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Las clases de cómic de Julio Nebot en La Academia también se orientan al dibujo en digital. IRENE MARSILLA
Mamá, quiero ser Paco Roca
De lectores a autores

Mamá, quiero ser Paco Roca

Atraídos por el manga, la cultura japonesa y los súperheroes, cada vez más niños muestran interés por dibujar viñetas. El cómic vive un momento álgido entre el público más joven

Noelia Camacho

Valencia

Domingo, 10 de marzo 2024, 00:55

Puede que uno nazca dibujante, pero también se ha que decir que se hace a un dibujante. Porque la ilustración no es un género cualquiera y llegar a ser un especialista en cómic y tebeos, en crear esas historias que se sirven de bocadillos, de viñetas y de un trazo único capaz de dar vida a personajes muy reconocibles, también se puede aprender. Y, mejor, si se hace desde bien niño.

Las escuelas de dibujo de la ciudad de Valencia ven cada vez con más frecuencia cómo los pequeños y adolescentes apuestan por formarse en este mundo a través de cursos de ilustración y arte digital en los que se siembra la semilla que les permita decir en unos años –no muy lejanos– eso de «Mamá, quiero ser artista», aunque en este caso bien podría ser: «Mamá, quiero ser Paco Roca», en alusión al ilustrador valenciano que triunfa en la actualidad o, incluso, a otros grandes nombres de la región como Daniel Torres o Ana Penyas. Independientemente de a quien quieran parecerse, los niños buscan referentes para dedicarse a las viñetas. Y muchos son los ejemplos de centros de la capital que, entre su oferta formativa, incluyen clases de cómic, arte digital e ilustración.

A partir de ocho años, se puede asistir a clases de cómic. IRENE MARSILLA
Imagen principal - A partir de ocho años, se puede asistir a clases de cómic.
Imagen secundaria 1 - A partir de ocho años, se puede asistir a clases de cómic.
Imagen secundaria 2 - A partir de ocho años, se puede asistir a clases de cómic.

Una de ellas es la escuela Artífex de Valencia, donde hay varios cursos de cómic para niños y adolescentes. A partir de 8 años, los más pequeños pueden aprender a ser dibujante de tebeos. Lo cuenta una de sus profesoras, Sara Ávila, quien relata a LAS PROVINCIAS que en este centro tienen dos grupos. El más numeroso, formado por ocho alumnos de quinto y sexto de primaria, enseña todo lo que hay que saber para crear una historia en viñetas. «Aprenden desde el cómic más tradicional al manga o al 'cartoon'», asegura. Hay que iniciarles en este arte y, por ello, se comienza con el dibujo de anatomía, las proporciones, las caras y las expresiones, también cómo mostrar el cuerpo de frente... Y, después, ya es el turno de crear una narrativa, de darle forma a la idea. «Estos niños consumen mucho manga, mucho cómic... Tanto en formato físico como a través de las plataformas y lo digital. Muchos ya van demostrando su talento, son pequeños monstruos del dibujo», cuenta Ávila.

«Lo importante es que entiendan que esto puede llegar a ser una profesión», cuenta el profesor de dibujo Julio Nebot

En el grupo de adolescentes, destinado a chavales de entre los 12 y los 16 años, se profundiza más en el mundo digital. «En estas clases, cada uno de ellos va más por libre y comienzan a crear composiciones. Ellos se centran más en una historia. Y cabe decir que son muy lectores, se nota que leen mucho», afirma.

Su escuela es una de tantas que apuesta por el cómic como asignatura extraescolar. Va más allá de aprender a dibujar y, sobre todo, hacerlo bien. Que los más pequeños vean su futuro en viñetas también es algo que deja escapar su creatividad y su imaginación. «Formamos a los dibujantes del futuro. Aquí les enseñamos una profesión», defiende Julio Nebot, responsable de La Academia, otro centro en la capital del Turia que ofrece este tipo de clases. En su caso, son los viernes cuando los más jóvenes acuden casi a unas clases particulares para aprender a ser ilustradores. «Lo más importante es que cada alumno reciba una atención personalizada», relata. Nebot ha sido también dibujante de cómic y sabe lo importante de la formación para destacar en esta disciplina. ¿Qué enseña a sus alumnos? «El diseño de personajes, el uso de color, los acabados, las proporciones humanas... Y a planificarse. Porque para un ilustrador es muy importante planear lo que va a contar, cómo lo va a hacer y la historia que quiere mostrar», asegura.

«Los súperheroes de Marvel, 'Guardianes de la noche', 'My hero Academia'... Todos estos títulos hacen que los más pequeños quieran ser dibujantes«, cuenta Sara Ávila, profesora en Artífex

Dice que desde hace diez años nota que cada vez son más los pequeños que se decantan por esta disciplina. ¿Qué les inspira para decir eso de «Mamá, quiero ser dibujante de cómic»? «Algunos leen 'Mortadelo y Filemón' y otros son fanáticos del manga. Es verdad que con el auge de la cultura japonesa, cada vez la ilustración está más presente», afirma Nebot. «Los súperheroes de Marvel, 'Guardianes de la noche', 'My hero Academia'... Todos estos títulos hacen que los más pequeños quieran ser dibujantes. Y muchas también consumen estas historias atraídos por sus padres, que también son lectores de tebeos y aficionados al manga», cuenta Sara Ávila.

De las palabras de los expertos, de esos profesores que enseñan cómo darle expresión a unos ojos o la forma en la que llevar a las viñetas historias que puedan atraer a los lectores se deduce el momento álgido que el cómic vive entre los más jóvenes. «Cada vez más, sobre todo también por el auge de las plataformas, de esa cultura asiática que les llega. Este mundo ha pasado a ser popular, al 'mainstream'», añade Julio Nebot.

En estos cursos igual de importante es coger el lápiz como llevar la creatividad a la tablet. «A esto hay que echarle muchas horas», asegura el profesor. Y confiesa que, aunque lleva más de dos décadas ofreciendo este tipo de cursos, entre los niños y adolescentes son cada vez más las chicas que apuestan por la ilustración. «Lo realmente importante es que entiendan que esto puede llegar a ser una profesión y que es un oficio, un arte», argumenta Nebot.

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