Secciones
Servicios
Destacamos
El escultor valenciano Miquel Navarro (Mislata, 1945) no para de trabajar. No quiere oír nada de la jubilación, sobre todo, en un momento en el que está recibiendo muchas alegrías. Acaba de volver de París, de entregar una de sus obras a la Unesco ... para formar parte del Patrimonio Artístico de la institución. Asimismo, el museo que su propia Fundación, en colaboración con el Ayuntamiento de su ciudad natal, la Generalitat y la Diputación- ha puesto en marcha para conservar su obra tomará forma en unos meses y así abrir sus puertas el próximo año. Pero, además, este martes 14 de diciembre se convertirá en académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos. Con la feria de arte ARCO en el horizonte y sin parar de crear, Navarro confiesa que su obra «está conectada a toda la historia del arte».
-¿Cómo ha recibido la entrada como académico de número en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos?
-Supone una alegría. Esa es la palabra. Estoy contento también de estar en mi ciudad, que el reconocimiento venga de mi tierra, de la Academia. Hay muchos compañeros míos allí. La Academia me va a tener para lo que quiera, pero con la edad que tengo, no creo que ahora me vaya a comprometer en cosas que no voy a poder hacer.
-¿Qué dirá en el discurso de ingreso?
-No puedo dar detalles porque desnudo el discurso. Pero sí puedo decir que no va a ser tanto de mi obra como de mi pensamiento. y, como hago una donación de una obra, también haré un poema y describiré esa pieza.
-¿Cómo ha evolucionado la obra de Miquel Navarro? Lleva toda la vida dedicado a la creación en todos los ámbitos...
-Mi obra lo que tiene claro es que siempre está conectada a toda la historia del arte. Por ejemplo, en mi mesita de noche tengo una cantidad de libros sobre todos los movimientos que ha habido desde la Prehistoria hasta nuestros días.
-Uno no deja nunca de aprender, ¿no? He leído que Miquel Navarro rechaza siempre la pereza...
-Nunca he dejado de aprender. Hace unos días escuchaba a un escritor decir que la pereza da ocasión para reflexionar mejor. Pero yo no soy partidario de la pereza digamos determinativa.
-Acaba de regresar de París de entregar la escultura 'Ciudad vigía' al Patrimonio Artístico de la Unesco. ¿Cómo recibió ese reconocimiento?
-En el discurso hablé de que la ciudad es una protectora del hombre pero, al mismo tiempo de que es un sitio enternecedor y maternal, también puede llegar a ser un elemento autodestructivo. Me llamaron a través del embajador de España en la Unesco, Andrés Perelló. Él presentó mi candidatura y un jurado internacional de 19 personas que por unanimidad me eligió. Elegí esa pieza porque es una síntesis de mi trabajo. Por una parte, el elemento escultórico autónomo pero por otra el múltiple, el de la composición de una urbe. Me pareció muy representativa de mi trayectoria.
-Si algo le caracteriza es su generosidad. De ahí que haya creado su propia Fundación para conservar su legado. ¿Era una idea que siempre le había obsesionado?
-Es la ambición de muchos artistas. Ayer, por ejemplo, descubrí que existe la fundación del artista Giorgio de Chirico en Roma, donde reúne toda su obra representativa. Es algo muy bonito para una artista. En mi caso, con la Fundación he querido que mi obra no se disgregue, no se pierda. Y el discurso de la obra está más atado.
-¿Cómo va el futuro museo Miquel Navarro? ¿Abrirá según lo previsto en 2022?
-Dentro de no mucho se iniciarán las obras de adecuación del espacio para la visita. No se sabe la fecha exacta de apertura. Estas cosas son más lentas de lo parece. No se puede precipitar algo que tiene muchos resortes. Este tipo de fundación va a tener más actividad que sólo exponer mi obra. Va a servir como un centro cultural para acoger exhibiciones de otros artistas. Y también, si se da el caso, algún pequeño concierto.
Noticia Relacionada
-¿Son tiempos convulsos para el arte?
-No. Digamos que quizás el arte está perdiendo el hilo conductor con la historia, con la memoria artística. Entonces surge el arte de una manera más espontánea sin academicismos, sin reglas. O con unas normas inmutables. Hay una manera de hacer, un concepto fijo, y eso es lo que se hace. De todas maneras, la obra de un artista, para ser opinable tiene que tener un transcurso de tiempo y una producción, por una parte, reconocible, y de cierta consideración, por la otra.
-¿Le ha preocupado el mercado del arte, las galerías...?
-No. Eso es otro tema. No digo que esté lejos de ello, pero aspectos como el dinero o el conseguir cuotas altas de reconocimiento no está ligado a la necesidad propia del artista ni a la elaboración de una obra. El artista no puede vivir agobiado con esas cosas.
-¿En que está trabajando ahora?
-En unas esculturas que son como pequeñas ciudades que son casi como bodegones. Estoy trabajando también en dibujos, en grabados... Ahí hay una carpeta con unos grabados que acabo de terminar para llevarlos a ARCO. Y trabajo también en una película que voy a hacer sobre mi obra. Además mezcla todo, pensamiento y filosofía. Será la tercera, ya tengo dos. Me dirigiré yo. Me lo hago yo todo. Me falta tiempo para ponerme con ella con tanto premio y reconocimiento (ríe).
-¿Se siente reconocido como artista?
-Me siento contento. Además, como estoy mejor de salud, pues estoy feliz.
Noticia Relacionada
-¿Qué legado quiere dejar?
-Que haya una lectura desde el principio hasta el final de mi obra.
-¿Se puede hablar de jubilación con Miquel Navarro?
-Voy a trabajar hasta el final. Respirando hasta el final de verdad. Una de las cosas que me parecen caóticas del ser humano es llegar a perder la cabeza.
-¿Sigue manteniendo la importancia del compromiso social en el arte?
-Eso por supuesto. Pero es complejo. Hay quien tiene como base el compromiso social. Yo tengo compromiso con muchas cosas a la vez, el compromiso social, con la belleza, con la fealdad, con la sexualidad...
-Hace un tiempo, Facebook censuró una fotografía de una obra de Miquel Navarro por aparecer un desnudo...
-Un desnudo que no era tal. Fue algo irrisorio porque desde Grecia hasta aquí se han pintado muchos desnudos...
-¿Nota que hay más censura ahora que cuando empezó en el mundo del arte?
-Estuvo un poco fuera de lugar. Es verdad que se ha avanzado mucho, pero lo que se ha quedado es la autocensura.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.