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El mandato discreto de Iglesias en Les Arts

El gestor logra el apoyo de la orquesta y sortea la polémica con el caso Plácido Domingo en su primer año

C. VELASCO/C. RUS

VALENCIA.

Jueves, 16 de enero 2020, 00:55

El Palau de les Arts no es una institución fácil de gestionar ni artística ni económicamente. En el último año la administración del coliseo ha generado poco ruido aunque no se ha librado de estar en la diana informativa (la presencia de Plácido Domingo es un buen ejemplo de que el auditorio no es ajeno a la polémica). Este periodo coincide con los primeros doce meses de Jesús Iglesias Noriega como responsable artístico, un nombramiento que ha conllevado cambios en la institución artística, sobre todo de puertas hacia dentro.

El primer año del responsable artístico se salda con algunos deberes cumplidos y muchas cuestiones por resolver. La gestión de Iglesias, de momento, se nutre de movimientos discretos y poco ruido. Así lo evidencia, por ejemplo, la no renovación de Ramón Tebar o la contratación de Christiaan Uytdehaage como asesor adjunto a la dirección artística.

Las cuestiones más delicadas, como las denuncias de acoso a Plácido Domingo y la absorción de la oferta del Palau de la Música (cerrado desde el pasado verano), han sido ajenas a su gestión. En el primer caso, Iglesias ha sorteado el caso de Plácido Domingo: mantuvo 'Nabucco' (que funcionó en taquilla y se estrenó sin que el barítono ofreciera rueda de prensa) y se mantiene al margen de si el Centro de Perfeccionamiento ha de perder el nombre del artista madrileño. La retirada de la nominación fue solicitada por la Coordinadora Feminista de Valencia, que se manifestó en la última función de la ópera de Verdi. También abogó por repensarlo la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, quien se fotografió con Plácido Domingo en un ensayo de 'Don Carlo' en 2017, año en el que Davide Livermore dejó el coliseo cuestionando el apoyo de la Generalitat a Les Arts. En la última visita de Domingo, Oltra no repitió la instantánea.

El coliseo ha conseguido retener el volumen de abonados en la presente temporada

En el caso del Palau de la Música, Les Arts ha prestado la sala Auditori para el abono del auditorio municipal. En el ajuste de programación, Les Arts no sale perdiendo. Primero porque el Palau paga por el uso de la sala y segundo porque Les Arts será el escenario del regreso de Zubin Mehta a Valencia. El que fuera director del Festival del Mediterrani y una de sus batutas más importantes de la Orquesta de la Comunitat actuará el 26 de abril con la Filarmónica de Viena en Les Arts, de donde se marchó en 2014.

En el terreno estrictamente musical, Iglesias se ha ganado el apoyo de la Orquesta de la Comunitat. Los músicos en su mayoría y de momento pliegan filas con él, algo que no sucedió con Davide Livermore, e incluso algunos de los intérpretes que dejaron la formación están volviendo, como la chelista Arne Neckelmann. Iglesias, que ha logrado retener el volumen de abonados (el pase general tiene 2.614 espectadores, cifra similar a la anterior temporada) tiene por despejar la principal cuestión: quién será el próximo titular al frente de la Orquesta de la Comunitat. Esa ha sido la asignatura pendiente desde la marcha de Lorin Maazel en 2011.Omer Wellber, nombrado por Helga Schmidt, no llegó a cuajar y Mehta ejerció como director de facto, pero no de iure, y el sistema de dos directores (Fabio Biondi y Roberto Abbado) promovido por Livermore resultó disfuncional. Sólo en la temporada pasada Abbado ejerció como verdadero titular, pero ya de retirada del cargo.

La selección del próximo director es, sin duda, el gran reto de Iglesias. La ambición ha de marcar la elección. Les Arts se ha diferenciado del resto de teatros de España por la calidad y prestigio de su orquesta y, para mantenerlo, se necesita una batuta de primera línea.

Otra característica de la etapa de Iglesias es la profesionalización de la gestión artística sin sacrificar las cuentas. Por poner un ejemplo: el ciclo de lied. El primero de los conciertos con Beczala no llenó la sala, pero vendió lo suficiente para cubrir los gastos. Para conseguir esto en necesario tanto una oferta de calidad como una política de precios razonable que permita la viabilidad de la oferta a largo plazo. Esa es la mentalidad que tanto ha faltado a los gestores culturales del campo de la música en nuestra ciudad (con la excepción de Helga Schmidt).

Por último, Iglesias ha apostado por la modernización de los directores de escena frente a las propuestas propuestas escénicas conservadoras (a excepción de 'La flauta mágica', de Graham Vick) o registas italianos. Iglesias aspira a atraer a directores más modernos e internacionales con lenguajes personales e innovadores. Un buen ejemplo es Robert Carsen, una de las grandes figuras del panorama internacional y que debutará mañana con 'Elektra'.

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