Miquel Navarro: «Es una tarea colectiva recuperar la normalidad»

El escultor valenciano Miquel Navarro a través de la ventana que le mantiene unido al exterior en su confinamiento contempla «la pequeña plaza en el cruce de las calles Rosario y San Martín, en el barrio de la Morería de Mislata», el pueblo donde nació y donde vive. Mirar por ese hueco que permite la situación le lleva a encontrarse con una realidad muy distinta a la habitual. A través de la ventana con puertas mallorquinas se encuentra con «una plaza que es lugar de reunión habitual de niños y jóvenes, pero que ahora está siempre desierta».

Mirar a través de la ventana le devuelve «esa imagen de soledad que recoge la fotografía captada por mi amiga Mel Gallagher». El escenario que descubre al asomarse le sugiere «un aspecto desolador» de la situación que nos ha tocado vivir.

Pero el artista sabe que ha de ser así. Lo asume «con disciplina». Para sobrellevarlo se ha diseñado una agenda de actividad adecuada a las circunstancias: «Reparto los tiempos para diferentes actividades». Miquel Navarro dibuja, descansa y lee. Pero explica que también «cocino en ocasiones». Y dedica algunos momentos a la televisión para disfrutar «a menudo del programa 'Las recetas de Julie', con agradables reportajes sobre la cocina y los paisajes franceses».

Desde el confinamiento con el que se siente comprometido no duda ni un momento en hacer un llamamiento a quedarse en casa para alcanzar el objetivo de contribuir a que la situación mejore. «Hay que quedarse en casa», afirma con contundencia invitando a hacer propio el compromiso: «Todos tenemos que colaborar en la tarea de recuperar la vida colectiva».

A juicio de Miquel Navarro la fórmula para llegar a la meta deseada pasa por convertirse en aliados de «la paciencia, la sensatez y la abnegación», porque todas son «buenas contribuciones para lograr el objetivo».