Magüi Mira: «Los políticos utilizan y se alimentan de la cultura pero no son capaces de creer en ella»

Llega a la ciudad, su Valencia natal, con un montaje que es todo un «espectáculo». La directora y actriz Magüi Mira aterriza el miércoles en el Olympia con 'La fuerza del cariño', una obra que adapta la popular película de James L. Brooks y que cuenta con Lolita, Luis Mottola, Marta Guerras y el también valenciano Antonio Hortelano (estará en cartel hasta el 16 de febrero). Mira (Valencia, 1944), «hija de la posguerra», como ella se describe, lo ha dirigido casi todo sobre las tablas «aunque aún me quedan cosas por hacer». Con una dilatada trayectoria, también como intérprete, la actriz defiende la cultura «no como un gasto y sí como una inversión» y asegura que le pediría al recientemente elegido ministro del ramo «que no permita que en ningún debate político no se hable de cultura».

–Llega a Valencia con ‘La fuerza del cariño’, una comedia que habla del amor pero también de las tragedia. ¿Qué va a encontrar el espectador en su adaptación?

–Eso mismo, un espectáculo. Va a gozar de lo que ocurre en el escenario, de una historia muy sencilla de la calle, que pone en evidencia algo que necesitamos, el deseo de dar y recibir amor. Esa es una de las pocas certezas que tenemos. Es un montaje que habla de la vida y tiene mucho humor, ternura y dolor.

–¿Esta obra es una especie de terapia? ¿El teatro nos cura?

–El teatro es sanador y mejora a la vida de las personas. La mera decisión de consumir cultura ya cura. Nos sirve para parar la locura en laque vivimos, es un antídoto.

–Recibió el premio Valle-Inclán de Teatro por ‘Consentimiento’, una obra en la que hablaba de una violación. Ahora está inmersa en ‘La fuerza del destino’, un texto que, a priori, es muy diferente. ¿Cómo aborda tan diversas y complicadas temáticas a la hora de llevarlas sobre las tablas?

–Para mí cada trabajo es un reto. Cada uno de ellos lo abordo con máximo compromiso. Ahora, por ejemplo, estreno la semana que viene en el Centro Dramático Nacional (CDN) ‘Naufragios de Álvar Núñez’, un texto de José Sanchis Sinisterra. Mi trabajo es aprender, investigar, encontrar un lenguaje diferente, el que necesita cada historia para ser contada.

–Nunca se ha autocensurado al hablar de nada. Lo ha hecho de feminismo, de política, de cultura... ¿le ha perjudicado a Magüi Mira ser tan clara?

–No. Nunca. Pienso que la vida es compromiso, aunque no nos demos cuenta. Cualquier pequeña decisión lo. Todo repercute, lo que compras, lo que dices, lo que lees, todo te compromete aunque no seas consciente de ello. Siempre he sido clara, he nacido en este momento histórico y lo vivo sintiéndome una persona afortunada.

–¿Ha sentido la invisibilidad en el mundo del teatro por ser mujer? ¿Se ha roto el techo de cristal para las directoras y actrices?

–No, para nada. Pero no se ha roto ningún techo de cristal. Yo hablo de una intifada silenciosa, que se da desde hace siglos y siglos. Siempre digo que toda mujer, aunque no sea consciente, es feminista. Nosotras necesitamos nuestro espacio, el respeto del hombre y, entre todos, tenemos que conseguir un mundo paritario, que nos hará más felices a todos. Me provoca mucha ternura que una mujer diga que no es feminista. ¿Acaso no quieres que tu hija sea respetada, que le paguen el mismo sueldo que a un hombre por desempeñar el mismo trabajo, que pueda viajar o abrirse una cuenta sin el permiso de un varón? Las mujeres necesitamos poder conciliar, y para ello el gobierno se tiene que implicar.

–El nuevo ministro de Cultura se ha marcada la paridad como uno de sus objetivos. ¿Qué le pediría Magüi Mira a este responsable?

–Que defendiera que la cultura no es un gasto y sí una inversión. Que lo pusiera en práctica y que no permitiera que volviera a celebrarse un debate política en el que no se hable de cultura.

–¿Los políticos reniegan de ella?

–No. La utilizan porque la necesitan como cualquier ciudadano para poder pensar y no hacer el ridículo. Si tuvieran más cultura harían menos el ridículo. Los políticos se alimentan de ella pero son incapaces de creer en la cultura.

–¿Qué le falta por hacer en el teatro tras tantos años de trayectoria?

–Muchos proyectos. Quiero seguir contando historias, ya sea como actriz, dirigiendo, escribiendo... Soy una todoterreno.

–No la vemos mucho por Valencia, su tierra. ¿Para cuándo una obra producida en la ciudad? ¿Las instituciones culturales públicas no la llaman?

–Mi trabajo es como un río, que me lleva a muchas partes. Ojalá me llevara a Valencia, hacia al Turia, tengo muchas ganas de generar un proyecto teatral ligado a mi tierra.