confesó que se vio empujado a acudir el primer día porque la Fira del Llibre es «un acontecimiento» que no se quería perder. Es un habitual del certamen, de la novela y de la filosofía, que llegó a Viveros sin un título decidido. «Quiero ver, qué novedades hay y luego comprar, seguro», señaló a LAS PROVINCIAS.
En el equipo de lectores que abrieron las visitas se encontraban las valencianas Ana Orts y Raquel Bada. Buscaban alguna lectura en la «primera feria presencial del libro después del Covid, ya he estado en la de Madrid y quería ver cómo era la vuelta a la feria en Valencia», apuntó Raquel, quien como tantos otros visitantes harán a lo largo de los próximos días salió del recinto ferial con un libro bajo el brazo.
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