«Compay Segundo decía que antes de músico hay que ser persona»

Salvador Repilado es hijo de uno de los mitos de la músico cubana, Compay Segundo. En el año en el que se cumplen 110 años del nacimiento del intérprete, su vástago, de la mano del Grupo Compay Segundo, recalará el martes en La Rambleta de Valencia para rendir un sentido homenaje a su progenitor. Él es el encargado de dirigir a los nueve músicos de la formación, entre los que se incluyen algunos de los fundadores del también mítico Buena Vista Social Club.

Valencia es una de las cuatro ciudades españolas donde se va a realizar este tributo musical. ¿Qué esperan de su cita con el público de la capital?

Para nosotros ir a Valencia es algo que siempre hemos estado esperando. Compay se conoce allí. Además, también celebramos el 20 aniversario de la creación de nuestro grupo. Es una cita que se lo merece.

¿Nota que la memoria de su progenitor sigue viva? ¿A que lo atribuye?

Yo creo que sí. Compay Segundo siempre que venía a España tenía un gran sentimiento de devoción hacia este pueblo. Hacía siempre su mejor música. Por esa razón, yo creo que se le recuerda.

¿Y las nuevas generaciones también saben quien fue Compay Segundo? ¿Reconocen su música cuando van a sus conciertos?

Sí, los jóvenes lo conocen y corean sus canciones. Nosotros, a veces, no nos percatamos del alcance que tuvo su música y al tocar para un público presente, con nuevas generaciones, nos damos cuenta de que nos acompañan.

¿Eso les obliga a renovarse?

Sí. Pero en los conciertos notamos que también son fieles a la música de raíces, a la tradicional, que siempre ha estado aquí con nosotros. Estas canciones también son parte de la gente joven. Son atemporales, son letras amorosas, que inspiran mucho respeto, que hablan de amor, solidaridad y paz.

¿Usted fue consciente de que su padre era un mito de la música cubana?

Sí. Por eso siento mucha responsabilidad. Ahora estoy compartiendo escenario con los músicos que acompañaron a Compay Segundo, y eso es un privilegio. Pero eso también nos hace experimentar nuevas sonoridades. Como él hacía, hay que irse transformando, pero siempre conservando las raíces. Conservarla.

-¿Cómo era Compay Segundo para los que no tuvieron la suerte de conocerle?

Era el cubano típico por todos los ángulos y los aristas. Vivía con alegría, asumía un papel de conciliador, de tratar de transmitirle a las personas su honestidad y respeto. Siempre decía que un músico tiene que saber ser persona antes que músico. Él estaba muy orgulloso de ser cubano, daba su ejemplo.