

Secciones
Servicios
Destacamos
Cinco años y un sueño, un anhelo, aún sin cumplir. Obstáculos y demoras que, sin embargo, no han podido con la esperanza de la Fundación Juan José Castellano Comenge (FJJCC) ... , impulsada por el empresario valenciano de este nombre, fallecido el 29 de marzo de 2024, de levantar ese Museo de Pintura Valenciana de los siglos XX y XXI en el que exhibir la extensa colección pictórica de nombres como Sempere, Mompó, Equipo Realidad, Joan Cardells, Equipo Crónica, Juan Genovés, Manolo Valdés o Carmen Calvo había salvaguardado a lo largo de su vida.
Pero no está siendo fácil. Hace cinco años, con el empresario aún vivo, se anunció la puesta en marcha de un proyecto que aún no se ha materializado. Han sido idas y venidos. Primero, la negativa del Ayuntamiento de Valencia de ceder unas naves en el Cabanyal que Castellano Comenge se comprometía a rehabilitar -una planta era para su museo y la otra para uso municipal-. Después, y ya cuando el empresario se decidió a adquirir una antigua fábrica en el barrio del Carmen para recuperarla y convertirla en museo, la ausencia de la licencia por parte del Consistorio por un problema en la volumetría del edificio, ha retrasado hasta este momento las obras para convertir el espacio en un nuevo museo para Valencia.
Según las fuentes consultadas, la licencia para iniciar esos trabajos de rehabilitación sigue tramitándose. Bien es cierto que desde el Ayuntamiento del 'cap i casal' se trabaja con los técnicos de la Fundación Castellano Comenge para solucionar esas trabas -desde la entidad que vela por el legado del empresario se confía en que será inminente-, porque la licencia es el último obstáculo que hay que salvar para cumplir con la última voluntad del empresario.
El fallecimiento de Castellano Comenge en marzo del año pasado también fue un punto de inflexión. Aunque él había dejado todo atado y bien atado, al fallecer de esa forma inesperada se podría pensar que el futuro de su fundación estaba en el aire. Apenas unos meses después, la institución retomó la actividad y mostró su voluntad de seguir adelante con el deseo del mecenas. Pero también hubo complicaciones, por lo que, la celebración de la Bienal de Pintura Isabel Comenge, un premio pictórico entre los mejor dotados del país, y que había nacido con la intención, también, de ampliar los fondos artísticos de la fundación. No obstante, la edición que debía haber celebrado en 2024, quedó suspendida. Pero, según estas mismas fuentes, en 2025, concretamente en noviembre, volverá a tener lugar el certamen de pintura.
Primero desde el propio Castellano Comenge y ahora desde la fundación que lleva su nombre, el ánimo ha sido siempre el de ir superando los obstáculos que, en estos cinco años, han ido apareciendo para poner en marcha un nuevo centro cultural en Valencia. De momento, sólo falta esa anhelada licencia que permita, de una vez, que comiencen los trabajos para ese Museo de Pintura Valenciana en pleno barrio del Carmen de la capital del Turia.
Juan José Castellano Comenge era un importante empresario valenciano que hace unos años saltó a los titulares tras solicitarle al Ayuntamiento de Valencia, en aquel momento en la primera legislatura del gobierno municipal del Rialto -el formado por Compromís y PSPV y Joan Ribó como alcalde- la cesión de unas naves en el Cabanyal para situar su museo de pintura. Castellano Comenge se comprometía a financiar toda la rehabilitación del inmueble y a que la planta baja fuera gestionada por el Consistorio. Él, por su parte, se quedaba con la de arriba para exhibir su colección.
En aquel entonces, la que era concejala de Cultura, María Oliver, del partido València en Comú, se negó y alegó que este espacio iba a ser destinado a una escuela de circo que nunca se llegó a construir. Por ello, el empresario adquirió una antigua fábrica de curtidos en el barrio del Carmen, en la calle del Autor número 4, que iba a rehabilitar y a convertir en un museo. Todo sufragado de su bolsillo. Además, cedía toda la colección que había atesorado a una fundación que era la encargada de gestionar esta nueva pinacoteca. Su fallecimiento en 2024 no hizo que se paralizara el proyecto. Es más, en mayo, la Fundación Juan José Castellano Comenge (FJJCC) reunió de nuevo a sus patronos y eligió presidente. Los miembros que desde entonces forman la entidad son sus patronos Vicente Castellano, Javier García del Moral, Juan Manuel Lalanne, María Dolores Sancho, Horacio Silva y Enrique Vázquez (quien es el presidente).
Todos ellos trabajan ahora en levantar ese museo que no llega. Pero, asimismo, la Fundación Juan José Castellano Comenge no sólo se dedica al arte. También fomenta el desarrollo social de la Comunitat Valenciana, a través de diversas ONG's y asociaciones, entre las que destacan, Casa Caridad, Amigos de la Calle, el proyecto Despierta Sonrisas de la Fundación Iniciativa Social y la Casa Ronald McDonald.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.