Manolo Valdés: «El problema del IVAM no es la salida de la directora, sino que es un museo irrelevante»

La entrevista con LAS PROVINCIAS se produce en Opera Gallery de Madrid, donde el próximo viernes inaugura 'Allegro'. La exposición reúne las últimas piezas de Valdés, creadas en 2023. Las pinturas salidas del taller hace apenas unos meses se encuentran con las populares meninas. Cerámica, aluminio y vidrio constituyen el material para moldear las ya célebres cabezas femeninas.

La primera pregunta del encuentro entre el creador valenciano y LAS PROVINCIAS la formula él. «¿Cómo está Valencia?». «La ciudad está revuelta», contesta quien firma estas letras. «¿Por qué?», quiere saber él. El trágico incendio en Campanar y la situación del IVAM centran el primer cruce de palabras. «Lo sucedido en la finca es mucho más grave que lo que del IVAM», pondera.

-Por la renuncia de Nuria Enguita, la ya ex directora del IVAM, iba a preguntarle en la entrevista...

-El problema del IVAM es más grave que la renuncia de Nuria Enguita. Lo grave es cómo un museo que era icónico se ha convertido en algo irrelevante, que casi no existe. ¡Cómo ha podido retroceder tanto el IVAM! De lo que se ha publicado sobre las donaciones, yo, que conozco a Vicent Todolí, puedo decir que él no es corrupto. Habrá habido esa donación pero no por el concurso , sino porque son amigos o de la misma cuerda. A eso, que se ha utilizado de forma pública, no le doy importancia. Lo que sí que me duele es el que el IVAM, al que yo he estado muy cerca, ver que casi no existe. ¡Lo que era y lo que es! También me llama la atención cómo se pone para dirigir el IVAM a un grupo de gente que viene de un proyecto fracasado como Bombas Gens. Parece que el sentido común dice que a esta equipo no se le debe dar la mejor institución de Valencia.

-¿Desde cuándo el IVAM es irrelevante?

-Ha ido deteriorándose poco a poco. El IVAM tiene una buena colección, pero no es una institución para hacer las exposiciones al gusto de la dirección.

-¿Ha estado de espaldas a la calle?

-Ha habido una falta de neutralidad y la sociedad es muy diversa. Esta falta de neutralidad hace daño.

-¿A usted le ha hecho daño como artista?

-(Sonríe) No, a mí me da pena. Pena porque antes en mi ciudad había un museo del que todo el mundo hablaba y lo consideraba fenomenal. Yo he expuesto en el Guggenheim, Reina Sofía... tengo los reconocimientos y premios habidos y por haber... Sólo hay que ver los premios Julio González que el IVAM daba antes y los de ahora. Lo mismo sucede con la compras de Carmen Alborch, Tomás Llorrens, Kosme de Barañano... Habría que ver lo que adquirieron ellos y se adquiere ahora o lo que vale en la actualidad aquellas compras.

-¿No le haría ilusión una retrospectiva en el IVAM?

-Sí, claro, pero yo no tengo queja. En Valencia me han dado más de lo que me merezco.

-¿A los políticos de hoy les da igual el IVAM?

-Si no les diera igual, se tomarían interés. Con todos los concursos que se quiera, el IVAM está bastante peor que antes. Esto no hay nadie que lo ponga en duda. A partir de aquí se puede corregir, poner un director de acuerdo al político de turno o hacer algo por el museo.

-¿Qué se puede hacer por el IVAM?

-Que tenga un gran director, pero yo no tengo nombres ni sé quién quiere o no.

-Me ha hablado de Bombas Gens, que ha tildado como proyecto fracasado, pero ¿conoce el Centro de Arte Hortensia Herrero?

-No, quiero ir esta semana. Habrá que esperar el resultado conforme pase el tiempo pero Hortensia Herrero viene de bastantes éxitos como son grandes exposiciones y importantes restauraciones. Además, ha tenido una enorme generosidad con la ciudad de Valencia. Yo que soy un valenciano de 83 años he de decir que Valencia está infinitamente mejor que antes. Cuando yo era joven no había IVAM ni galerías. Ahora tienes IVAM, la Fundación Bancaja, Bombas Gens hasta hace unos días, el mecenazgo de Hortensia Herrero... Valencia es una maravilla para lo que era cuando yo era un estudiante de Bellas Artes. Es impensable todo lo que ha progresado pero todavía oyes esas barbaridades contra Calatrava, que es desde Sorolla el valenciano dentro de la cultura más importante. Recuerdo una política que ya no está y que tuvo problemas serios que pensé: «¿Estamos entre gente normal o idiotas?» ¡Qué pena!

-¿Se refiere a Mónica Oltra?

-Sí, a ella le oí unas barbaridades tan estúpidas, tan sectarias... hasta me dio ternura.

-Yo pensaba hablar con usted de 'Allegro'. Su última exposición en Opera Gallery es muy armoniosa, colorida. Desde los años 60 hasta ahora no ha parado. ¿Es un obrero del arte?

-A mí me gusta ir todos los días al estudio. Voy a las nueve horas de la mañana y salgo todo lo tarde que puedo. Soy consciente de que tengo una edad y he perdido parte de mis energías. Tengo que aprender a renunciar a unas horas de trabajo porque estoy en esta etapa. Me resultan insoportables los días de fiesta porque tengo que parar (bromea). Un amigo mío que vive en Nueva York entra al hospital a trabajar a las cinco de la mañana y lo que hace Valentín Fuster, que tiene mi edad, es lo me gustaría a mí. La gente importante es la que genera empleo, como el empresario Juan Roig, junto con la que cura. Esas personas, que son las capaces, se convierten en modelos de comportamiento. Los demás, acompañamos. Admiro las capacidades de esa gente porque yo no las tengo, aunque mostremos pasión y tesón.

-¿Qué le mueve a ir todos los días al estudio?

-Es mi pasión, mi locura, mi profesión. No puedo vivir sin pintar, es como respirar. Me da placer.

-¿El arte sana?

-No, el arte no cura. Ayuda a pensar, te da placer, te hace la vida más agradable. Te sana Valentín y te da trabajo Juan Roig (ríe).

-¿Le preocupa el paso del tiempo?

-No tengo noción del paso del tiempo, porque soy un inconsciente (ríe). Sé que cada vez le tengo que dedicar más horas a mi salud y tomarme más pastillas.

-¿Es consciente de que usted es uno de los artistas españoles vivos más cotizados?

-Eso depende de muchas casualidades. No es algo que uno pueda organizar. Si es así, bienvenido sea. Llevo una vida bastante parecida a la que he tenido siempre.

-¿Una de las claves de su carrera es que nunca ha estado al lado de los políticos?

-Me ha interesado siempre la política, pero siempre he pensado, quizá desde una posición equivocada, que la Administración es el cliente ignorante, interesado. Me ha interesado más el cliente privado, que tiene más pasión. La cosa partidista es muy incómoda: si el partido en el poder te encarga algo, el de la oposición te lo reprocha.

-Cuesta imaginar la Marina de Valencia sin su 'Pamela'...

-Mucha gente me manda fotos con la escultura. Estoy satisfecho.

-¿Cuándo volverá a exponer en Valencia?

-Soy un profesional y voy donde me llaman. No hay proyecto cercano y tengo los próximos años ya cubiertos. Seguro que iré en cualquier momento y no me puedo quejar.