Esculturas que están sometidas a restauración. IRENE MARSILLA

El Museo de Bellas Artes saca brillo a Benlliure

El San Pío V restaura tres bustos realizados por el escultor valenciano y otro que retrata al artista cuando se conmemora el 75 aniversario de su muerte

Laura Garcés

Valencia

Martes, 10 de mayo 2022, 20:31

La obra de Mariano Benlliure que atesora el Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia está pasando por el taller. No toda, claro. Tres bustos cincelados por el escultor valenciano de quien se conmemora el 75 aniversario de su muerte, y la obra ... con la que el artista alemán August Weckbecker esculpió el busto del creador valenciano, se someten al bisturí artístico que les devolverá el brillo. El tiempo transcurrido y antiguas actuaciones han obligado a que los retratos pasen por una revisión.

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Una vez terminada la intervención, acontecimiento previsto para después del verano, pasarán a sala en el contexto del Año Benlliure que se conmemora en 2022. La integración entre las piezas que se encuentran a lo largo del recorrido por la pinacoteca es lo mismo que decir que estarán a la vista de cualquier visitante del museo. A juzgar por la información que facilita el San Pío V, el hecho de que la intervención se vaya a extender todavía unos meses responde a que la campaña de restauración de esculturas es «más amplia». Habrá otras actuaciones sobre trabajos que también llevan la firma del escultor.

Las tres piezas de Benlliure que se encuentran en restauración son yesos que forman parte de la gran donación que en 1940 el propio artista hizo al museo valenciano y que supuso, como explica el director del San Pío V, Pablo González Tornel, una aportación de 27 piezas dedicadas a distintos motivos. Pero en este caso se trata de tres retratos. Uno, el busto del escritor Antonio Trueba, obra realizada en 1895. La segunda pieza es la que retrata al pianista Emile von Sauer, trabajo que el escultor valenciano realizó en 1895. Y la tercera es una escultura que reproduce el rostro de la reina Victoria Eugenia que salió de manos del creador valenciano en 1916.

Busto de Antonio Trueba, obra de Benlliure. Irene Marsilla

Obras de referencia

¿Por qué se ha optado por restaurar estos bustos, y no otros? Al interrogante responde el director de la pinacoteca cuando explica que se trata de obras que corresponden «a una faceta importante del escultor» de quien González Tornel destaca que fue un artista que ofreció con su obra una interesante «crónica social de la alta sociedad». Por el taller que Mariano Benlliure tuvo en la calle Abascal de Madrid pasaron gran parte de la sociedad madrileña a la que retrató: nobles, artistas e incluso la realeza. Son varias las obras dedicadas a reyes o reinas las que han ayudado a construir su trayectoria creativa.

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El director del San Pío V pone el acento en la importancia de Benlliure en la escultura de entresiglos, como la que en la pintura corresponde a su coetáneo Joaquín Sorolla, e insiste en que las tres obras que se están restaurando «son piezas muy buenas» enmarcadas en esa edad de plata de la Historia del Arte que marcó el paso del siglo XIX al XX.

Rostro en el busto de la Reina Victoria eugenia. IRENE MARSILLA

La visita al taller de restauración permite a LAS PROVINCIAS descubrir las características que definen la obra de Mariano Benlliure, un creador que «retrata la realidad que le rodea». Y hay que tener en cuenta que al igual que Sorolla, tuvo residencia en Madrid, ciudad donde dejó huella imborrable. Los detalles que ofrece González Tornel permiten encontrar en los tres bustos la huella de quien imprimió en sus obras «el movimiento generando inmediatez», algo que se percibe cuando al observar los bustos se descubren algo ladeados o con expresión adelantada con las que se consigue la impresión del movimiento.

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Cubiertas de pintura marrón

La intervención para devolver a los bustos el brillo que merecen está en manos de Roberto Amador. La actuación requiere retirar la «pintura marrón» con la que en algún momento se cubrieron los yesos y que «oculta el moldeado que realizó el escultor». La visita descubre que a la Reina Victoria Eugenia ya se le ha retirado esa capa y se muestra de blanco, aunque eso sí un blanco que prueba el paso del tiempo sobre ella. El retrato de Antonio Trueba, que muestra con claridad la representación de la fugacidad del momento perseguida por el artista, el día de la visita todavía le queda pintura marrón por retirar. Como sucedía con el pianista Emile von Sauer. Siguen adelante los trabajos para conseguir que los bustos muestren su mejor cara.

Mariano Benlliure nació en Valencia en 1862, y falleció en Madrid en 1947. Su vida siempre estuvo vinculada al mundo del arte. Su formación con el pintor Francisco Domingo Marqués -como recuerda González Tornel- con el que coincidió más tarde en Roma y París, le permitió trasladar el realismo pictórico al mundo de la escultura. Su proyección nacional e internacional se produjo con su triunfo en la Exposición Universal de París de 1900, donde obtuvo el Premio de Honor en escultura, la misma distinción conseguida por su coetáneo Joaquín Sorolla en pintura.

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