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El grupo 091 en el Low Festival 2016.
Un Low entregado a la nostalgia noventera

Un Low entregado a la nostalgia noventera

091, Los Planetas, Suede y Belle and Sebastian marcan esta edición de 2016

Alquimia Sonora / José Luis Alonso

Miércoles, 3 de agosto 2016, 12:25

En esta edición, ya la novena si contamos esa cita de 2008 en Alicante, ya queda claro que el Low es una cita imprescindible del verano y se ha consagrado a la cabeza de los festivales patrios siendo este año los cabezas de cartel bastante llamativos, variados y atractivos haciendo que las jornadas se alargaran hasta altas horas de madrugada con nombres como El último vecino, Javiera Mena o Trajano! del tirón como broche final. O Buffetlibre, Hot Chip y Monarchy las noches anteriores.

Consideraría estos grupos los vencedores naturales del festival por reunir a tanta gente en esos horarios de madrugada, infernales, sin posibilidad de huida en transporte público como la gente decente apostando por un género musical más electrónico. Parece que el público valenciano adora esta tendencia más bailable y que el personal asistente que se apiñaba en el escenario Budweiser para devorar a Vetusta Morla esa misma tarde poco tenía que ver con el que pocas horas después ocupaba el recinto. Algo que nos hace pensar que quizás sea necesario otro festival que venga a cubrir el hueco del Creamfields de Villaricos, o hacer una edición especial de techno Low que nos sabe a poco.

Este año los escenarios Budweiser y Matusalem reunían los principales cabezas de cartel por días prácticamente sin solaparse. Es algo que se agradece y aprecia porque es raro encontrar un festival que respete los tiempos y deseos de sus abonados y les permita disfrutar de todos los grupos sin tener que cuadrar horarios, separar los grupos de amigos o a costa de carreras maratonianas para llegar a ver alguna canción. De hecho hubo grupos que dedicaron más minutaje de lo previsto en sus setlist como Suede, Belle and Sebastian, Los Planetas o los ya mencionados Vetusta Morla con conciertos que poco tienen que envidiar a lo de sus giras oficiales.

Si nos detenemos a analizar por días podemos sacar un puñado de tres o cuatro nombres por jornada que han marcado la actualidad musical del 2016. La primera noche Love of Lesbian, León Benavente, Belako y Belle and Sebastian, Hot Chip y Monarchy. Algunos grupos - aunque sacan discos nuevos - parece que en los festivales reúnen un setlist más nostálgico. Por ejemplo, Love of lesbian clavaron con los cuatro temas estrella del nuevo disco y prácticamente hicieron una recopilación de hits antiguos, lo cual agradecen aquellos que cazan éxitos y no andan muy al día, o simplemente piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor. El fast-food festivalero propicia ese menú poco refinado en el que casi siempre es mejor tener al público coreando temas ya instalados por derecho en la cultura popular que "probar" en directo los nuevos temas. Jugar sobre seguro.

Belle and Sebastian no sacaron nada de jugo de su último disco - y eso que tiene una canción muy disco "Enter Sylvia Plath" para levantar mucho el ánimo - aunque tenemos que reconocer que triunfaron con cada canción que interpretaron y a partir de "Get me away from here I'm dying" fue un auténtico baile masivo de público sobre el escenario, literalmente, porque subieron a no menos de cuarenta seres vivos que bailaron y aprovecharon para hacerse selfies por doquier. Quizás alguno de ellos aprovechara para intentar cazar alguno de esos pokémons infernales, también en los festivales. Quien sacó la artillería de su nuevo disco fueron León Benavente y Belako y es que sus lanzamientos son de lo mejor del año, gran sonido y canciones atemporales que mejorarán con el tiempo. Sus directos son imprescindibles.

Pero si el primer día fue un fiestón Brett Anderson sigue siendo el alma de la fiesta, con "desmayo" incluido. Con un look extrañamente parecido al que lució en la anterior actuación en el Low ya se podía vaticinar como acabaría la cosa... Parece que ha desafiado hasta al mismo diablo para que se detuviese el tiempo. Hasta rumoreamos que no acabaría el concierto por la deshidratación, una caída a destiempo, bajando al público cada vez que podía... Y aunque Suede podría haber sonado más arrollador con su último álbum la actitud y la entrega Brett es envidiable en cada concierto. No en vano en el Primavera Sound celebrado el pasado mayo, tuvimos oportunidad de ver dos actuaciones muy distintas: la de los temas clásicos de la formación el día previo al festival y el show "oficial" entregado a su último trabajo. Si hace unos años escribíamos que echábamos de menos el hit "She is fashion" en esta ocasión la disfrutamos con una versión desnuda, acústica y desgarradora. Creo que será el concierto para recordar de esta edición.

Desde Valencia, los chicos de La Habitación Roja no hicieron más que confirmar y defender el trono que desde hace unos años atesoran no sin el trabajo previo de todos esos años que han girado por la Comunitat. Un gran directo repleto de nostalgia (que todavía están de aniversario, no lo olvidemos) con las gratas sorpresas de "Van a por nosotros" y "Nuevos tiempos". Efectivos sin necesidad de doblegarse a los requerimientos de un festival.

Los Planetas era, desde su confirmación, una de las bandas que más expectación generó en el Low. No solo por encarnar el espíritu indie noventero con el que tantos casi-cuarentones disfrutan de sus anécdotas pasadas, sino porque era el único concierto del año (y hasta la fecha). Uno de los conciertos a destacar que, sin embargo, distaba bastante de lo que pudimos vivir el pasado año en Benicàssim o Getafe. Ya sea por ser eso mismo, el único concierto del año, o porque quizás esa "emoción" con la que los esperábamos nos hacía esperar bastante más de ellos. Sin embargo, Los Planetas son Los Planetas.

Después de dar el mejor concierto, a mi gusto, en Motril hace apenas un par de semanas de su Maniobra de Resurrección, los 091 lo tenían difícil para superar ese reto por varios factores. Un público tibio, con oídos vírgenes que no sabían lo que esperar del concierto y pocos fans fieles hicieron difícil la actuación preparada para esos seguidores que han disfrutado su gira con fecha de caducidad. Si sumamos la duración de hacer un setlist corto que parecía una carrera contra el crono tampoco ayudaba. Una pena que los más jóvenes no se interesen por grupos núcleo con trayectoria y canciones a la altura de los granadinos. La sinceridad de sus rostros en la despedida fría era transparente como el agua mineral. Aún así fue técnicamente un gran concierto, lo mejorcito del festival, para entrar en contacto con su directo.

El último vecino presentó "Voces" con un ensoñador y divertido concierto. Las canciones de su anterior disco quedan ya muy lejanas. Reminiscencias ochenteras en la formación de Gerard Alegre que continuarían en el show de Javiera Mena (esperábamos que ambos compartieran esa "Culebra, columna y estatua" dúo). La chilena, vendaval sobre el escenario, convirtió el Low en una gran fiesta de baile, con el respetable entregado y costumizado (gafas, carteles,...) y las ganas de seguir de fiesta a altas horas de la madrugada.

El Low se ha convertido en un festival playero alejado, por ejemplo, del Arenal Sound (y que nos perdonen los "sounders" que ahora mismo estarán emprendiendo el segundo día de festival) que no solo reúne a público nacional. La cantidad de gente llegada de otros países hace pensar que este Low está construyendo el adoquinado perfecto para convertirse en ese parque de atracciones veraniego en el que la música también se disfruta. Y poco a poco también está dando cabida a un público más familiar (ay, que los feligreses se hacen mayores y se dejan acompañar por sus vástagos), como por ejemplo fue la jornada del domingo, donde se multiplicaron las familias y los niños durante la tarde. Que obedece a la idiosincrasia de los gustos populares pero se arriesga por nombre menos habituales, que respeta y mima a los grupos evitando los solapamientos -cosa que los lowers agradecen- que cada año crece más y gusta más. ¡Larga vida al Low!

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