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Marcos Campos, director del Festival Internacional de Cine Infantil de Valencia (FICIV), acaba de arrancar la novena edición del festival de cine para niños por excelencia en nuestra ciudad. Atiende a nuestras preguntas mientras se dirige hacia la inauguración de una muestra en la que la empresa Maatk Inclusión expondrá diez réplicas de la obra de Sorolla elaboradas por el artista Rafael Gálvez Casas en la estación de Joaquín Sorolla.
Todas las propuestas del festival van enfocadas a enriquecer a los niños y niñas de Valencia. FICIV lleva nueve años trayendo a la ciudad del Turia infinidad de largometrajes de dibujos que ponen sobre la mesa la educación en valores. Desde hace varias ediciones, incluso llevan el cine a muchos colegios con alumnos en riesgo de exclusión social. Cada año llegan hasta alrededor de 5.000 niños con estas características.
Hablamos con él sobre el sector de la animación en Valencia, sobre los jóvenes y cómo les afecta la era de la inmediatez a la hora de consumir cine y, principalmente, sobre FICIV y lo que han estado haciendo durante los últimos 9 años.
-FICIV nace en 2015 con el fin de llenar un vacío que había en Valencia alrededor del cine infantil y juvenil. Cuéntame cómo estábamos en aquel momento.
-Decidimos montarlo porque había un hueco en el mercado de la animación infantil entendida como producto profesional. También para posibilitar que muchas familias que no podían ir al cine por su coste, pudieran acudir por un precio inferior. Y sobre todo, lo montamos por la parte educativa. Queríamos reclutar ese circuito de películas no comerciales que recorren el mundo en los festivales y que tienen principios educativos muy marcados. La educación audiovisual es muy importante.
No existe ningún otro festival que tenga una competición de concurso oficial donde todas las películas sean para todos los públicos. Vimos claro que FICIV tenía que ser así: largometrajes profesionales para todos los públicos. Y está siendo maravilloso.
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-En última instancia, el objetivo de FICIV es el impulso del cine valenciano para los más pequeños. La realidad es que vivimos en un mundo en el que la mayoría de los niños comienzan a convivir con la violencia audiovisual (películas de acción, superhéroes, etc.) desde bien jóvenes. Como director del festival, ¿cómo ves esta realidad?
-Hoy nos toca vivir esto, pero cuando yo era pequeño tan solo había dos cadenas de televisión y veíamos casi de todo. Son los padres los que tienen que marcar la evolución. Hoy, el acceso al mundo online genera una preocupación enorme, pero esa preocupación también estaba en el pasado, solo que de otra manera. Todo tiene un ying y un yang. Todo fue, es y será peligroso de alguna manera.
-La era de la inmediatez nos afecta mucho a quienes conocimos la calma que había antes de Internet. Pero los niños de hoy ya han nacido dentro de este remolino de urgencia y rapidez. En este sentido, es cada vez más difícil mantener la atención de un niño pequeño frente a una película de una hora y media. Teniendo en cuenta que esos niños de hoy serán los directores y productores del mañana, ¿está en peligro el cine tal y como lo conocemos?
-No lo creo. Sí pienso que el cine se reducirá a una parte más de nuestra vida, y que en el futuro no habrá tantos cines como los hubo. Pero eso no quiere decir que en el futuro se vaya a consumir menos cine. El cine jamás morirá. Las plataformas posibilitan que podamos ver casi cualquier película en cualquier momento. Todo tiene su parte buena y su parte mala. La inmediatez es lo que hay ahora. Es la característica principal del mundo actual. Y eso puede ser negativo en algunas cosas, pero muy positivo en otras. La velocidad mental de nuestros hijos es mucho mayor a la que tuvimos nosotros. No es que saboreen menos el mundo, es que lo saborean de otra manera. Se han adaptado a él. Todo momento tiene sus características.
-Eres muy optimista
-Por eso dirijo un festival (ríe). Si no lo fuera, ¡sería imposible!
-Nueve ediciones, supongo, habrán dado para mucho. Empezásteis siendo un festival muy pequeño y, poco a poco, os habéis consolidado. ¿Qué me puedes decir de esto?
-Hemos ganado mucha experiencia conectando con el mundo de la animación profesional de España y Europa. Y todo ha sido gracias a que somos uno de los únicos festivales en Europa de animación única y exclusivamente para todos los públicos. Y llega un momento en que ya nos estamos consolidando en colaboración con las instituciones. Todo llega después de un esfuerzo tremendo de pico y pala, después de un largo camino por el desierto. Por eso la satisfacción es tan grande.
-¿Hay algo que dirías que FICIV ha aportado al tejido cinematográfico valenciano?
-Simplemente, hemos aportado un granito de arena al sector de la animación. Queremos que un niño que ahora acude a FICIV, en el futuro desee dedicarse al mundo de la animación, y que el germen de esa idea fuésemos nosotros, tal y como me ocurrió a mí con Cinema Jove cuando era pequeño.
-Si el cine infantil ya es un sector muy concreto, el cine infantil valenciano es algo muy, muy específico. ¿Cómo está el sector? ¿Está sano, tiene carencias?
-Está sano, pero es pequeño. Aunque hay muchos profesionales que se dedican a formar a nuevos animadores. Desde ese punto de vista, el sector es más grande. Hay muchos estudios y universidades en Valencia que imparten cursos sobre esto. Ahora, la producción valenciana es escasa, no tiene demasiados recursos. No todos los años hay largometrajes valencianos de animación. Desde hace seis ediciones, en FICIV tenemos la sección Anima Valencia. En ella se da cabida a estudiantes de animación para que muestren sus proyectos.
-Consumir cine puede ser algo totalmente superficial o algo muy enriquecedor a nivel intelectual. Depende, lógicamente, de la película en cuestión. En este sentido, ¿qué tiene que tener una película para que consideréis incluirla en vuestra programación?
-Primero, debe ser para todos los públicos. Siempre digo que las películas de FICIV son para personas desde 3 hasta 99 años. En segundo lugar, siempre analizamos la vertiente educativa de la película. Queremos que eduquen en valores como la igualdad de género, la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente… Y en tercer lugar, siempre intentamos traer películas que no hieran la sensibilidad de nadie.
-Uno de los objetivos de FICIV es mostrar a los más jóvenes realidades y culturas diferentes a la propia, de manera que puedan ir conformando una mentalidad más abierta desde bien pequeños. ¿De qué manera está este objetivo presente en esta edición del festival?
-Nuestra pretensión ha sido intentar hacer ver a Valencia que somos un festival muy consolidado y en una fecha muy consolidada: la vuelta de las vacaciones. Queremos que la sociedad valenciana sienta que este festival es suyo. Y creo que lo estamos consiguiendo. Este año los Cines Lys van a quedarse sin entradas. Se nos conoce. Montamos exposiciones en las calles, accesibles para todos. En concreto, vamos a estar en la Plaza del Ayuntamiento, en la Plaza del Mercado con una oca gigante de los Objetivos de Desarrollo Sostenible… El objetivo es que los niños aprendan algo de todo esto, aunque sea algún matiz. Desde hace nueve años, gracias a Ferrocarrils de la Generalitat, cubrimos la estación de metro de Joaquín Sorolla con una exposición cultural. Si un niño ve una de esas imágenes, algo se lleva con él. El año que viene también queremos estar en la Plaza de la Reina.
-¿Qué se van a encontrar los jóvenes en esta nueva edición de FICIV?
-Hemos creado una nueva sección oficial a concurso de cortometrajes. También tenemos otra sección Iberoamericana. Tratamos de llegar a coles con niños en riesgo de exclusión social que ni siquiera pueden pagar los dos euros de la entrada. En años anteriores llegamos hasta a 5.000 escolares de estas características. Este año llegaremos a 4.000 más.
-¿Cómo ves el futuro de FICIV? ¿Hasta dónde queréis llegar?
Sabemos que esto vino para quedarse. Tenemos unas perspectivas muy grandes y una ilusión enorme. Ya no somos solo dos personas, ahora somos ya cinco, y en pocos años seremos diez. Queremos ser el San Sebastián de los niños. Es uno de mis sueños, hacer referente a este festival. Si seguimos generando actividad, vendrá gente de fuera. Por lo pronto, tenemos que seguir pico y pala.
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