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Jorge Blass, en una actuación. lp

El mago que encandila a Hollywood recala en Valencia

Se convirtió en el primer español en ganar el Oscar del Ilusionismo en Los Ángeles en 2024, su espectáculo 'Flipar', donde dos espectadores se hacen 'invisibles', se exhibirá en el teatro Olympia a partir del 16 de abril

Carmen Velasco

Valencia

Jueves, 27 de febrero 2025, 13:24

Con apenas 19 años ganó la Varita de Oro de Monte Carlo y durante 20 años no ha dejado de recibir los más importantes reconocimientos ... por parte de la crítica y el público. Su magia ha cautivado a iconos del ilusionismo como David Copperfield o Penn & Teller. Desde el Dolby Theater en Los Angeles, hasta la Exposición Universal de Shangai, recorriendo televisiones de medio mundo, emociona a millones de personas con su extraordinarios trucos. El pasado año recibió el premio Stage Magician of the Year, es decir, el Oscar del Ilusionismo, en una ceremonia celebrada en Los Ángeles. El próximo mes su magia se desplegará en Valencia.

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Su espectáculo 'Flipar' está dejando boquiabierto al público. En este montaje, que cuenta con más de 10 ilusiones inéditas, dos espectadores del teatro 'se hacen invisibles'. Detrás de este montaje está Jorge Blass (Madrid, 1980), discípulo de Juan Tamariz. Su primera aparición en el mundo del especatáculo fue en el programa Megatrix de Antena 3 en 2001 y ha ido año a año subiendo peldaños de la escalera del éxito.

La magia de 'Flipar' no se hace sóla. Blass cuenta con un equipo formado de ingenieros y técnicos. Detrás del ilusionismo hay ciencia. 'Flipar', que se representará del 16 al 21 de abril en el teatro Olympia de Valencia, es !un show único en el que no existe lo imposible, que hace dudar incluso de los sentidos del espectador y con el que los niños descubrirán que sus padres no lo saben todo«, según la nota de prensa.

«Desapariciones, teletransportaciones e ilusiones que desafían la lógica dejarán a los asistentes y sin saber cómo, dónde ni por qué, pero con una sonrisa. Sin duda, una experiencia difícil de olvidar. La única pena es que no puedas verte la cara cuando lo estés flipando, ¿o sí…?», añaden.

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