La pelota estaba en el tejado del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y aunque ha tardado en lanzarla, finalmente lo ha hecho. Ha propuesto ... a José María Lozano para presidir el Consell Valencià de Cultura (CVC). El jefe del Consell ha puesto fin al periodo de provisionalidad que arrastraba la institución consultiva desde el fallecimiento de Santiago Grisolía en agosto de 2022, deceso que llevó a Dolors Pedrós a convertirse en presidenta en funciones.
Ante la apuesta de Mazón, Lozano -en declaraciones a este periódico- ha manifestado que al tener conocimiento de la decisión del jefe del Consell se ha sentido tan “satisfecho como sorprendido” y al mismo tiempo ha señalado que no hará declaraciones hasta que se publique el decreto de nombramiento.
La designación de presidente para el CVC era uno de los asuntos más esperados, de la misma manera que la tardanza en dar a conocer la apuesta del presidente del Consell no dejaba de alimentar la inquietud -sobre todo en las propias filas del PP- que a lo largo de los meses se ha traducido en la tensión observada en los debates de las sesiones plenarias. Además, la espera de nombramiento se había cosntituido en mecanismo de autodefensa de la prsidenta en fuciones, quien en reiteradas ocasiones ha trasladdao la idea de que estaba ese puesto porque Mazón no movía ficha.
El CVC ha sido escenario de broncas sonadas. De algunas sesiones se han salido los consejeros propuestos por el PP y a otros no se dejó entrar a la prensa, ésto sucedió con motivo de la sesión en la que se abordó la composición de la comisión de gobierno del Consell de Cultura. En un pleno blindado se renovó la comisión y la vacante que dejó Marta Alonso (designada en su día por el PP) quedó ocupada por Vicent Torrent. (propuesto por Compromís). Los populares quedaron fuera de ese órgano.
Desde la muerte de Grisolía, el ambiente no era el del consenso que se espera de un órgano consultivo. El perfil político de la presidenta, Dolors Pedrós -nombrada por Compomís-, no ayudaba a que así fuera, estaba alejado de las sendas del consenso. A esta circunstancia hay que sumar como factor determinante del malestar reinante, el desequilibrio de fuerzas representadas en este órgano en referencia a la composición de las Corts desde que en 2023 el PP obtuviera la mayoría parlamentaria. El Consell de Cultura no refleja ese cambio y la presidenta ha personificado el desequilibrio.
Tras unas cuantas sesiones plenarias broncas, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, tomó nota. De él depende la designación de presidente, de ahí que la vía sea el decreto. La primera opción apuntaba en la dirección de buscar una figura que concitara el consenso de las fuerzas políticas con representación en Les Corts. La segunda era escoger presidente entre los ya miembros del CVC.
La primera alternativa era complicada dadas las dificultades con las que podía encontrarse para alcanzar consensos. Quedaba la opción de elegir desde dentro, y a ésta se ha acogido Mazón optando por José María Lozano, designado en su momento a propuesta del PP. Lozano, miembro de larga trayectoria y gran conocedor del CVC, ha sido sin duda el valedor más destacado de los planteamientos de la opción que representa y ahora se ha convertido en la apuesta de Mazón.
En este contexto, Presidencia de la Generalitat ha trasladado esta mañana a los miembros del CVC la «voluntad» del 'president' de la Generalitat, Carlos Mazón, de nombrar a José María Lozano como nuevo máximo responsable del órgano consultivo. Así, según argumenta el secretario autonómico de Relaciones Institucionales y Transparencia, Santiago Lumbreras, en una carta se «hace efectiva la audiencia» mantenida recientemente con los distintos miembros del CVC.
Lumbreras expone que desde la defunción de Santiago Grisolía la presidencia del Consell Valencià de Cultura «está vacante» -actualmente la ejerce de forma interina Dolors Pedrós- y recuerda que, de acuerdo con la ley que rige la entidad y con su reglamento de organización y funcionamiento, «corresponde al 'president' de la Generalitat nombrar por decreto la presidencia» del mismo «entre sus personas miembros después de la previa audiencia de estos». Además, se ruega a los miembros del CVC que, en el plazo máximo de 48 horas desde la recepción del mensaje puedan «trasladar su parecer a esta Secretaría Autonómica» a través de una dirección de correo electrónico.
El arquitecto que llegó al CVC en 2011
José María Lozano (Burgos, 1950) es doctor arquitecto, catedrático de Proyectos Arquitectónicos de la Universitat Politècnica de València (UPV), responsable del laboratorio Hiberseimer, profesor de la Universidad de La Habana y del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría de Cuba. Además, ha sido profesor del Máster de Domótica de la UVEG, del de Arquitectura Hospitalaria de la Universitat de València y del de Transportes y del Máster de Arquitectura Avanzada.
En el Consell Valencià de Cultura, es vocal desde 2011 y fue presidente de la comisión de Ciencias entre 2013 y 2024. Asimismo, ha sido miembro de los Consejos Rector y Asesor del IVAM, de la Comisión de Expertos del Consejo Valenciano de Urbanismo y del de Vivienda, así como del Observatorio Valenciano de Vivienda.
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