C. VELASCO
VALENCIA.
Sábado, 28 de diciembre 2019, 01:04
Alrededor de un 15% de los fondos del Museo de Cerámica se exhiben en el palacio del Marqués de Dos Aguas de Valencia. La institución artística está a la espera de la rehabilitación del edificio anexo para poder mostrar el grueso de su colección. Aguarda la reforma desde hace dos décadas. No importa que ocupe el Ministerio de Cultura un político del PSOE o del PP, la reforma del inmueble no llega.
Publicidad
El González Martí no se resiente de las visitas, que superan las 170.000 personas, pero el estado del edificio sí acusa la falta de actuación. A principio de mes un episodio de fuertes lluvias causó desprendimientos en el edificio anexo, construido en 1971, que recae en la Iglesia de San Juan de la Cruz. Esta fachada está a la espera de las obra de consolidación que están incluidas en la segunda fase de rehabilitación del Museo Nacional de Cerámica. La actuación del centro también pasa por la demolición del edificio colindante. El proyecto de ampliación, que aún no está redactado, «asciende a algo más de 11 millones de euros», dijo el ministro José Guirao en diciembre de 2018 cuando visitó las instalaciones del González Martí.
No es el único museo público de Valencia atrapado en el tiempo. El San Pío V conserva el mismo discurso expositivo apenas alterado por la introducción de las piezas de la Colección Delgado en marzo de 2018 (presentes en la primera planta) pese a que la institución ha crecido. En febrero de 2019 se inauguró el bautizado como edificio Pérez Castiel -espacio cuyas obras habían concluido en enero de 2017- con la exposición temporal 'El inicio de la pintura moderna en España: Joaquín Sorolla y su tiempo'.
El museo gana metros pero el nuevo plan museológico no se aplica. El primer esbozo de la hoja de ruta artística se presentó en febrero de 2016. El Ministerio de Cultura introdujo cambios durante la anterior legislatura hasta que se cerró en diciembre de 2018 en una reunión en Madrid a la que asistieron la directora general de Cultura, Carmen Amoraga; el director general de Bellas Artes del Ministerio, Román Fernández-Baca; la directora temporal del San Pío V, Margarita Vila, y el subdirector adjunto de Museos Estatales, Lucas García. A partir de aquí, según fuentes de la conselleria, el Ministerio debía redactar el plan museográfico para su posterior licitación, contratación y adjudicación. Un año después, el proyecto que ha de determinar cómo se ejecuta (a través de vitrinas, audiovisuales, guías, etcétera) el nuevo discurso expositivo continúa sin ser aprobado. La secretaria autonómica de Cultura, Raquel Tamarit, aseguró a Europa Press que el plan museográfico «podría estar en marcha en 2020». «El Ministerio de Cultura se comprometió a sacar los pliegos para la ejecución del plan museológico a finales de 2020», según la Conselleria de Cultural.
Otros aspectos en los que el Bellas Artes de Valencia está detenido en el tiempo es su web (a años luz de la del Prado o de su homólogo el Bellas Artes de Bilbao) y su plantilla (diezmada en restauradores y conservadores desde hace dos legislaturas). La previsión del departamento que dirige Vicent Marzà es activar la nueva web durante el primer semestre de 2020. Según la Conselleria de Cultura, la Dirección General de Función Pública «tiene que convocar 10 plazas de técnico superior de administración cultural y cuatro plazas de técnico de gestión de administración cultural al que se podrán presentar licenciados en Bellas Artes, Geografía e Historia y titulados o máster en restauración».
Publicidad
A esta situación se suman reivindicaciones históricas como ganar autonomía en la gestión. En esta cuestión, Cultura está modificando el decreto 211/91 para «dotar a la dirección del museo de más capacidad de autonomía». Los cambios, según Cultura, deben ser validados por el Consejo Jurídico Consultivo para ser aprobados por el pleno del Consell. Otra opción a largo plazo es crear una ley propia para el Bellas Artes. «Las posibilidades en las que se trabaja es que el Ministerio de Cultura valore pasar la titularidad a la Generalitat y elaborar una ley de autonomía como la tienen otros museos o que, sin tocar la titularidad, se pueda facilitar un mecanismo que de más autonomía al museo», según la Conselleria de Cultura.
Ni el González Martí ni el Bellas Artes son armas arrojadizas en el campo de batalla política dada la sintonía ideológica de los gobiernos nacional y autonómico, pero tampoco son una prioriodad para los partidos.
Publicidad
La ampliación del IVAM se presentó oficialmente en febrero de 2003. El proyecto, firmado por los arquitectos japoneses Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa, consistía en una estructura que recubría el inmueble dejando pasar la luz y el aire (a través de miles de ojos de buey) y la creación de nuevos espacios. Con esta iniciativa Valencia podría haber tenido un premio Prikzer, pero la idea del estudio SANNA no prosperó. La 'piel' del IVAM no tomó cuerpo.
La propuesta de SANAA se presentó bajo el mandato de Kosme de Barañano, quien fue sustituido por Consuelo Císcar en 2004. Durante la gestión de la exdirectora, la ampliación del centro artístico no fue una prioridad. Císcar abandonó la institución de Guillén de Castro en 2014 y fue sustituida por José Miguel G. Cortés, que accedió a la dirección tras un concurso público. El proyecto ganador de Cortés se centró en la programación artística, el fortalecimiento de los fondos, la recuperación del prestigio de la colección y el posicionamiento del museo respecto a otras pinacotecas. No figura la ampliación en el plan de Cortés, pero la situación cambió.
Publicidad
Afianzar el cambio del IVAM no sólo pasa por tener un discurso expositivo propio, sino por extenderse. En mayo de 2016 LAS PROVINCIAS avanzaba que la Conselleria buscaba abrir subsedes en la provincia de Alicante y Castellón.
El 31 de noviembre de 2016, el president de la Generalitat, Ximo Puig, anunció que el Centre d'Art d'Alcoi (CADA) se convertiría en una subsede de la pinacoteca valenciana y se inauguró en noviembre de 2018. El IVAM ha crecido por el sur, pero no en Valencia.
Publicidad
Cualquier iniciativa de envergadura necesita del impulso político y del apoyo económico para que se materialice. El crecimiento de las instituciones museísticas públicas, también. Pese a que los cambios se demoran de legislatura a legislatura, la iniciativa privada transforma la oferta museística. El ejemplo más reciente es el Centro de Arte Bombas Gens a cargo de la Fundació per Amor a l'Art. La siguiente revolución artística pasará por el Caixaforum en el Ágora y el Centro de Arte Hortensia Herrero en el Palacio de Valeriola.
Suscríbete a Las Provincias: 12 meses por 12€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Siete años de un Renzo Piano enredado
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.